Por
NATHALIA BEDOYA
MANUEL MALAVER
JOHN MONTOYA
Especial para La Moviola
Habría que puntualizar un poco este tema de lo literario. Habría que hacerlo, porque además, en muchos de los ámbitos éste escritor no es más que un ensayista o periodista más, pero para lo que compete al arte, la sociedad y la literatura, la obra de Germán castro Caycedo enmarcada en lo que para el periodismo seria un ¨periodismo literario´ y para la literatura una ´periodística´ , aporta elementos más que de una estética propia – es claro que la tiene- de una reflexión sobre el mundo y específicamente de Colombia.
Quizá Gabriel García Márquez en una de sus palabras haya comentado la influencia que tuvo para él, el ser antes que escritor – desde la oficialidad académica- periodista , pero quizá también, nosotros desde allí identifiquemos elementos mucho mas literarios y ficcionados de la realidad colombiana tal como Macondo, que la literatura de Caycedo. Ésta, que no es una comparación, tan sólo para poner sobre la mesa esa generación en la que Caycedo también emerge y para borrar un poco las fronteras entre una y otra disciplina, que para el arte en la escuela tanto daño hace, porque hablar del país y la sociedad no solo se hace en la clase de ciencias sociales y no sólo con mapas sino con la literatura misma.
Hablemos de la obra
“La tundra está ahora llena de sonidos. Antes había silencio. Todo silencio: cuando cae la nieve, las palabras se congelan y no pueden sonar. Pero ahora se disuelven y comienzan a escucharse. En el invierno dijimos cosas y las mujeres no las pudieron oír. Ahora ellas sonríen: comienzan a escucharlas.”
El techo del mundo – Caycedo
Hay un punto en la lectura de Caycedo en la que uno quisiera saber cuál es la parte narrada de la historia – inventada, creada- y cual la descripción del acontecimiento, más por la necesidad de buscar lo literario en todo este asunto de narrar historias de lo que aparentemente son sus viajes, vivencias e investigaciones. Así ocurre con textos como El techo del Mundo y Los peces caen del Cielo, los dos, cuentos cuya riqueza está en la descripción de paisajes y costumbres en el primer caso, del Ártico y los desiertos en Rusia y en el segundo de las llanuras colombianas en Arauca. Aquí en la obra de Caycedo no sabe uno qué tan etnógrafo sea su relato, pero más allá de delimitaciones conceptuales de su trabajo, lo cierto es que tanto en sus cuentos como en Novelas tales como Hágase tu voluntad, la memoria ocupa un lugar fundamental en la intención del texto y la descripción con datos verídicos, el camino de la trama.
Ahora, con todos sus títulos, la verdad es que es inevitable que nazca la pregunta por la Colombia que “en Macondada” se narra a sí misma y entonces, la función de un autor no es más que la de un escribiente o copista en el ejercicio mismo de transcribir – que no es el caso de Caycedo quien también crea y da su punto en la obra- ; la Colombia mágica no es más que “(…) magia es simplemente una lógica diferente frente a la vida.” Tal como lo escribe Caycedo hablando de otra comunidad, casi al otro lado de nuestro mundo (acerca de los indios Nienei o esquimales en Rusia) y en otro contexto, que es el mismo: una construcción de sociedad y unos imaginarios que sobrepasan los límites del racionalismo de occidente, una lógica diferente de la vida, que en textos como Colombia X, La bruja o Hágase tu voluntad, se hace evidente.
Sin embargo, otro punto es el de, primero, no dejar de lado el trabajo investigativo y de creación
– Entendida en este caso como el entretejimiento de las historias- que hace este autor y segundo, que siendo él quien entreteje, cómo es que su obra se ve debatida entre el sensacionalismo que genera para una juventud leer sobre narcos o brujas y la referenciación histórica o testimonial de hechos reales en el país, traducción: entre la venta de sus libros en la séptima, junto a “best seller”, constituciones o novelas sensacionalistas en televisión, y entre las discusiones y debates en universidades sobre el género periodístico y literario.
