ZONA DE MIEDO



Por

Oscar Romero



Una vez la estatuilla del Oscar a mejor película fue otorgada a Kathryn Bigelow por Hurt Locker (2008), mi aspiración de escribir sobre la no-ficción de Avatar quedo a un lado, obligándome a revisar concienzudamente esta revelación femenina de la cinematografía mundial, vale la pena hacer una retrospectiva y un análisis a sus filmes. En este país, en tierra hostil (traducción a España), donde vivir al límite (titulo en Argentina y Uruguay) es algo cotidiano, preferimos la traducción Zona de Miedo.

Contrario a los millones de personas alrededor del mundo que vimos Avatar, Zona de miedo fue una de las películas menos vistas por problemas de distribución, llevaron a esta producción independiente de 11 millones de dólares a ser estrenada directamente en DVD en países como Brasil o en contadas salas en el resto del mundo, basado en guión de Mark Boal sobre experiencias personales del periodista en el conflicto de Iraq, definitivamente no es una alegoría a las confrontaciones políticas, Kathrin Bigelow no había salido tan bien librada de su anterior filme K-19 (con Harrison Ford) o the Widowmaker (2002) sobre un espinoso suceso real (a bordo de un submarino nuclear soviético) que relata de una forma muy libre los eventos que en 1961 pusieron al mundo al borde de la guerra, con Hurt Locker la Directora toma distancia en el maniqueísmo moral de la guerra y nos presenta una historia sencilla de la cotidianidad de unos soldados inmersos en una guerra invisible que todavía se libra en Irak, explotando la paranoia estadunidense al servicio de un público por medio de puntos de vista cinematográficos y una capacidad extraordinaria de crear suspenso y tensión.

Un Irak fantasmagórico, aterrador, miedo, angustia y desorientación en sus personajes, lejos de un discurso anti-bélico con tintes realistas bajo la forma de ficción, a manera de un documental expositivo (incluso rodando en 16mm) pero visualizado como un thriller bélico estadounidense, Kathrin Bigelow rechaza la épica y el heroísmo (que abunda en Avatar) verosimilitud y espectacularidad equilibrando el filme, genera una tensión particular en su obra., estas cualidades articuladas en un rodaje, en pleno desierto de Jordania a pocos kilómetros de la frontera con Irak hacen de esta película una pieza cinematográfica autentica y que asume el cine como vehículo de representación inmediato, visualizando otras alternativas en el relato audiovisual.

Bigelow tiene una carrera brillante, en su cinematografía ha pasado de dramas ultra violentos en The Loveless (1982) protagonizada por Willem Dafoe, terror con “Near Dark” ” (1987) o “Los viajeros de la Noche (una película sobre vampiros, con muchos elementos de western) pasando por el clásico de los noventa Break Point (1991) protagonizado por Keanu Reeves y Patrick Swayze, trabajando con talentos actorales de la talla de Sean Penn, Jamie Lee Curtis (todo un icono del cine de terror), Harrison Ford (k-19) después de este filme se retiro de la dirección y seis años después volveríamos a saber de esta realizadora con entrada triunfal en los festivales de la academia británica (BAFTA, donde ganó a mejor película), 8 nominaciones al Oscar logrando cinco de de ellas (montaje, mescla sonora, guión, dirección y película) después de haber sido nominada a Globo de Oro también por mejor película con Zona de Miedo.

Hay un filme en particular que me llama la atención titulado Extrange Days ( 1996) con guión del propio James Cámeron y producción de Steven Spilberg , no solo por la secuencia que se inmortalizó en mi inconsciente cinefilico , (la joven Juliette Lewis actriz de culto de mi generación por la película Asesinos por naturaleza -1994- , interpretando a una bella prostituta deslizándose sutilmente sobre patines en un bikini muy sensual, por favor revisen el tráiler en Youtobe), sino porque este filme de tendencia Ciberpunk, que combina la ciencia ficción con el cine negro, protagonizada por el gran actor Ralph Fiennes y tiene en su realización varias pistas para llegar tanto a Avatar como a Zona de miedo y pongo un ejemplo: las cámaras subjetivas ( para los que han jugado el muy conocido Doom) que en los tres filmes intentan meter al espectador en la cabeza del personaje en situaciones “reales” simuladas en algunos casos ( Avatar y Extrange Days) y en Zona de miedo cada paso que da un comando antiexplosivos en el ardiente desierto, sintiendo hasta el más mínimo respiro en primer plano sonoro, los tres filmes también hablando de la paranoia y los enemigos invisibles ( que siempre han tenido los gringos). Esta película es además un antecedente fundamental para la película Matrix y el juego de las realidades virtuales.

Termino este articulo resaltando la gran carrera de K. Bigelow y dando un crédito absoluto a su premio a mejor directora ( primera vez en toda la historia de los premios Oscar) una realizadora que ha pisado firmemente en géneros donde la adrenalina y la testosterona rebosan el acetato y que con una historia sencilla logra insertarnos por medio de su cinematografía en universos únicos, la virtud de pasar de filmes de terror, al drama y al los thrillers bélicos con tanta maestría son suficientes razones para revisar los filmes de esta extraordinaria dama del Cine.

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