Jodorowski ,el cineasta: abismo de asombro.

Fotogramas de la pelìcula La Montaña Sagrada de Alejandro Jodorowski (1973)


Por
Catalina Sanabria
Especial para La Moviola




Comentar a Jodorowsky, no es una labor sencilla, esta obra en especial se me convierte en un reto, por el hecho de poner en escena elementos capaces de transgredir, irrumpir y quebrantar cualquier juicio Moral que respalde lo aparentemente real en estos tiempos.
Tal vez sea osado de mi parte, afirmar que la película no tiene una historia o por lo menos no lo suficientemente concisa, para permitir que el espectador se adentre o penetre en lo que quiere contar el autor de una manera sencilla, fácil y ligera. Aparentemente esta película manifiesta ser un cúmulo de imágenes grotescas, ásperas y por qué no vulgares, pero la intención de Jodorowsky vas más allá, estos elementos proyectan una historia que nos permite experimentar un evento de autoreferencia y de refracción, por el cual nos reconocemos, nos fragmentamos o nos identificamos y con los cuales el autor pretende generar alguna posición.


La película cuenta la historia de un ladrón muy semejante físicamente a la imagen “comercial” de Jesucristo, que al llegar a la ciudad, se encuentra con una serie de “espectáculos”, (a este concepto en especial me referiré más adelante), que le causan inquietud y por los cuales quizá decide embriagarse, hasta quedar dormido. Cuando despierta se encuentra con varias replicas suyas, y a la vez representaciones de Jesús, lo que desata su ira, terminando por destruirlas. En su camino por la ciudad este Ladrón se encuentra con un grupo de prostitutas que lo siguen, hasta llegar a un templo, del cual desciende un anzuelo con oro y al cual, él decide subir y robar. Al entrar en este recinto, conoce a un alquimista e inicia una misión, para conseguir la inmortalidad, junto a ocho personajes que representan a cada uno de los planetas del sistema solar; dedicados a acciones funestas. Cada representante, expone su vida y luego los ocho, junto al ladrón y al alquimista, inician un viaje hacia la montaña sagrada, símbolo de ascenso espiritual, en donde conseguirán la inmortalidad a través de una ruta llena de imágenes
surrealistas, de visualizaciones, de peregrinaciones por conciencias paralelas, de instrucciones de tipo espiritual, de entrenamiento y de mucha disciplina y convicción. Finalmente consiguen escalar la montaña y alcanzar su ascenso, pero en un momento de pasión y de ímpetu Jodorowsky añade al final una reflexión, acerca de que la vida real es mucho más inverosímil que la ficción y que mostrarla con tanta crudeza y severidad no es del agrado de todo el mundo y como bien lo dijo en una entrevista “La única posibilidad de escandalizar actualmente es (…) tratar de expresar la VERDAD. En una sociedad de mentirosos, la VERDAD es escándalo. En una sociedad degenerada, la HONESTIDAD es escándalo. En una sociedad enferma, la SALUD es escándalo. En una sociedad hipócritamente religiosa, el VERDADERO MISTICISMO es escándalo. Si mis obras han escandalizado, debo sentirme orgulloso, no del ruido que han hecho, sino de que, hiriendo, prueban que algo tienen de verdadero”.


A continuación profundizaré en algunas escenas, que tienen una significación y relevancia en la trama.
Escena 3: Secuencia “la llegada del ladrón a la Ciudad”. La cámara fija sigue el movimiento de un camión que pasa por la calle, con varias personas muertas. Sucede un corte y en plano medio aparece el ladrón en la plaza central de la ciudad, a la vez en este mismo plano la cámara hace un seguimiento al recorrido del ladrón, mostrando a su derecha un grupo de mujeres indígenas, planchando unas camisetas manchadas de sangre y atrás los soldados haciendo guardia, lo cual nos permite deducir, que la metáfora nos remite a las múltiples desapariciones de estados malvados y perversos, que tapan y maquillan sus fusilamientos, masacres y genocidios con el sometimiento de otros, con el amor y la desesperanza de muchos.