Y es que, es esa otra lógica de la que hablamos, la real, la de un país con ciertas historias, ciertas prácticas – y una que otra chambonada- la que genera conmoción al momento de darla a la luz - a algunos porque no les conviene, a otros porque no le saben interpretar y a pocos que prefieren otra literatura- como una trabajo investigativo pero también como una ficción literaria, en éste umbral, donde no cabe el amarillismo – pues no creemos que los textos de Caycedo sean al estilo de El Espacio pero si queda la duda al menos por lo literario de sus textos.
Caycedo, la sociedad y los medios de comunicación en Colombia
En plenos años 70s y 80s, donde nos encontramos con una Colombia enmarcada en bonanza cafetera y de narcotráfico, en auges de guerrillas como el M-19, y un sin número de hechos políticos y sociales del país, la obra de Caycedo para ese momento no era más que una manifestación de ese acontecer diario en Colombia, no se trataba de una ficción sino de una realidad en la situación del país.
Eran momentos en los que por ejemplo la televisión colombiana con tan solo 20 años de existencia, hacia producciones de telenovelas basadas en fragmentos literarios, y allí en textos como Mi Alma se la dejo al Diablo de Caycedo, estuvieron como telenovelas que mostraban y creaban imaginación de esa Colombia de segunda mitad de siglo XX.
Los medios y la sociedad
La historia es manipulada por los aparatos de poder, para justificar la prevalencia de un control hegemónico, absoluto sobre el otro. Jugamos el juego del poder en donde quien controla el saber elabora realidades a su antojo, el control de la historia, de la memoria. Es pues el periodismo una arma de doble filo, la perversa idea de jugar con la historia para favorecer a los violentos ha rondado la labor comunicativa desde siempre, es atávico al ser humano, mentir, para salvar el pellejo.
La historia que aún no se cuenta de La Colombia que vemos pasar desde la comodidad que nos provee la televisión, emerge desnuda, de la palabra de este cronista desbordado. La calidad narrativa de Caycedo nos sumerge una atmosfera magnética, apasionante, sobria, llena de metáforas, de personajes cuyo testimonio a la letra confiera veracidad y magia a su narrativa. El periodismo literario que ha desarrollado Caycedo, tiene que ver justamente con ese tratamiento literario, del acontecimiento real.
Para poder adentrarnos en lo que ha sido de la construcción de memoria en nuestro país, es imperante conocer la historia misma de las formas en cómo se ha hecho memoria de los acontecimientos que han determinado el rumbo de esta sociedad. En un país lleno de censuras, en donde las voces son tragadas por el olvido, en donde la inmediatez de la información, la manipulación de la misma, de los testimonios y de las realidades, se venden masivamente, a un público, cual espectáculo, o entretenimiento. La censura ya no opera desde el no hacer público, sino desde la saturación de la información y el bombardeo de imágenes, que conllevan a la fragmentación de la realidad, a lugares inconexos, efímeros e inciertos.
La pertinencia de una escritura como la de German castro Caycedo es vital en los procesos de reconstrucción de memoria y de denuncia de los actos violentos, de destierro, de desarraigo, producto de la corrupción y el narcotráfico que han socavado la esperanza de una tierra, desangrándole impunemente. Nos ofrece un panorama amplio, pero sobre todo profundo, que da cuenta de las dinámicas que vulneran la de por si frágil, e incierta estructura social de un país como Colombia. La influencia de la obra de este zipaquireño trasciende el escombroso territorio de una memoria aniquilada por procesos de a culturización desde la colonización, desde el enfrascamiento en dinámicas aun pre modernas, desde la colonización por parte de iconos del espectáculo de consumo, desde la doble moral tradicionalista, machista, racista… para tejer mediante una crónica comprometida, veraz, los hilos maltrechos de nuestra memoria.
