Nuestro corresponsal de
Disfrútenla.
Por
Martin Meddourene
Corresponsal
Bruno Dumont
Después de cuatro películas que le dieron reconocimiento con dos palmas de oro en Cannes (La humanidad en 1999 y Flandres en 2006) y una experiencia en Estados-Unidos (29 palmas - pasiones salvajes en 2003), Dumont vuelve al cine de sus comienzos localizado en Francia y con metáforas religiosas. Pero el materialismo y la carnalidad de sus películas anteriores situadas en el mundo rural parecen terminados para dar paso a un cine más místico de palabras que actos. Presentando su nueva película Hadewijch, sobre una joven monja enamorada de Dios que luego de ser rechazada del convento termina por buscarlo entre fanáticos islamistas, Bruno Dumont contesto algunas preguntas sobre su propia búsqueda como cineasta.
Martin Meddourene: Como nació la idea de la película?
Bruno Dumont:
Me interesa naturalmente el misticismo porque me di cuenta que de tanto hacer cine había algo místico en lo que hacia y que se me escapaba y tenia ganas de acercarme a los místicos de los profesionales de esa problemática. Místicos flamencos casi no hay y en una librería por casualidad encontré Hadewijch de Amberes. Y estuve totalmente impresionado por esta mujer con un amor tan grande que su fuerza de amar y ser amada era sorprendente, nunca he encontrado una mujer así y me emociono mucho. Leí sus visiones y sus poemas. Fue una mujer perdidamente enamorada de Cristo y escribió textos absolutamente apasionados sobre ese deseo, ese amante como dice ella. Son textos de mucha castidad, muy católicos pero a la vez muy eróticos también y quise instantáneamente conservar ese corazón y como no estoy interesado en esa época- Hadewijch siendo una mujer del siglo trece- quería colocar ese corazón en una mujer de hoy en día. Ver como alguien que ama así sin medidas puede vivir en el mundo y como puede aparecer en comparación con gente que en nombre de ese amor puede hacer lo contrario, o sea entrar en la violencia. Lo que me interesaba era saber hacia que momento hay una puerta que se abre en el amor y lleva a su contrario. La gente que mata por amor me interesa mucho. Y tenemos con Hadewijch, porque la actriz cuando recita su dialogo recita palabras tomadas de Hadewijch de Amberes, la coincidencia del amor y de la violencia que ya residía en Hadewijch donde estaba presente la espada. Es muy sorprendente encontrar en religiones de amor esa potencia de la espada y de la muerte.
M.M.: Como fue el encuentro y el trabajo con la actriz Julie Sokolowski, sabiendo que en las películas anteriores se trabajaba bastante con no profesionales?
Dumont:
Entreviste primero una actriz francesa muy conocida porque mi productor lo quería. Pero no resulto porque no sentí el deseo ni ella tampoco. Después fui a ver mujeres ordenadas como religiosas, entre 20 y 25 años. Fue muy interesante porque encontré mujeres enamoradas de Dios que me contaban historias alucinantes sobre ese amor pero al mismo tiempo algo no cuadraba porque yo soy cineasta, no soy documentalista, hago ficciones. Entonces no necesito la verdad, o sea no necesito de alguien que este lleno de Dios. Y a Julie Sokolowski la encontré por coincidencia a la salida de mi película anterior Flandes y me impresiono así no más sin razón y tuve que buscar casi un año y medio sin encontrar a nadie para el personaje para volver hacia ella, una persona que no es creyente, que no quiere ser actriz. Yo tenía que hacer todo ese trayecto de encontrar actrices y religiosas para darme cuenta que necesitaba trabajar con alguien que no lo fuera. Cuando miro su manera de interpretar, ella no sabe rezar y lo hace muy mal, es muy torpe. Pero eso es lo que me interesa, no necesito la exactitud de la representación de una creyente. Eso no es mi propósito sino el despertar como descubrimiento. Es más interesante de ver alguien que descubre amor que una cristiana perfecta y que reza de manera recta. Tengo mas placer en trabajar con gente torpe porque pienso que en la torpeza hay un despertar y es algo que el espectador puede reconocer. En realidad, pienso que es el espectador que la mantiene. Ella siempre esta dispuesta a caerse, a interpretar mal el personaje pero la simpatía del espectador la mantiene. El cine es eso. Creo que cuando se hacen películas hay que tener en cuenta al espectador y este tiene que encontrar su razón de ser en el mantenimiento de la actriz. Si miran bien, en realidad ella actúa mal. Bueno no tan mal pero con una gran fragilidad y eso es malo en la interpretación de un actor pero es esa fragilidad que hace toda su belleza. Pienso que es el espectador quien la completa y la acompaña. Eso es lo que yo espero del cine. Es complicado encontrar ese arreglo pero como lo dije es coincidencia. Y la dificultad que tengo de trabajar con profesionales viene de eso porque son gente que termina la escena.
