Imagen de portada de Neuromante de William Gibson
Por
Gabriela Santa Arciniegas
Colaboradora habitual
La Moviola
En este trabajo nos proponemos comparar dos novelas muy dicientes sobre el tema de la realidad virtual y los hackers. La primera es Neuromante de William Gibson, y la segunda, Bandidos y Hackers, de Albeiro Pineiro, a la luz de Monsivais y de Cuadra.
La de Pineiro es un recuento construido de forma casi periodística, de todos los hackers y programadores mas famosos de la historia, con un ingrediente ficcional, un constructo literario que equivale al personaje Simon Temp. La de Gibson, una proyección futurista de ciencia ficción, basada si en la realidad, pero con un alto porcentaje ficcional. Gibson es el Julio Verne del ciberespacio, los hackers y la informática. El consigna por primera vez términos como ciberespacio, autopista de datos, chat. Y vuelve tridimensionales los conceptos de virus, firewall, entre otros. En el mundo que el crea en esta novela, se mezclan la cibernética, la realidad virtual, lo apocalíptico propio del genero punk, en una historia oscura como es la de Case, el vaquero ciberespacial. Esta novela escrita en los anos 80 se enraíza en la realidad tan bien descrita en Bandidos y Hackers. Los personajes referidos en este libro son los gérmenes de lo que puede llegar a ser alguien como Case en un futuro hipotético.
Temp de Bandidos y Hackers es una ficcionalizacion principalmente de Mitnik, aunque con elementos de otros hackers y computer geeks de la historia. Temp es el nombre de la carpeta de archivos temporales alojada en el sistema de Windows. Temp es donde se posan efímeramente todos los archivos que entran a un computador. Y Simon Temp era precisamente asi, era temporal, no gustaba de tener ninguna posesión que lo atara al sistema social: ni carro, ni un trabajo estable, ni un apartamento propio. Lo único que quería poseer era un computador, un modem y una línea telefónica, como bien lo cita Albeiro. De resto, ni siquiera una dirección IP fija podía tener, nada que lo hiciera rastreable por la policía. Nada que dejara su sello como criminal. Temp quería ser anónimo, pero a pesar de sus intenciones siempre terminaba escapándosele algún detalle y la policía terminaba golpeando la puerta de su casa, encontrando el computador desde el cual estaba espiando o robando información clasificada. El computador, el modem y la línea telefónica aparecen como prótesis de individuos quebrados, relegados por la sociedad, enfermos por causa de familias desarticuladas como en el caso de Temp, asmático, gordo, mantenido por sus padres, solitario y tímido, desertor del sistema de educación. Los accesorios eléctricos y electrónicos se convierten en una de sus pocas posibilidades de socialización. Cuando Temp socializa solo lo hace con otros hackers, en persona pero casi siempre irrumpiendo en los sistemas de comunicación computarizados --el primer internet-- y por lo general con el único fin de encontrar grietas de seguridad: ingeniería social. Y cuando se acerca a las mujeres solo lo hace cuando se trata de bailarinas exóticas de Arc'terix. De resto, cuando se trata de las horas que pasa frente a su computador, Temp, como todo hacker, solo busca el reto. Find the gap. Traspasar las fronteras hacia lo vetado, lo clasificado, lo prohibido. La adrenalina. Sentir el poder y la omnipotencia.
"Cometió el clásico error, el que se habia jurado no cometer nunca. Robó a sus jefes. Guardó algo para él y trató de escabullirlo por intermedio de un traficante en Amsterdam. Aún no sabía con certeza cómo había sido descubierto, aunque ahora no importaba" (Gibson, pg. 6).
En la realidad actual , un hacker puede ser encarcelado por unos años y luego volverá a sus andanzas. En la realidad que plantea Gibson, el castigo puede ser más extremo: "le dañaron el sistema nervioso con una neurotoxina rusa de los tiempos de la guerra(...) El cuerpo era carne. Case cayó en la prisión de su propia carne" (Gibson, pg. 6).
Es notable el hecho de que, viniendo de una tradición narrativa como la que hemos tenido en estos últimos anos del siglo XX y primeros del siglo XXI en Colombia, estancados en la obsesión de narrar la violencia, la prostitución y otros problemas socioculturales y políticos, venga este ingeniero con una propuesta totalmente nueva, globalista si así se puede decir, y nos traiga toda una catedra sobre la historia de los hackers, con ese estilo totalmente norteamericano, periodístico, conciso, y ambientado además en Estados Unidos. Al leerlo es como si se estuviera leyendo una traducción al español de un libro originalmente escrito en lengua inglesa. Me recuerda mucho las historias de detectives, de terror y de ciencia ficción escritas por norteamericanos que solia leer de pequeña. Es como dice Carlos Monsivais: "si la realidad se entiende como el ir y venir de los home-computers y la globalización, y si la hiperrealidad de la nueva tierra prometida, la tecnología será la partera de las nociones del futuro (...) Si todavía en rigor son poquísimos los que viajan del rancho al internet, no cabe duda que serán muchísimo menos los que viajen del internet al rancho" (Monsivais, 20-21). Monsivais habla de otra característica de las culturas latinoamericanas que se ve totalmente reflejada en la novela: la migración. Albeiro Pinero migra físicamente, del territorio geográfico colombiano, al norteamericano, físicamente de una cultura tercermundista e hispano-descendiente a una primermundista anglo-descendiente --sabemos lo diferente que actuaron la una de la otra cuando colonizaron los territorios americanos. Y causa una migración temática en la literatura colombiana, de los temas sociales identitarios, a un problema que debería preocuparnos tanto como el narcotráfico porque nos afecta a nosotros también: el hackeo, el crackeo. El crimen informático.
