Nuestra Voz de Tierra Memoria y Futuro : espejos debajo de la lengua




Diseño de máscara original para la película por Pedro Alcántara  Herrán                  




Por                                                                                                                                             
Catherine Fernández  Flautero                                                                                             
Especial para La Moviola                                                                                                      





“Callando nos moríamos, sin palabra no existíamos.
Luchamos para hablar contra el olvido,
Contra la muerte,
 Por la memoria y por la vida.
Luchamos por el miedo a morir la muerte del olvido...
Es necesario hacer un mundo nuevo.
Un mundo donde quepan muchos mundos,
Donde quepan todos los mundos...”


Subcomandante Marcos





El planeta tierra, redondo es y todo gira en este pequeño existir al que llamamos vida, las formas, los conceptos, ideas, sentires y pensares, todo está en fluctuante movimiento así la justicia e injusticia  es ejemplo en esta eterna paradoja,  porque todo depende de los ojos con los que se mire… dicen, pero y  entonces la tierra para quién? para la vida, para la semilla, para la pica y el azadón, para las manos agrietadas por sol, o para el dueño de los papeles, que con tinta  y sangre de cuerpos inocentes se han apropiado del viento y del agua, el camino se ha prolongado para  muchos y yacen en la memoria de sus familiares y amigos, trascendieron el tiempo y el espacio convirtiéndose en el impulso  del latir de sus territorios, donde solo habita su recuerdo y las semillas vivas de su última cosecha que nos recuerdan el valor de la raíz, así volviendo al  antes; en el tiempo del no tiempo  donde no había dolor, porque la enfermedad se curaba hablando, palabreando con el fuego. La tierra no tenia dueños, la semilla se sembraba en tierra limpia, fértil en tierra viva, la vida no estaba dividida entre los que tienen bienes materiales y los “otros”,  los acuerdos comunes eran la vida para las palabras sembradas, así en lógica con la vida, con los ciclos naturales del existir, creciendo con los rayos de sol y de luna, en la conciencia de ser una común-unidad donde no solo compartimos espacios como habitantes, sino también compartimos la vida como seres que en común tienen ser de la misma raza, ser humanos, sintiendo profundamente la hermandad mas allá de la diferencia, ya que por fortuna la nuestra es una casta colorida, seres arco iris  que reflejamos la luz de la gran estrella en miles direcciones cada uno con un matiz que refleja en el mundo su forma de habitarlo, sintiéndolo y repensándolo a su particular manera, pero poco a poco y con el “progreso” económico y social que proponían los siempre grandes dueños del capital, latifundistas, extranjeros muchas veces que de formas más que invasivas, fueron apoderándose de los caminos de tierra fértil, que mas  tarde les generaría grandísima ganancia económica y los colores se fueron dejando de lado, oscureciéndolos y opacando la diversa y fértil manera de sentipensar el mundo y sus relaciones.



Pero aun así el fruto siguió volando camino al surco, para seguir creciendo entre el campo, buscando seguir viviendo, para no extinguir el aire que se respira, con pensamientos críticos,  que traen la fortaleza que emerge solamente en los momentos en que la vida se acerca a la línea final que convierte a un cuerpo en un cadáver, ahí entre el mundo del dolor y de la magia de los espíritus, se continuó el camino entre los montes y valles en surcos de colores que alimentan el ser, aunque en un momento del camino se decidió que la sangre humana debía correr por los manantiales frescos, y la vida tuvo otro valor, un poco menos coherente, un poco menos lógico, un poco menos humano; así tristemente las cosas cambiaron demasiado para nuestros hermanos y hermanas del mundo.