M.M.: Esta película viene después de Flandres, se podría decir que hay una correspondencia en su filmografía?
Dumont:
Si porque pienso que el personaje en mi película anterior, el de Barbe es el personaje de Hadewijch. Esta última nació en la primera. Pienso que en mi próxima película los personajes presentes aquí en esta película están en maduración. Hay como un lazo natural entre las películas, o sea nunca se termina de hacer la misma película y hay evidentemente un lazo con el personaje de la película anterior y esta película. Es una especia de manera de arreglar, porque pienso que Flandres no es perfecto y sé que la próxima película va a corregir esta.
M.M.: Desde su primera película se veía en la pantalla una realidad que muchos conocían pero que no querían tratar y a algunos espectadores les produjeron incomodidad. Es también el caso con esta película Hadewijch?
Dumont:
No, yo pienso que mis películas no tienen nada que ver con la realidad de la cual tienen toda la apariencia por culpa de los actores, de la toma de sonido directa, de toda la superficie pero en al fin de cuentas hablo de lo contrario, o sea pienso que en Hadewijch del comienzo al final de la película estamos en su interioridad, en el puro sentimiento de amor. Y ese puro sentimiento de amor no lo puedo filmar lo único que puedo filmar es una persona y paisajes. Así que del comienzo al final de la película estamos en la representación del amor puro. Entonces la película no tiene ningún valor especial. Todo lo se que ve, como el apartamento que parece delirante, el concierto rock no tiene ninguna realidad y es demente. Eso muestra que no estamos en la realidad sino en la representación de lo invisible pero lo invisible no se puede filmar. Y se que es ambiguo, pienso que el aspecto de la película, que los actores no profesionales, el sonido directo dan la impresión de estar en casi documentario y en realidad no. Estamos en la representación. Pienso que es una película totalmente surrealista.
M.M.: Acerca de la geografía, estamos en un Paris no muy común y ese convento que es importante no solamente por lo que representa sino por su geografía que impone. Porque decidió filmar allí y de mostrar la ciudad de esa manera?
Dumont:
En realidad no son cosas que yo planeo. El convento o monasterio que se ve de afuera existe cerca de Bayonne en
M.M.: Qué representa el personaje del albañil?
Dumont:
Necesitaba encontrar la presencia de un hombre en un ambiente de mujeres recluidas y el convento es por definición un lugar de recluidos. La única justificación de la presencia de un hombre adentro es la de un obrero. Ese es el postulado. El albañil tenía que estar allí y tenia que verla, es lo que sucede al comienzo y al final de la película. Es una mirada que es presente sobre ella y al mismo tiempo va a jugar un rol al final de la película porque él es el que la termina salvando. Pero es también un hombre común, lo mas posible, con problemas que lo llevan a la cárcel pero no es muy importante eso. Pero él esta allí como hombre.
M.M.: Y el padre tecnócrata?
Dumont:
El es vació. Ella dice que es un carbón. Son personajes que son existentes porque pasan por allí y están visibles pero no tienen tratamiento y si no lo tienen no hay que darles más importancia que la que les doy.
M.M.: Más allá del misticismo de la protagonista no hay un regreso a la realidad con la violencia?
Dumont:
Ella representa cinematográficamente nuestro deseo puro de ser amados que tenemos en nosotros y que esta aquí representado por el amor de Cristo. Lo que ella realiza es lo que el espectador realiza y ella va hasta el final de ese sentimiento y el puro sentimiento de amor es la violencia o sea su contrario. Es por eso que el cine es un lugar de catarsis, es decir que lo que ella hace es algo que el espectador no puede hacer. Pero ella lo hace por nosotros. Va hasta el límite de su amor en nuestro nombre. Porque nosotros, ese amor absoluto, pienso que tenemos el deseo, peor no podemos vivirlo. Tenemos que amar a alguien, hombre o mujer, ella sale de eso para estar en el amor puro y ama alguien que no esta allí y es por su ausencia que es perfecto. Entonces ella esta en tensión y brilla de amor como nadie. Y ella es un sentimiento que esta en nosotros. Nuestra alma tiene ese sentimiento puro, es un sueño ideal. Somos humanos entonces tenemos que amar entonces lo que ella hace lo hace para nosotros. Y va más allá de lo que la gente hace para nosotros y mata por nosotros así como hay gente que hoy en día piensa que va a ir al paraíso matando. Eso es totalmente contradictorio para el pensamiento racional y para mí. Pero ella lo logra hacer. En la película estamos en un delirio, ella es ese delirio que esta en nosotros. Bueno no exactamente porque tenemos una moral, un equilibrio pero ese sentimiento es capaz de eso. Y al final ella pone fin a ese amor de Dios y entendemos porque es una superstición.