Para analizar las implicaciones de la obra de Castro Caycedo en el contexto colombiano, analizaremos brevemente las dinámicas en la que se abierto paso el periodismo en Colombia, para dar asomos al porqué de la importancia de la crónica, género en que resalta notablemente Castro Caycedo, así, hasta encontrarnos con el territorio de la telenovela, analizando producciones basadas en sus obras, en específico La bruja(1994).
El periodismo desde sus orígenes, se refiere a la tarea de registrar acontecimientos y de informarlos de manera veraz y objetiva a la comunidad. Es decir es fundamental en la construcción de sociedad, en tanto que determina por medio de la narración, la comprensión de las dinámicas sociales, políticas, económicas, culturales que operan dentro de la comunidad.
La escritura de las vivencias de los sujetos que significan un territorio, construye territorialidad. La importancia de esta escritura para la posteridad, radica en que constituye su historia.
Es un fenómeno corroborado históricamente el hecho de que los medios de comunicación, en específico el impreso, con el surgimiento del periódico han ejercido una enorme influencia en la construcción del complejo social. En Colombia el periodismo, al término de la gesta de la independencia se ocupo de respaldar ideologías políticas, asi como en el periodo de la Violencia Bipartidistas, lo periódicos debían declarar de que bando estaban. El poder se supo servir de este flujo de información manipulándole a su antojo para fortalecerse ante la oposición y señalar a muerte enemigos. Alterno a esta lógica existía o circulaba una revista llamada El Alacrán, su narrativa era satírica, y de denuncia ante las crisis social y política fue dirigida por Joaquin Pablo Posada y German Gutierres de Piñeres. El Alacrán se declaraba no perteneciente a ningún partido político existente, se dedicaba a divertir, sacando a la luz chismes sociales.
Dentro del periodismo podemos distinguir dos tipos, el informativo y el investigativo es este último el que nos interesa ya que se ocupa de la labor de reconstrucción histórica del tejido social. Este tipo de periodismo opera en profundidad sobre los hechos,llendo al lugar, hablando con las personas que presenciaron los hecho, teje, y genera reflexión partir de los mismos, mientras que el informativo, se limita a la objetividad descriptiva de la información, sin ningún tipo de criterio lo cual la hace muy dada a manipulaciones.
Así el periodismo investigativo de denuncia tiene sus inicios en Colombia teniendo que sufrir la violencia bipartidista de la censura de prensa de los años 40 y 50. Vale resaltar que uno de los periódicos de la época Como el espectador, contó con audaces periodistas entre los que destaca Felioe Gonzales Toledo, Guillermo Lanao, Garcia Márquez entre otros, quienes sin temor a la censura denunciaron la realidad geo-política del país.
En los años 60 se da una transición de ese periodismo investigativo tradicional, denunciativo hacia un nuevo periodismo que desplaza sustancialmente a la novela en el sentido en que los periodistas-escritores observaron que ya no había necesidad construir el argumento para una novela, es decir no había necesidad de inventarse nada, este argumento ya estaba allí, en la experiencia de la vida real. Este nuevo periodismo pasa a ser conocido como literatura de la no-ficción.
Las influencias de Caicedo son aquellos reporteros que se han consagrado a escribir la historia de Colombia, que en medio de pantanales de información tergiversada, sacan a la luz la historia de la violencia que aún no se ha terminado de contar De sus principales influencias, destaca la figura de German Pinzón, reconocido cronista colombiano, de quien acoge la profunda importancia del componente investigativo en la producción de crónica y la capacidad hacer vivir el relato mismo desde la descripción de las sensaciones.
La narrativa de Caycedo se instala en esta modalidad periodística. De un carácter profundamente investigativo y literario.La crónica es genero cumbre de la obra de Caycedo, su narrativa sensitiva, la voces que emergen en ella, el manejo de los tiempos, del ritmo, porque hay que decir que para Caycedo es de sobra la importancia de una buena técnica narrativa, que permita la construcción de significados, metáforas, de tejido de las ideas. En sus crónicas, respeta ante todo la voz del otro, el lenguaje cobra un valor altísimo ya que es en si mismo una construcción cultural que permite comprender las multiples realidades sociales, históricas que configuran o traviesan el complejo humano.