Luego vemos, un corte y aparece en plano medio cinco soldados, con su máscara y fusil apuntando y se muestra luego en un mismo plano cinco fusilados. Aquí vemos claramente un juego de contraste, mismo número de asesinos, mismo número de fusilados. La careta o
mascara usada por los soldados, nos refiere el aturdimiento y la manipulación a la cual están sometidos los miles de jóvenes, hombres y mujeres que enfilan las fuerzas militares de los estados. Tras el desconociendo, el abandono de estado, la pérdida de identidad y todos esos fenómenos sociales que aún vivimos, causados por la codicia y la enfermedad de poder del ser humano.


Luego se muestra como una tropa de soldados marchando hace procesión, la cámara esta fija con Angulación frontal en plano general, hace énfasis a la masa, a la cantidad de engañados. Cada militar lleva una cruz con corderos sin piel crucificados y con el corazón colgando, dura crítica a la idolatría, al afán de los seres humanos por adorar cualquier cosa. La cámara cambia de Angulación, en el caso de la tropa seria lateral, pero en el caso de un grupo elite que camina de rodillas, hacia un templo quizá, la Angulación es frontal. Tanto la tropa, como la elite llevan un ritmo unísono si así pudiésemos llamarlo, encontrando una crítica muy fuerte a la iglesia y al estado, censura extraordinariamente el sometimiento que durante años hemos resistido; Bota y cruz hemos recibido durante cinco siglos, vilipendiados y menospreciados, repitiéndose una y otra vez la historia.


A través de una cámara objetiva vemos, un bus turístico, en las ventanas varios turistas que contemplan el espectáculo. Profundizaré en el concepto de “espectáculo” que use anteriormente, para denotar la masacre que se estaba dando en la ciudad ante la indiferencia, la impunidad y el silencio de muchos. Cuando la cámara hace un paneo por el bus turístico, de repente hace un corte que deja ver varios jóvenes, quizá estudiantes que están amarrados y tirados en el piso, listos para ser fusilados. El momento en el que son fusilados, sucede muy rápido y a mi parecer se pierde la efectiva de la escena. De las heridas de los fusilados salen pájaros y haciendo una lectura más profunda, esta simbología revela que sus corazones son espíritus libertarios, pacíficos y llenos de vida, por lo que intuyo que son jóvenes.


La cámara cambia de ángulo, pero la intensión sigue siendo la misma, mostrar a los gozosos turistas con sus cámaras, disfrutando de la masacre “tercer mundista”. Los turistas con sus cámaras, registran una matanza exótica, lucen hipócritamente sombreros “característicos” de la identidad mexicana, como una burla de las expresiones identitarias de un pueblo aparentemente subdesarrollado. De repente vemos la irrupción de un elemento, la cámara sigue el evento y uno de los militares que fusila, hace parte del espectáculo y sostiene relaciones sexuales con una turista, en frente de niños, jóvenes adultos, sin que nadie se inmute.


Escena 4: “La conquista de México”

