Ilustración Laura Martínez Velásquez
Hay encuentros de encuentros y uno de ellos es cuando un alma lúdica invade los sentidos y se materializa y deja sus dominios de sal y dulce y nos envía poemas.
Eso ha ocurrido con Laura quien amablemente ha querido compartir sus poemas con los lectores de La Moviola....
Zarpen hacia sus letras, hacia sus costas....
POEMAS
EN
MOVIMIENTO
Hasta
hoy, era sólo movimiento.
Movimiento
que retumbaba y crecía, mientras el niño dormía en la oscilación de la silla.
Alta
frecuencia y vértigo de ideas que dejan huellas en tierra o en polvo sobre madera.
Eran
melodías viajeras, que abrían todos los poros del empaque universal de la
naturaleza…
Eran
colores traviesos, que se convertían en movimiento cuando caminas viendo la
luna llena y observas las hojas secas del bosque que toman forma animalesca.
Sólo
templo, ligado al tiempo y al ritmo en movimiento, acompañado de la oscura
sombra animada en el centro concreto del momento, en la danza efímera de la
efímera.
SOBRE
LETRAS
Se
siente fuerte, se extraña,
Se
recuerda y se llega a la mente telepáticamente.
Es
la sensación de que algo se mueve dentro.
Por eso escribo, por eso escribo tanto,
Casi todo lo que toca mi ser,
Porque si lo digo se lo lleva el viento y quizás no haya
un oído atento grabando el timbre de este instrumento.
Si lo pienso y no
lo materializo queda inmerso en este cuerpo que con la mirada, puede decir
otras cosas en silencio.
Esa es la razón. La razón que le doy…
Alguien puede encontrarlo, en dimensión. Es tesoro sujeto al viento, a la inspiración
e interpretación. Es el tesoro que no se olvida, de larga duración.
CON
DOS MANOS…
Estas
manos, no sólo tienen el instinto de palpar…
Son
manos que hicieron luz cuando había poca en el lugar…
Manos
exploradoras, manos articuladas, manos que se unen a otras como en las más
grandes obras sagradas…
Manos
en superficie, manos que dejan huella, manos que saludan y despiden al hombre
en su caminar mientras su alma vuela.
Son
por uno, sólo dos. Dos herramientas. Dos herramientas mágicas de contacto,
resistentes al frío, el calor y al agua en el campo…
Estas
son las manos que guardan las historias en pequeñas partículas de pigmento.
Manos
libres, manos inquietas, manos capaces
de crear mundos posibles mientras ordena
la cabeza.
PIEL
Arde
y quema como el fuego,
Te
consume el pensamiento y el dolor viaja dentro en silencio
Causando
cortocircuitos en todo el cuerpo...
El
tiempo, pasa lento...
Y
es el tiempo el único aliento que calma al olmo frente al viento…
Viento
que se esparce y que derriba hojas haciendo difusa la sombra.
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