Sobre Caycedo y la Academia
La mayoría de la obra de Caycedo, en la academia se ha venido dando a partir de su reflexión periodística e histórica - específicamente en las Universidades y carreras de comunicación social- y a partir del tema de la Juventud con textos como Colombia X, que en algunos casos se ha dado a conocer en el Bachillerato. Hablamos un poco del la escuela y la academia.
Literatura en la escuela
Para hablar de enseñanza de la literatura en la escuela, tenemos que ubicarnos inevitablemente en el contexto en el cual están formándose los estudiantes, y en la forma en la que acceden al recurso literario, sus gustos, los autores de su época, los temas que se manejan y sobretodo los intereses que tienen frente a la literatura en general vista como una expresión que posibilita a los seres humanos, interpretar espiritualmente su realidad bajo un argumento y puesta por escrito en un sinnúmero de mundos posibles. Ellos nos cuentan que hay una oportunidad más de releer nuestra sociedad y auto generar reflexiones e imaginarios acerca de la vida y lo que podemos entender como humanidad.
¿Pero dónde queda la facultad de interpretación de estas lecturas? ¿Cómo se está desarrollando en el estudiante el habito de leer buena literatura y como se fortalece la argumentación cuando ni siquiera sabemos lo que leen?
Tal vez por estas razones y las falencias que presentan es que aun no se le brinda la importancia necesaria a la lectura y escritura dentro del curriculum de la mayoría de escuelas, que en su totalidad creen que enseñar a leer y a escribir es brindarle al estudiante el conocimiento de los códigos y su pronunciación en conjunto, el tema de la lectura es bastante complejo hablando de niños y de jóvenes ya que no es un secreto que en la mayoría de ellos no está presente dentro de sus intereses porque nunca se les motivo para que sucediera lo contrario, lo que es un problema al cual no se le busca solución sino que por el contrario se le da la espalda haciendo que persista y que se incremente.
El dilema de la buena o mala literatura, se liga necesariamente a los gustos personales y en este caso a los gustos de cada maestro, lo cual irrumpe determinante mente el proceso autónomo de el habito lector y mas en una era de posibilidades tecnológicas que ofrecen más recursos interactivos con las narraciones que buscan cada vez más, expanden la experiencia de estímulos mentales y reduciendo dramáticamente las posibles abstracciones que la mente del joven lector asume como imaginativas y de creación.
Se le suma la gran aparición de medios tecnológicos que se utilizan casi siempre de forma errada sin enmarcar esto, en procesos tempranos y continuos (mediano plazo 10 años por lo menos) de capacitación he introducción adecuada a nuevas formas de acceso a la información y la producción de la misma; transformando a los estudiantes en personas facilistas y sedentarias que inducidas por el facilismo cibernético y sus respectivos distractores como las redes sociales y el incesante acoso del marketing el espectáculo, recaen en un letargo que se hace más evidente con los acentuados temas que en sus leyes propone un estado mercantilista con la educación y formación de sus gentes y capital humano no solo de obra sino también de pensamiento, privilegiando la intervención de otros países, en las determinaciones del estado que no procuran el bienestar de sus gentes ni las garantías para que el país crezca y se desarrolle adecuadamente
Aquí nos preguntamos, ¿nuestros maestros y nosotros que nos estamos preparando para serlo, si leemos buena literatura?;
El mismo hecho de que es algo subjetivo complejiza esta interrogante, nos queda confiar en el buen criterio de nuestros maestros y su visión de la responsabilidad social y ética para con su profesión y su sociedad, a la par de un ejercicio constante y progresivo que nos de luces desde la investigación y formulación de tesis no de forma monologada y plana, sino desde la experimentación de aplicaciones dinámicas para la simultanea apropiación de referentes y técnicas que le permitan al grupo construir un dialogo claro con los demás a partir de sus sentimientos y emociones; En palabras de Germán Castro Caicedo
“hacerles saber que se va a escribir, hay que vivirlo primero, que en cuanto lo viva de forma más intensamente, transmite las emociones que se logran en el trabajo de campo”
Será necesario entonces adoptar recursos metodológicos enfocados hacia la narración y su estimulo desde la básica primaria en donde el asunto literario no sea algo puramente contemplativo y de poco valor para el proceso creativo y de estimulo hacia la literatura para los que participan de estas clases que homogenizadas por las competencias uniformadas de la contemporaneidad y la informática, y que por el contrario, le acerque la literatura como producto de una realidad que le implica actuar en conciencia de su participación en la construcción de significados que respondan a sus intereses y necesidades como formas de generar conocimiento a partir de sus propias determinaciones, así se generara un perfil claro de cómo asumir una posición frente a la vida y sus retos cotidianos de los cuales también puede valerse como recurso narrativo de un motivo de peso para dar a entender sus ideas perspectivas del mundo y de sí mismo.