En nuestro contexto por ejemplo los pueblos indígenas, afro descendientes, raizales y demás culturas aborígenes han sido expropiadas y masacradas incluso hasta la extinción de muchos de los saberes que en nuestros territorios habitaban, los campesinos quienes cultivan todo el alimento de el país incluso toda la exportación que genera gran rentabilidad para la economía, sufren también de este fuerte flagelo, siendo más del 32% de la población total colombiana y representando su trabajo y esfuerzo en más del 40% de la canasta familiar actual, no hay políticas agrarias que abarquen realmente toda la problemática existente, y en cuanto al fomento agrícola de pequeños productores, y  proyectos eficaces para el apoyo a la incorporación al mercado tampoco tienen mucha fuerza, además que la política agraria actual está enfocada en implantar un modelo agroindustrial, que fortalece a la importación de alimentos lo que desfavorece tantos a los campesinos que la podrían producir como a la población en general que finalmente la consumirá, ya que la mayor parte de importaciones que se realizan están aparadas en tratados como el de libre comercio vacios de conciencia en cuyos alimentos nos obligan a consumir agro tóxicos perjudiciales para el organismo humano; sin embargo así viven diariamente nuestros sembradores, pescadores, indígenas, obreros, y campesinos que no buscan más que respeto, y como cantaba Jara(1) el derecho de vivir en paz, el derecho de reconocer la diferencia como parte vital de todo sistema vivo y funcional , porque un cosa es reconocer que hay otros diferentes y otra cosa es respetarlos; El viejo Antonio en las historias que narraba al Subcomandante marcos, miembro del EZLN (Ejército Zapatista de Liberación Nacional) en México, dijo alguna vez: “Yo soy como soy y tú eres como eres, construyamos un mundo donde yo pueda ser sin dejar de ser yo, donde tú puedas ser sin dejar de ser tú, y donde ni yo ni tú obliguemos al otro a ser como yo o como tú”. Viejo Antonio. (2) 


Asi y en el amor por el cuidado de la diferencia muchos y muchas alrededor del mundo caminan buscando que no olvidemos que hacemos parte de la misma familia; médicos, maestros, artistas, abogados, arquitectos, empresarios, etc. muchas personas al servicio de la vida lo cual no tiene que ver con su posición social ni mucho menos económica, más bien con la disposición de ser humano y poder ver mas allá de lo evidente o de lo que tal vez los medios quieren multiplicar, y desde su silla generar procesos de cambio, o por lo menos de conciencia acerca del curso del camino de la sociedad; en este caso una  documentalista Bogotana Martha Rodríguez de Silva  en compañía de su compañero Jorge Silva juntaron sus sendas para documentar y compartir con el mundo una realidad profunda de nuestra historia, juntos han sido considerados como pioneros del documental antropológico en América Latina su trabajo ha cubierto los movimientos agrarios, sindicales, estudiantiles, las comunidades indígenas y las culturas afrocolombianas convirtiendo sus obras en testimonios vivos de la historia de Colombia desde 1965. Marta y Jorge trabajaron juntos desde finales de los años sesenta hasta la muerte de él, en  1987. Su primera colaboración fue la mencionada Chircales que narra  la historia de la población del  sur de Bogotá en el barrio Tunjuelito en una fábrica de ladrillos  que tuvo su debut en el Segundo Encuentro de Cineastas Latinoamericanos realizado en Mérida, Venezuela en 1968. En cada producción que realizaron se menciono un sector diferente de los estratos socio-económico mas desvalorizados, como obreros sin mayor educación académica, trabajadores de las zonas rurales e indígenas; vulnerados, invadidos de olvido, nos dejan ver el gran valor sociológico y humano; “así como precisión analítica del cine que realizó esta pareja de codirectores, tal vez la más significativa y estable en la historia del cine latinoamericano.”(3) Marta ha trabajado realizando talleres de video en comunidades indígenas para la Unesco, así como también en la redacción de libros guiados hacia la enseñanza de los orígenes, y las memorias del video en los pueblos indígenas colombianos (1989-1998). Siete años duro la grabación de su documental: “Nuestra voz de tierra, memoria y futuro” (1976-1982) En el cual podemos ver el arduo trabajo en el resguardo de Coconuco en la comunidad indígena del sur colombiano, premiada en Cartagena, Huelva y Berlín (1982) y en México en 1986.