M.M.: Entonces ella esta equivocada, esta errada en lo que cree que es el amor.
Dumont:
No, es usted el que se equivoca. Ella no existe. No la puede considerar como una persona real. Esto solo es cine. La experiencia del cine es una experiencia fuera de si mismo, por eso se identifica uno con el personaje y se queda hasta el final de la película porque no es ella la que uno mira sino uno mismo.
M.M.: En sus películas anteriores, el uso de la música esta determinado por su presencia en la historia como radio o como alguien que canta. Pero aquí al final de la película, hay una música que acompaña la escena pero que no proviene de ella. Que determino ese cambio?
Dumont:
Pienso que es el tema con el cual la música tiene históricamente en la educación religiosa y la fe la música de Bach, tiene un lugar importante. Y pienso que para explorar el misterio del corazón de esta mujer como sujeto de la película, había que entrar en su interior sabiendo que uno siempre se queda al exterior, no puedo entrar en su corazón. El propósito de la película es penetrarla y para eso la música me ayuda. Por ejemplo en la escena del concierto, la música hace una incisión en su corazón que favorece su comprensión, lo mismo sucede con el concierto de música rock porque pienso que al mismo tiempo la música es profundamente mística, hay un fenómeno de viaje de éxtasis que es muy místico y ella participa a esa condensación, ese estado profundo del misterio espiritual del ser. Para mi esa mujer es nuestra alma, su representación, el misterio que no entiendo mas que usted. Coloco mi cámara y otros aparatos y hago movimientos con ellos para tratar de definirla. Nunca podré decir que lo logre pero si hago sonar música es para justamente aumentar la precisión. La música final es para profundizar su angustia. Es para hacer penetrar en el hombre, para llegar a un grado de afinamiento puntiagudo en ella que no alcanzaba sin música porque primero trate sin acompañamiento musical pero ese final era muy duro. Yo quería hacer una película de amor y al final estaba desesperado porque quería que fuera bello, que creyera en el amor, hay que volver dar al espectador un entusiasmo que lo lleve al amor de verdad, sabiendo que salimos del terrorismo y de la violencia. El espectador tiene que volver a subir como en una curva. Quería un final luminoso.
M.M.: Se puede considerar una película sobre la adolescencia ya que en la mayoría de sus películas sus protagonistas son jóvenes.
Dumont:
Si, es una película sobre la juventud pero no la juventud de hoy en día sino la juventud de ese sentimiento. Que sea de 75, 40 o 20 años es la edad del público. Necesitaba alguien joven no porque representa la imagen de la juventud de hoy sino la imagen de la juventud de ese sentimiento. No es lo mismo. Pero ese sentimiento hay que representarlo sobre un cuerpo y lo encontré su cuerpo y ella tiene 20 años. Yo no tengo 20 años pero cuando la veo me reconozco y es lo mismo con espectadores de 90 años. Pero es una representación y es más actual que la juventud de hoy.
M.M.: Como logra ese realismo en sus películas?
Dumont:
Para mi las grandes películas son esas en la que el director logra desaparecer. Ya no hay intenciones. Entonces hay que luchar. Tengo que luchar contra mi mismo y se que tengo que borrarme. Y desaparezco filmando de la mejor manera esta historia. Lo que tiene que existir es esta historia y no yo filmando esta historia no nos interesa mi opinión que no tiene que existir en la historia. Es un ejercicio de humildad en la que tengo que filmar de manera tal que si miran los planos, la cámara se mueva poco. Además es la primera vez que no use el formato scope sino un pequeño rectángulo nada espectacular pero pobre, el sonido es en mono, los parlantes dolby no son utilizados. Es el grado de una película muy pobre pero esa precariedad acompaña muy bien mi tema donde vive el ascetismo. El tema es el que escoge el plano fijo y el sonido mono. Lo más simple es lo mejor y hay muchas decisiones de puesta en escena como el uso de movimientos de cámara que están dirigidas hacia la desaparición de la imagen. En la que uno deja de existir.
M.M.: Con respecto a los diálogos hay un cambio con las películas anteriores donde dominaba la reducción de estos.
Dumont:
Porque el tema de esta película mas espiritual requería mas palabras. Eso era problemático para la actriz porque al comienzo de la filmacion ella no decía nada porque no lograba hablar. No me molestaba que no hablara mucho. Es también un tema sobre el logos, la palabra. Me interesaba enfrentarme a un nuevo reto.
M.M.: También vemos la desaparición del amor físico muy presente anteriormente por el amor espiritual.
Dumont:
Eso también quería cambiarlo. Pero es de todas formas una película muy erótica ya que le es prohibido su cuerpo a ella, entonces el espectador extraña el cuerpo.
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