Material promocional del colectivo a una de sus actividades
En días pasados dentro de los encuentros con numerosos conferencistas que planea el departamento de Medios Audiovisuales con profesionales de diferentes areas que nos visitan estuvo María Juliana Soto quien dio una muy interesante charla sobre radio y sobre licencias de operacion en la red.Por considerarlo de gran importancia le pedimos a ella que nos enviara el texto de la charla que publicamos a continuacion.
CCLM
Por, Colectivo Radio Relajo[1]
Versión agosto de 2014, por María Juliana Soto[2].
Especial para La Moviola
Introducción
Todos escuchamos diferente. Existen una serie de elementos contextuales,
culturales, sociales, históricos, físicos y geográficos que nos van
determinando a lo largo de nuestra vida una actitud frente al sonido. Entonces
es inevitable que privilegiemos la escucha de unos sonidos frente a otros, que
algunas texturas nos parezcan ruidosas, que el canto de un pájaro nos recuerde
a alguien y el chillido de la puerta nos produzca hambre. ¿A qué debemos las
selecciones que hace nuestro oído? ¿Qué experiencias están detrás de las ideas
que nos suscitan los sonidos? ¿De qué manera se genera sentido a partir de lo
sonoro?
La escucha profunda y consciente del paisaje sonoro, sin
referirnos únicamente al espacio físico que habitamos, potencializa
creativamente el sonido como herramienta de composición para plantear otras
formas de expresión, lenguajes y narrativas tan interesantes y necesarias en
nuestros tiempos como la escritura, la música y el cine.
Esta es la experiencia del Radio Relajo, un laboratorio que
comenzó hace más o menos dos años en Cali y en el que participan varios
colectivos dedicados al sonido, a la intervención en espacio público, a la
radio y a la música.
Gracias por invitarme, por invitarnos.
La vida en este vecindario es la pieza radiofónica con la que
dimos inicio al primer taller de exploración sonora que coordinamos como
colectivo. Sucedió en un salón de uno de los hoteles tradicionales del centro
de Cali, el Hotel Aristi, en el marco de un evento que se llama ComunLab.
Los participantes eran un grupo de estudiantes de un colegio
público de Cali, interesados en la comunicación. Ellos querían aprender a hacer
una emisora escolar y nosotros los recibimos con un salón a oscuras, como este,
una cortina roja que ocultaba algo (a nosotros) y dos parlantes grandes puestos
sobre una mesa delante de la cortina.
Tras la cortina, 6 de nosotros hacíamos voces, tocábamos
instrumentos de percusión menor, dabamos play a distintos audios y proponíamos
una sinfonía inconclusa, que amagaba varios finales pero que siempre volvía a
empezar.
Al descubrir lo que había tras la cortina, la sorpresa no fue
encontrar qué objetos y aparatos habíamos utilizado (porque en realidad no eran
nada del otro mundo) sino la idea extraña de que eso (esto) es una radio.
Para Martín Barbero “La cultura y la radio están intrínsecamente ligadas. La
radio ha jugado y juega un papel fundamental en lo que hoy llamamos cultura”
La radio se vale del juego de la memoria, de la imaginación y del
diálogo ¿para qué?
La chaza (una canasta en donde se monta una radio ambulante,
inspirada en el conocido artefacto que se usa comúnmente para vender chicles y
cigarrillos) nace luego de algunos recorridos por el centro de Cali.
En términos artístico-contemporáneos hacemos “derivas”. En otras
palabras más interesantes son caminatas, paseos a pleno sol, para hacer el
simulacro de la radio.
En este ejercicio, aparece el oyente imaginario (un saludo para él
que en este momento nos escucha) allí también llega el escucha desprevenido que
decide ser parte de la radio y hablar (¿a quién? a nosotros, al vecino, al
famoso oyente imaginario).
Esta radio es el resultado de reunir partes de cosas que teníamos
en la casa, y de uno que otro juguete tecnológico que se une en este trabajo
colaborativo. Son unas rejillas, unos cuantos cordones, un computador y un par
de micrófonos abiertos para que usted se acerque y diga lo suyo.
La idea es ir al centro a escuchar la melodía, a hablar con la
gente, a hacerle preguntas y a ceder el micrófono.
Pero esta radio también se escribe y se imprime. Así sucedió en
Rizoma, una publicación literaria sobre Cali. Una publicación porque sus
editores aún no saben si es una revista o un periódico, pero eso discusión dejó
de importar.
La mesa aparece en varias acciones del relajo, es una puesta en
escena…o algo así….
La mesa en vivo es, indudablemente, la oficina del Relajo, allí es
donde nos juntamos a proponer y a hacer. En esta mesa no hay mitos, y se planta
en cualquier lugar: el año pasado estuvo en plazas y terrazas, en
antejardines, en el lobby de un hotel, en un billar, en auditorios, en
teatrinos y cinematecas. Este año estuvo en el museo, en el mar, en un Picó, en
la galería, volvió a la terraza, fue a la montaña y pronto volverá al mar.