“El documental contiene un placer y atractivo, en su capacidad para hacer que cuestiones atemporales parezcan a nuestros sentidos abrazadores temas; las imágenes del mundo proyectadas nos ponen ante a realidad del mundo, económica, social, cultural etc. Las problemáticas y sus abanicos de soluciones, en las diversas formas de expresarlo y narrarlo. El nexo entre el documental y el mundo histórico es el rasgo más característico de esta tradición. Utilizando las capacidades de grabación de sonido y la filmación para reproducir el aspecto físico de las cosas, el filme documental contribuye a la formación de la memoria colectiva. Propone perspectivas sobre cuestiones, procesos y acontecimientos históricos e interpretaciones de los mismos. La representación de la realidad examina estilos, estrategias, y estructuras del filme documental” (4).


“Nuestra voz de tierra, memoria y futuro” combina dos perspectivas de saber artístico como lo es el registro documental  y la puesta en escena, pasaron más de cinco años compartiendo experiencias con un grupo indígena, para conocer desde adentro las complejas situaciones que allí se presentaban, como lleva el proceso de salir de la absoluta sumisión y servilismo  a la organización y fortalecimiento de procesos sociales internos que permita la sobrevivencia de la cultura, este documental contiene un  carácter socio-político, adquiere compromiso, es decir el cine aquí no solo como el gran medio artístico-cultural si no  también como herramienta de trasformación de los tan fuertes y ambiguos conflictos de nuestra realidad, el pasado, en el presente para reconstruir nuestro futuro, la cámara como arma de evolución y de permanencia de las culturas. La película enfatiza en el significado de la tierra de la relación del hombre con ella, ya lo dice una voz en off en el minuto          “Para nosotros los indígenas la tierra no es un pedazo de llano o loma, es la raíz de la vida, por eso la cuidamos como la raíz de nuestra cultura”. Por eso se organizaron y en el año de 1971 para el 24 de Febrero una comunidad entera que ahora leía y se instruía con otros saberes, para contrarrestar el gigante que los aplastaba; el cric, “Consejo Regional Indígena del Cauca” fue el nombre para la federación de indígenas que contaba con siete cabildos para sus inicios, que desde esta fecha viene luchando por los derechos vitales de los pueblos indígenas en la actualidad está constituido por 115 Cabildos y 11 Asociaciones de Cabildos de los pueblos Nasa, Guambiano, Totoró, Guanaco, Coconuco, Yanacona, Inga y Eperara, agrupados en 9 zonas. El CRIC fue cofundador de la ONIC, la Organización Nacional Indígena de Colombia.


Las imágenes con las que comienza el film, picos de nevados, caminos de paramos, en formato de 16 mm. En blanco y negro, el excelente trabajo de fotografía de Jorge Silva, quien capturo los paisajes de la época, en los primeros minutos una voz en off, de una mujer adulta con nostalgia nos cuenta: “Castrar al sol eso es lo que han venido a hacer aquí los extranjeros”. Unas manos elevan el mango de una espada al sol,  vemos el nevado mientras hace su entrada el actor  Fernando Vélez, el cual lleva una máscara y maquillaje de Ricardo Duque; mascara que está basada en un grabado original de Pedro Alcántara, trabajo plástico de impecable presentación, mas aun en la máscara del diablo, parte del mito de la Huecada por el pintor Herratn, Diablo que con ágil sutileza fue nombrado a lo largo de la película, la visión de cada uno sobre esta figura antigua que en este caso más que demoniaca, es una alusión al sistema estatal, que oscuramente desmiembra a nuestros hermanos, tal cual historias de ultratumba, esta vez personificado en un caballero alto un poco europeo, de espuelas y sombrero y vestido de militar que mata hasta las reces; luego ya se hace todo un estudio de contexto acerca de la situación de las diferentes comunidades indígenas y campesinas, donde ellos vislumbran a las cámaras el descontento y la forma de hacer justicia entrando a las fincas, tierras que fueron arrebatadas. En el cauca la comunidad Coconuco entrando de nuevo a sus tierras, ahora fincas propiedades  de la iglesia, del “excelentísimo arzobispo” ellos saltaron las cercas, saltaron por encima de la regla de ser sumiso  ante el cura, ante el policía e incluso ante la idea de Dios que se ha implantado, pasaron el azadón de nuevo para recrear el surco, pero la fuerza militar y represiva es más fuerte en este país, les dispararon hasta asesinar el 2 de febrero de 1967 a el indígena Justiano Lame, y en una trágica historia narrada por su compañera, nos cuentan como la muerte de Justiniano fue trascendental para el momento, mientras acompaña la ejecución musical del grupo: Yaki- Kandru, chirimías y música de los indígenas, fuerza y justicia acompañan a todos los raizales a afilar sus machetes a defender su terruño, y como los hombres y mujeres que generan el alimento de todo un pueblo se organizan para no dejar morir la lucha que se considera más que justa necesaria, como nos decía Krishnamurti: “No es saludable estar bien adaptado a una sociedad profundamente enferma”.(5) Los textos originales de la película están muy bien logrados, palabras de los indígenas y campesinos que se siente, salen de su ser, autonomía frente a la cámara, además de compartirnos sabiduría de todo el continente amerindio, como de Perú, Bolivia, y México. Todos en la misma causa.