La escena inicia con un paneo por la maqueta, “ciudad de Tenochtitlan”, luego la cámara va en función de los camaleones (aztecas). Se muestran planos medios, enfatizando en sus atuendos. El plano se abre de manera general para mostrar la llegada de las carabelas en forma de ataúdes, a mi juicio, esta representación no es gratuita pues genera una sensación de pánico o de que ha llegado la muerte. Hace nuevamente un paneo por la maqueta y muestra en planos medios, la invasión. La cámara abre el plano y se ve la caída del imperio azteca, la sangre recorre Tenochtitlan y la raza más “fuerte”, aniquila a la más “Débil”, sin dejar el más mínimo rastro de identidad; de idiosincrasia. La toma sale para ver la explosión en un plano elevado. En esta escena en particular hay un perfecto orden narrativo a través de la analogía.
Escena 9: Presentación de los representantes de cada planeta. (Klen – Júpiter).
A través de de un zoom in, la cámara nos introduce en el contexto; la casa de Klen. A través de planos abiertos, en los que se hace énfasis a lo amplia que es la casa, a los objetos que están allí, a las obras de arte, podemos inferir que es adinerado. Luego sucede un corte y la cámara hace una toma paneo, desde la cúpula hasta el piso de la fachada de la casa. El narrador en voz off, que es el mismo personaje, de manera reiterada, hace una compilación de sus
propiedades, mi casa, mi esposa, mi chofer, mi amante y en relación, con la imagen de su casa como una catedral, quizá por la cúpula, se deduce que es una analogía entre el poder de la iglesia y su estatus, sugiriendo que este es una especie de papa del arte.
Vale la pena profundizar en la llegada de Klen y su amante, a su fábrica de arte. La cámara en plano abierto, muestra la simetría en la posición de cada uno de los objetos de arte o de la maquinas de arte. Desde una perspectiva técnica, las imágenes dentro del encuadre presentan una proporción uniforme en el espacio, cada elemento presenta una disposición casi perfecta con relación al otro, distribuidos de tal manera que visualmente generara una sensación de disciplina, de perfección, de rigidez; de maquinaria, sosteniendo la tesis de la existencia de dos clases sociales, visiblemente separadas; los empleados u obreros cumplen su función laboral, mientras el dueño y su amante gozan de los excesos.


La farsa del arte, como un producto comercial y mercantil, que se reproduce en serie a favor del capital. Traído a nuestro contexto, aún nos mantenemos en la idea de que el arte es una mercancía, que sólo puede mover una elite, la cual promueve un arte, vacio, banal, soso y sin sentido, indiferente a las realidades, de carácter sexual como una herramienta de control estatal. Todo, absolutamente todo, no lo venden con sexo, y por qué no producir un arte que alimente el porno del espectador, que lo mantenga enajenado, absorto, indiferente de mundo real; un arte hecho con el “Culo• y no con la sensibilidad, el compromiso y la mente.
En esta escena es fascinante sobretodo la maquina vagina, hablando es términos de la puesta en escena y la plástica. Lo que la hace más interesante y todo un desafío para la época en que se desarrollo la película, es la cinética, la dinámica y la lúdica que le impregnó a la producción artística.

Última Escena: Llegada a la Montaña Sagrada. A través de un plano general, la cámara hace un zoom out, para abrir el plano y ver la montaña. En casi todas las tradiciones de la humanidad, aparece la
figura de la cima de la montaña, como un elemento que representa el centro en el que convergen la tierra y el cielo. También son representadas como moradas, de veneración y culto y que a través del ascenso a su cima, permite alcanzar la evolución espiritual.
Desde la cima, la cámara hace planos medios a los diez personajes, cambia de Angulación y muestra el estatus que diferencia al alquimista de los demás. El alquimista se despide de sus discípulos y los invita a conquistar la inmortalidad, yendo a la cima de la montaña, en donde se encuentran los sabios. Mientras tanto, se despide de manera más intima del ladrón y le dice que ha conquistado la montaña al abandonar lo que era, por convertirse en un ser más puro y le da la mano de la prostituta, que nos remonta a María Magdalena y quien lo siguió durante su viaje para ocupar su corazón.


Al reunirse los ocho personajes con los supuestos sabios, de manera sorpresiva, el alquimista interpretado por Jodorowsky, se quita la túnica y comienza a reír y a hacer muecas y maromas, separándose del libreto y desde luego del guión e incluye “inmortal” reflexión más allá de las cámaras y nos invita a quitarnos la venda, a reconocer la realidad y a buscar el camino de la perfección, a través de la bondad, el amor y el desapego a las cosas banales.
Cuarenta y Cinco minutos de la película suceden sin diálogo, sólo con imágenes simbólicas que reemplazan el hilo narrativo. Los recursos visuales exclusivos del talento plástico del autor le dan contrapeso a la historia, lo que genera que al utilizar planos tan básicos, no se pierda la intención en algunos casos. En otros casos pareciese que Jodorowsky, se preocupara más por los colores y la controversia, posición que desde luego es válida, y de una u otra forma relega los elementos cinematográficos.


