Por
Andrea Vasquez Ocampo
Corresponsal La Moviola
Buenos Aires
En esos días en los que el Señor Márquez se mordía la punta del dedo chiquito por su nobel de literatura…(1.982) en los que Pablo Serrano recibía una lluvia de confetis por su premio Príncipe de Asturias de las Artes, para tres años después decir adiós en una “Bóveda para el hombre”.
Aquellas noches en que cientos de copetes y tobillos aprisionados tenían una sobredosis de “Start me up”, mientras una “Zona Prohibida” salía como un fluido rosa de una Pizarnik ya dormida.
Cuando miles de jóvenes, con ideales azul celeste, combatían con ingleses por un territorio para la colección… alguien, en una hermosa ciudad donde el agua danza bajo los puentes y los ladrillos se reflejan con sombras al medio día, reproducía “Moznosti dialogu”.
Jan Švankmajer nace en 1934, en Praga. Artista gráfico, diseñador, escultor y poeta surrealista, un hombre que con guantes de terciopelo, dibuja en nuestras retinas figuritas y personajes que danzan como en un cuento de Lutwidge Dodgson. Al igual que Michael Dudok o Tim Hope, Švankmajer nos envuelve en un mundo fascinante donde la plastilina, los dibujos o la arcilla hacen permeable a la imaginación historias imposibles de metales y cartones que comen cabezas, de niñas que duermen en un barquito en el fondo del lago o de equilibrios perfectos de una caja y varios hombres en el espacio.
Inicia su vida artística con el teatro, donde tal vez sus movimientos en las tablas cubrieron de azul sus manos para más tarde dar vida a través de ellas. Una de las afortunadas victimas del séptimo arte; pero es a través de la animación donde encuentra una gran extensión para sus necesidades artísticas, creando mundos paralelos donde la crítica y la razón eran pilares que muchos (en 1972) no estaban dispuestos a permitir y es así como lo censuran por sus “contenidos arriesgados”. Desde “El último truco” en 1964 hasta sus largometrajes, Švankmajer recrea climas fantásticos, en los que temas como el canibalismo sobrepasan contextos resultando fascinantes e involucrando la imaginación y los colores en un todo. Wolfgang Goethe ( del cual adaptó "Fausto") , Edgar Allan Poe y Lewis Carroll ( del cual adaptó "Alicia" ) entre otros, son algunas de las influencias literarias de este mágico artista, que reflejadas en sus obras hacen que la imaginación recorra rincones ocultos de mentes extraordinarias expuestas en una bandeja brillante.
Su técnica fascina a muchos y atraviesa a unos pocos. Así como Picasso al cubismo, Švankmajer al Stop motion. Ésta fantástica técnica que deslumbra desde Burton hasta una niña en su computador, logra crear atmósferas indescriptibles e inalcanzables. Es así como Švankmajer expone su imaginación y visión en uno de los largometrajes mas extraordinarios y creativos, “Neco z Alenky” ("Alicia" 1988) es una de las creaciones mas fabulosas, donde la copia o adaptación quedan en un tercer plano, pues la imaginación y libertad que nos permite descubrir a Alicia a través de sus ojos y manos, nos eleva más allá de un “País de Maravillas”. Al igual que su obra “Faust” ("Fausto" 1994)”, a la que muchos censurarían y juzgarían, evidencia una realidad critica con un humor preciso que se disfruta en cada escena.
“Moznosti dialogu” es un corto fascinante, la técnica y el material nos transportan, pero volamos más allá visualizando el “amor”. Se funden…nos fundimos, se tocan…nos tocamos, flotamos, rompemos, cogemos, les sobra…nos falta. Dedos entre arcilla con manos que vuelan, besos que se funden con saliva perfecta. Critica e ilustración, de lo mas banal o si se prefiere lo mas profundo. Cabezas y cuerpos que se esfuman en una mirada perdida.
Este es el enlace al video…disfrutemos a este autor tomados de las manos con arcilla!!!
http://www.youtube.com/watch?v=O_QOjLnVEC8
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