En el minuto 1:07:13  se narra como “el diablo” camina entre nuestras montañas, se apropian con ayuda de él tantos y tantos se hacen dueños de las fincas, casas y territorios, el actor camina por toda la casa, luego en caballo se aproxima al cerro, y  caminando sube la montaña en off sueña música de ambiente misterioso, y el viento que hace atmosfera, para que una sinfonía agudicé el encuentro un paneo general del sujeto y del entorno, otro personaje esta en escena sentado sobre una roca en la cima, lleva su máscara puesta y la rabia del “caballero de sombrero” no se puede ocultar, primer plano a sus espuelas zoom en cada detalle, los dos tienen mucho que ver, se hace un primer plano a los rostros mientras que aparecen y desaparecen imágenes de un jaguar expectante, el primer plano  del rostro del hombre, se transparenta sobre su propia imagen en retroceso por la montaña y en un excelente trabajo de cámara baja de la cima no sin antes llevarse un par de valijas de cuero, una vos en off narra como los que tienen pacto con el diablo tienen dinero, y el los ayuda para apropiarse de las haciendas, es un excelente trabajo artístico que de manera sutil y muy bien planeada, nos narra la realidad del campesino y el terrateniente; como dice la voz que narra, “dicen que son extranjeros pero ese es el diablo”…Mientras unas manos campesinas prenden un cigarro de tabaco con fósforos “ El diablo” voz en off:
  “el capital de por medio… un pulpo norteamericano gringo, de todas maneras sabemos que los gringos solo vienen a Colombia a explotar los recursos naturales y  llevarse las riquezas y dejarle a nuestro país solo la miseria  y el hambre… porque si nosotros vemos al frente de industrias Purace vemos que eso va quedando es  un desierto, mientras que las riqueza se la están llevando para otro país, si,  los gringos y el diablo contra el campesino de purace mejor dicho nuestras fuerzas están debilitadas por punta y punta, se sobre entiende no, que el diablo no existe en persona pero que de todas maneras que sabemos que la metafísica existe.”