Hace algunos meses le hicimos un mantel, que tiene impresas las
imágenes que han sido generadas por los sonidos del Relajo.
El festival radio relajo es un:
festival radial itinerante (((permanente)))
Un Carnaval de sonidos
Un paisaje sonoro permanente
Un rizoma acústico
Somos ondas libres en movimiento
Comunicación alternativa
Soberanía expresiva
Un encuentro de muchas radios
buscando
kompartir sonemas para toda la
galaxia
Es un festival, que se hace cada vez que encendemos los
micrófonos. Un festival que busca una radio libre, con sonidos libres, de
gente libre.
Los contenidos de esta radio y de este festival están disponibles
en Internet en http://laradiorelajo.hotglue.me/ para que usted los escuche y los edite como quiera, y
ojalá, al final se anime a dejar que otros los aprovechen nuevamente.
¡Que
la radio sea el lugar para ser un poquito más libres!
((Suena “F2Delirio”))
A este audio lo nombramos delirio porque
“Delirio: Etimológicamente viene del término latino "de-lirare" que significa salir del
surco al labrar la tierra. La palabra ha evolucionado para significar la
creencia que "se sale" de la norma establecida por el grupo de
pertenencia social. En el lenguaje diario, describe una creencia que es falsa,
extravagante o derivada de un engaño. En psiquiatría, la definición es
necesariamente más precisa e implica que la creencia es patológica.” Wikipedia.
- Piense usted lo demás (Silencio corto)
Esa es la voz de un hombre que habla de los
delirios propios de una sociedad que lleva más de 60 años en guerra. Soy yo o
cualquiera de ustedes hablando incoherencias, un domingo a las 10:20 de mañana
en el Pueblo Pance, ya borracho uno, cansado y muy enojado.
Esa mañana el Relajo viajó a Pance con todos
sus chécheres y cables para hacer una radio al lado del río y antes de poner a
hervir el agua para el sancocho, en el parque de la iglesia, apareció el indio y le cantó su delirio al micrófono rojo,
el que siempre se deja abierto para que hable el delirante, el abogado, el
contador, el chiflado, la maestra, el estreñido, el campesino y el flaco. El
micrófono se comparte sin mente.
Por eso el relajo es una radio que se prende
cuando nos juntamos a hablar con la gente o entre nosotros, que no tiene una
parrilla de programación, que no tiene locutores porque habla el que tenga algo
para decir. Funciona en internet, pero también en alto parlante, en texto,
a veces en onda corta y pirata y hasta susurrada en el oído del vecino.
En este tipo de ejercicios lo que importa es la obra (entendida como
arte, intervención, comunicación, proyecto) y no el autor individual (el
novelista del siglo XX encerrado en su habitación escribiendo diarios y
novelas) sino el autor colectivo que depende de otros, y esa dependencia, esa
colaboración, es explícita. Y además, es la gracia.
El RadioRelajo es una iniciativa de 6 experiencias colectivas
e individuales, interesadas en la experimentación sonora y en hacerle el quite
a las talanqueras del sistema económico y laboral, que dice cómo se debe
trabajar, cuánto se debe ganar y bajo qué condiciones. Como vieron, no tiene
una parrilla de programación, no tiene locutores porque habla el que tenga algo
para decir, y cree en el trueque como un modelo económico posible.
Funciona en Internet, pero también en alto parlante y en texto; al lado del río
y en la plaza pública; o en eventos en donde se comparten contenidos libres.
Contenidos libres, como los de la RadioRelajo, son producciones
licenciadas con herramientas como Creative Commons (CC), lo que significa que en lugar de tener
“todos los derechos reservados”, los autores expresan que únicamente quieren
reservarse “algunos” derechos sobre sus obras, dejando abierta la posibilidad
de copiar, distribuir, exhibir, mezclar y hacer uso comercial, dependiendo de
las condiciones de la licencia que elijan[3]
La RadioRelajo es entonces el proyecto que, sin duda, inspira el nombre y la
construcción colectiva de esta metodología que tiene como objetivo poner en
evidencia que la creación es un proceso caótico y desordenado; un proceso de
muchas manos y muchas ocurrencias en el que la noción mezquina de propiedad se
desvanece en medio de un fango creativo. Tomado de Apuntes sobre el autor en
tiempos del Relajo. Disponible en: http://i.letrada.co/n24/articulo/santa-nerda/219/apuntes-sobre-el-autor-en-tiempos-del-relajo
Entonces la radio la dibujamos, la estampamos en
camisetas y constantemente la inscribimos en las categorías festival, relajo,
guachafita, laboratorio y colectivo. Que hay que ser productivos y
emprendedores, sí, tal vez mañana.
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