Las raíces de la novela de este autor paisa no están en Garcia Marquez ni en Espinosa, ni en Borges, ni en Cortazar. No están mas atrás como las de muchos otros autores colombianos o latinoamericanos, en Baudelaire ni en Poe. Ni en Goethe ni en Dante. Están en la literatura norteamericana, sobre todo en la ciencia ficción: Bradbury, Dick, Gibson. La referencia mas clara es a Gibson, por ser tan importante en el genero del cyberpunk con su cuento Johnny Mnemonic y su trilogía de la cual hace parte el Neuromante. Semillas de la película Matrix.
Pinero se aparta de su cultura latinoamericana, tradicionalista, colombiana aun sin una conciencia de su esencia como cultura, pero mediada por una religión caracterizada por el temor --temor al pecado y al infierno, a la tentación y al propio Dios-- y por la familia como centro del universo, a narrar las hazañas de unos personajes sin familia, sin temor a ningún dios y a ninguna ley, y sin ningún orden en su vida. Personajes que no comen ni duermen por estar intentando quebrar los sistemas informáticos del gobierno, y a los que no les interesa insertarse en el sistema, solo quebrarlo.
Si hablamos del texto de Antonio Cuadra, es de notar la siguiente instalación artística que fue hecha en Santiago de Chile por los anos 2001, 2002: la casa de cristal. La instalación consistía de una pequeña casa de cristal ubicada en un lugar publico, en la que vivió por una semana una mujer. Todo el que pasaba por ahí podía verla, detenerse, observarla mientras leía, mientras comía, e incluso mientras se banaba --aunque en estos momentos había una cierta protección de la desnudez.
En internet algunas veces nos sentimos como esa mujer, cuando creamos una cuenta p. ej. en Facebook donde el numero de amigos asciende a mas de 500 pero no conocemos sino a un punado de ellos, y sin embargo todos los otros 400 y tanto pueden ver nuestras fotos y leer nuestros pensamientos; pero peor aun cuando pensamos en la posibilidad de que cualquier hacker puede quebrar nuestro sistema y tener acceso a nuestros datos mas privados, mas íntimos, que numéricamente corresponden a nuestros números de cuenta, seguridad social --en el caso de Estados Unidos-- pasado judicial, etc. En la ciudad real usted sabe cuando se ha entrado un individuo que no ha disco invitado. En la ciudad virtual los criminales son invisibles. Imaginarios, diría Nicanor Parra como lo cita Cuadra. Actúan sobre documentos imaginarios borrando números y comandos imaginarios. Pero los problemas que causan no son para nada imaginarios.
Según el texto Cibercultura (Rodriguez, 2010), según se cita a Guiomar Salvar y a Pierre Levy, la utilización de la tecnología en este caso de la web, no solo modifica las comunicaciones: también modifica "el cuerpo, el texto, la economía y la inteligencia (...) e incluso aspectos colectivos como las comunidades, la empresa, la democracia, etc."
En la novela de Patino no se ve como este personaje de Temp, gordo, asmático y asocial, se vuelve poderoso, ágil, osado, al penetrar en la red. Olvida sus limitaciones y crea un alterego que es su querer-ser. Claro, en Gibson esto es mas extremo, pues vemos personajes como Molly, a quien han insertado ciertos accesorios cibernéticos que van pegados permanentemente al cuerpo. Las personas poseen en la cabeza aditamentos que les permiten acceder a la red. Muchos tienen prótesis electrónicas, como Ratz. Algunos son insertados en la red después de muertos, como Dixie. Otros como Armitage son puro software viviendo dentro de un cuerpo ya sin conciencia de su humanidad. Etc. El concepto cuerpo trasciende lo orgánico, individual, consciente de si, para fusionarse de diferentes formas con lo cibernético, lo ciberespacial, las inteligencias artificiales. Incluso la vida puede ser prolongada por mas de cien anos a través de procedimientos de ingeniería genética de niveles nano cósmicos. Las dos novelas sin duda plantean la misma problemática que plantea los diferentes aspectos y en las diferentes etapas en que el uso del ciberespacio esta modificando --y seguirá haciéndolo-- la cultura, desde lo macro hasta lo micro, desde lo financiero, político, hasta lo afectivo y lo concerniente a la autopercepción de cada individuo.
BIBLIOGRAFIA
MONSIVAIS, C. Del rancho al internet. 1999. México. Instituto de seguridad y servicios sociales de los trabajadores del estado. Colección biblioteca del ISSSTE.
CUADRA, A. De la ciudad letrada a la ciudad virtual. Inédito, 2003.
PATINO, A. Bandidos y Hackers. II premio de novela. Premios nacionales de cultura. Universidad de Antioquia
Colección premios nacionales de cultura universidad de Antioquia. CEP - Banco de la Republica - Biblioteca Luis Ángel Arango. 2007.
GIBSON, W.Neuromancer. Editorial Minotauro. Colección Kronos. Barcelona. 2007.
RODRIGUEZ, J.A. "la virtualización en la cotidianidad" capitulo "los temas de la cibercultura" en Cibercultura extraído del sitio web de Wikilibros, http://wwwes.wikibooks.org/wiki/Cibercultura, 2010 visitada el 30 de mayo de 2011.
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