Es por eso que se debe concientizar al estudiante de su papel dentro de la escuela pero también se debe hacer caer en cuanta a los maestros que en manos de ellos está la formación de personas criticas que les guste la lectura, que sean capaces de leer un libro entero sin necesidad de recurrir a su amigo fiel el resumen bajado de internet, que puedan argumentar su gusto o desprecio por un determinado tipo de lenguaje y sobretodo que valoren el gran universo que es la literatura. Por eso haremos búsqueda de nuevas formas de enseñanza, leer es un mundo fantástico del cual todos podemos extraer muchas cosas significativas y ser capaces de crear muchas más, si hacemos un buen trabajo, seguramente no será difícil que nuestros estudiantes se den cuenta de ello. Partiendo de nosotros • sus maestros, como modelo de referencia ante ellos, y enseñar ¿cómo abordo yo el libro y de qué manera entiendo al autor y su contexto frente a mi realidad con ellos en el aula?
Caycedo y la academia
La academia en Colombia en relación a periodismo, viene haciendo una reflexión acerca de la literatura y el periodismo en el país, para lo cual la obra de Caycedo es citada, para su reflexión y análisis. Por ejemplo, en un plan de estudios de la Universidad de Antioquia, del programa de periodismo, cita en su justificación:
“Partamos del hecho indiscutible de que la literatura y el periodismo están ligados desde la base misma de su razón de ser y que ambos no son otra cosa que formas de aproximación a la realidad, y desde la realidad a la verdad, y que en últimas sólo se diferencian en ciertos métodos de tal aproximación. Constituye a la vez una obligación y una necesidad de todo practicante del oficio periodístico el conocer y comprender las relaciones que existen entre ellos.
La academia colombiana se ha ocupado bastante de poner en contacto al estudiante con las relaciones entre el periodismo y la literatura, pero prestando atención casi exclusiva a la experiencia que viene de afuera y asumiéndola como válida para el ejercicio del periodismo en nuestro medio.”
Y en el plan de trabajo de la facultad de comunicación de la universidad de la Sabana, en la asignatura de Periodismo literario, donde se propone una reflexión respecto a ese umbral que hablábamos arriba entre el quehacer literario y el periodístico.
“La lectura y el consecuente conocimiento de las obras y autores que han abierto este nuevo espacio para el periodismo presenta a los estudiantes nuevas formas de ejercer la profesión y de, a través de un trabajo cuidadoso y creativo, contribuir la formación del criterio de aquellos a quienes comunica ofreciéndoles una visión del periodismo como un producto cultural que, gracias a la intención comunicativa y las técnicas y recursos que emplea, puede ser considerado como un género de la Literatura ya que ofrece a los lectores una visión del trabajo informativo como una tarea que, dado su nivel de profundidad y seriedad investigativa y la calidad del lenguaje y los recursos estilísticos que emplea, adquiere un valor agregado al puramente informativo, determinado por la capacidad de formar al lector al trascender más allá de la noticia.”
La obra de Caycedo, entra a la academia – al menos en lo que se refiere al ámbito periodístico- como eje de reflexión sobre la literatura y el periodismo.
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