La producción por parte de la Fundación de cine Documental y la colaboración del   ICAIC  (Instituto de Arte e Industria Cinematográfica de Cuba) fue excelente ya que después de varios años de trabajo arduo llegaron a todo el equipo una serie de muy merecidos premios entre los cuales mencionamos:
·         “Premio Ocic”, de la Internacional Catholic Film Office en el Festival Internacional de Cine de Berlín. (Alemania) 1982. 
·         “Premio Fiprecsi” de la Federación Internacional de Critica de Berlín. (Alemania) 1982
·         “Premio a la mejor Dirección de Largo metraje Colombiano” Premio de Focine, Cartagena. (Colombia) 1982
·         “Premio a la Mejor Fotografía”, concedido a Jorge Silva en la muestra Iberoamericana Cartagena (Colombia) 1982
·         “Mejor Música Original”, premio Focine concedido a Jorge López, Cartagena (Colombia) 1982
·         “Mejor Expresión de Valores Humanos”, Teatro de Cámara (Cartagena) 1982
·         “Mejor Film Latinoamericano”, Festival Ibero Americano Huelva (España) 1982
·         “Premio a la Mejor Realización Latinoamericana”, primer festival de Cine de los pueblos Indígenas, México 1985
Pero los logros y resultados van  mas allá de la premiación, se tiene un resultado bastante complejo, con reflexiones sociales, políticas, económicas, espirituales, ambientales, en una profunda cavilación que nos invita a no olvidar, a no dejar de sembrar la semilla de la unidad de los pueblos, para que tantos sueños soñados en el viento, ya dejen de ser pesadillas las semillas levan consigo la memoria de un pueblo de una cultura, son tantas y tantas formas de preservar la vida, que la memoria es imprescindible en el pueblo del olvido inmediato.



“Comparto la opinión de muchos contemporáneos de que la crisis espiritual en todos los ámbitos de vida de nuestro mundo industrial occidental sólo podrá superarse si sustituimos el concepto materialista en el que están divorciados el hombre y su medio, por la conciencia de una realidad totalizadora que incluya también el yo que la percibe, y en la que el hombre reconozca que él, la naturaleza viva y toda la creación forman una unidad”. (6)



Notas:


 (1) Jara, Víctor La Quiriquina, Chillán Viejo, 1932 – Santiago, 1973) Cantautor chileno. Fue también director teatral, investigador del folclore y de los instrumentos indígenas, actor, dramaturgo y libretista, pero alcanzó la mayor trascendencia como compositor y cantante popular.
(2) Viejo Antonio, El personaje que Marcos introduce en sus escritos no es un invento literario, sino un hombre de carne y hueso, fueron amigos desde 1985, participo junto con sus hijos y demás parientes en la movilización campesina que politizo hondamente en el norte de Chiapas durante la década de los años sesenta y setentas, participo también en el proceso de colonización que llevo  su gente a los ejidos de Emiliano Zapata y tierra y libertad.

(4) Bill Nichols La representación de la realidad, cuestiones y conceptos sobre el documental, Ed. Paidos 1997 España, México, Buenos Aires.

(5) Krishnamurti: fue un conocido escritor y orador en materia filosófica y espiritual. Sus principales temas incluían la revolución psicológica, el propósito de la meditación las relaciones humanas la naturaleza de la mente y cómo llevar a cabo un cambio positivo en la sociedad global.
(6) Albert Hoffman (Baden, 11 de enero de 1906 - Basilea, 29 de abril de 2008) fue un químico e intelectual suizo. Describió la estructura de la quitina, pero es más conocido por ser el primero en haber sintetizado, ingerido y experimentado los efectos psicotrópicos del LSD(dietilamida de ácido lisérgico). El Dr. Pharm. (hc) Dr. Sc. Nat. (hc) Hofmann (denominación formal de su título académico) era miembro del Comité del Premio Nobel, la Academia Mundial de Ciencias, la International Society of Plant Research y la American Society of Pharmacognosy.








Bibliografía 


·         Subcomandante Insurgente Marcos. Relatos del viejo Antonio. Primera ed. 1998, Centro de información y análisis de Chiapas, México
·         Los otros cuentos, relatos del Subcomandante marcos (Enero 1996)
·         El documental. Historia y estilo (Gedisa, 1996).
·          
·         Bill Nichols La representación de la realidad, cuestiones y conceptos sobre el documental, Ed. Paidos 1997 España, México, Buenos Aires.
·         Diccionario del cine. Eduardo A. Ruso
·         El documental Historia y estilos. Erik Barnouw. Ed. Gedisa. Primera ed 1996.



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