Aunque la música no cumple una función narrativa, si es un elemento que actúa en paralelo a la imagen y en esta película existe una relación de correspondencia entre imagen y el sonido, por lo menos durante la escenas en las que no existe dialogo, es decir en la
primera parte. En una segunda parte, la música lleva las voces en narrador o sonido off, lo cual es indispensable para entender la tercera parte. En esa tercera parte, hago énfasis en que la música utilizada para ambientar la llegada de los diez personajes al territorio de preparación, evidenciado claramente como México, no fue la adecuada y sin que suene atrevido, falto explorar, investigar y adentrarse en el contexto, en los sonidos ancestrales de los mayas, como ratifica Jodorowsky en la parte final, diciendo ¡esto es Maya! Pobremente, sin el ánimo de herir susceptibilidades, sino con el interés de nutrir nuestro criterio, de pensamiento crítico, capaz de observar, analizar, examinar, incluso de descomponer cualquier posición, situación y realidad de la manera más objetiva posible, el tema usado “Ojos Azules”, un tema de folclor peruano, quizá uno de los más reconocidos a nivel mundial, me hace pensar dos hipótesis: una, que Jodorowsky tomo un cliché para salir rápido del compromiso musical, que ameritaba el contexto en el que desarrolla la idea o que, el uso de este tema tan común, es una manera de precisar una sola identidad de hermandad y confraternidad en América latina.


A través de la analogía, “La montaña sagrada” define al ser como “mierda” o tal vez a lo que llamamos oro como mierda y apoderándose del capital simbólico inmerso en la cultura, Jodorowsky transgrede los valores morales que han gobernado durante siglos.
Sin miedo, sin tabú y sin resquemor, le da una disposición critica a cada unos de los elementos puestos en escena, y aunque los recursos cinematográficos no son explorados de manera profunda, considero que de una u otra forma no se hace tan necesario, pues el peso de la escenografía, de la significaciones, de la representaciones y de su constante critica metafórica le dan un peso por sí misma.


La fotografía es muy singular, llena de simetría y de color. Los límites sobre los que registra cada imagen, representación o simbología, actúan en consonancia con la posición de los mismos. La riqueza escenográfica le da dinamismo a cada cuadro y un juego simbólico verdaderamente majestuoso.


La sencilla asociación de ideas que narra cada imagen, le da precisión y constituyen un orden estético y descriptivo, pues esta película no es una más, que muestra episodios, sino que es todo un método que contiene una atmósfera completa que instaló el universo irreal de Jodorowsky, en el universo de referentes estéticos, presentes en nuestra cultura americana.
Si analizamos el contexto interno, en el año en que se desarrolla esta película, Pinochet sube al poder y se inicia el régimen militar, según los referentes usados, Jodorowsky abandona Chile en 1953, pero desde Francia vive lo que su patria vive y es parte de lo está plasmado en esta película.


En el contexto actual ocurre, lo mismo la realidad está ahí, latente, unos la ven y son indiferentes, otros simplemente no se atreven a reconocerla. Estas mismas representaciones usadas por Jodorowsky, hace 39 años, son las que nos identifican en estas épocas de crisis mundial.
Sin temor a equivocarme, considero a Jodorowsky, un genio para su época, porque a pesar de que su fuerte es la escenografía, la plástica y por qué no, la escritura, se arriesgó a desarrollar un film, que rompió con todos los cánones y preconceptos del cine de la época, pues si revisamos la historia del cine latinoamericano, este se encontraba copado de otras intensiones, intensiones más cercanas al entretenimiento y no al compromiso con la realidad. Jodorowsky, busco llamar la atención y lo consiguió de una manera original, genuina e impregnada de mucha sensibilidad, el desafío esta en ampliar nuestro espectro cinematográfico y lanzarnos a ver un cine, que nos transgreda, que nos inquiete y que nos haga reaccionar de alguna forma.

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