LA ANTENA: UNA PELÍCULA QUE NOS LLEVA A RE-PENSAR LA HISTORIA



Por
Marley Cruz
Colaboradora habitual
La Moviola


¿Existe una problemática simbólica alrededor de “La antena”? La respuesta podría ser afirmativa si su argumento fuese visto como una parábola de la segunda guerra mundial. La esvástica, la estrella de David, la persecución a los judíos (señalados, marcados, repudiados por un sistema) todo estos símbolos indican esa dirección histórica. Sin embargo la película es argentina, moderna, así que, ¿es una referencia histórica geográficamente descontextualizada? En capítulos de tal ambigüedad la historia gusta de sorprendernos. Algo, de hecho, muy poco conocido dentro de nuestra cultura general es el hecho de que Argentina y Chile fueron durante los treinta años consecutivos a la segunda guerra mundial refugio tanto para victimarios como víctimas del holocausto.

Argentina tuvo a su ideólogo franquista; Ramiro de Maeztu. La historia Argentina estuvo plagada de acercamientos violentos por parte de la extrema derecha que realizó un importante y constante apoyo secreto a los antiguos líderes del régimen fascista alemán. La revolución peronista provocó una reacción militar sin precedentes en la dictadura recordada como “El Proceso de Reorganización Nacional” (quizás el movimiento de restauración fascista más grande y sangriento de América latina, incluso mayor que la realizada por Pinochet) Por tanto es válido suponer que “La antena” siendo una película sobre la voz y la memoria en Argentina, no sólo sea una referencia a la historia universal, si no un reflejo de los dramas secretos argentinos de la posguerra.

En Argentina existió un marcado y sangriento antisemitismo. Publicaciones como “Cabildo” o “sol y luna” (en donde colaboró el mismísimo Borges) son muestras claras del sentido hispánico y ultra católico de la derecha.

En “El país de los ciegos” G. H Wells presenta una parábola del hombre visionario; una isla paradisíaca y aislada del resto de la humanidad en donde todos sus habitantes son invidentes. Quince generaciones de ciegos pasaron antes de que llegase el primer hombre del mundo exterior. Todos sus conceptos sobre visión color e imagen se habían atrofiado, y ante las ideas extrañas del visitante fue considerado como loco por todos. George Orwell y su hito 1984 estableció la destrucción del lenguaje como primer parámetro para la esclavitud mental (el lenguaje es una manera de libertad) ¿A quién pertenecen las palabras? ¿Alguien puede apoderarse de ellas? Stalin intentó apoderarse de la historia, pero hoy vemos intentos menos arrogantes (aunque más efectivos) de lograr una esclavitud intuitiva. La antena gira en torno a una sentencia “nos han quitado la voz, pero aún nos quedan las palabras” la alienación es el ideal de todo autoritarismo; la conversión del individuo en un objeto de total linealidad, de obediencia, sin opinión, un individuo sin caos.

Los símbolos son puertas a la historia, ya no a la tradición mística (como sucedió con Cenizas y nieve del director Gregory Colbert) está la estrella de David simbolizando la segunda voz y la esvástica en la máquina que destruirá las palabras, ¿estos juicios son exactos?




“Hacer de un cuerpo mi voz
en la luz muda de un cuento
mi candil poder encender
en el suave rumor de tus sueños”
Así dice el bolero del cineasta Argentino Esteban Sapir, incluido en su película La antena. Esta película es una fábula evidente de la represión de los medios de comunicación, de la monopolización de la información.

Narrada a modo de cuento, enriquecida por una construcción en blanco y negro y un montaje basado en la estética tomada del cómic y del cine mudo, devuelve al espectador a los inicios mismos del cine. En ella lo primordial es la imagen capaz de narrarse a sí misma, con una intervención poco protagónica de la palabra. Sin embargo en aquella distancia aparente el texto hace parte de la misma imagen, no a modo de de mímica de su significado. La interviniere, enriquece, comportándose como intertítulo, más que como explicación.

Sapir, cineasta egresado del Centro de experimentación y realización cinematográfica, (CERC) especialista en fotografía y cámara, presenta un hipnotizante trabajo enriquecido por música y por la mímica del texto. El argumento de la película va de la mano, danzando al compás de las metáforas, dándole al espectador la oportunidad de abstraer la historia a través del sonido. El encargado de darle forma al sonido de esta obra es el compositor Leo Sujatovich, pianista desde los cuatro años, y con una prolífera carrera musical. Ha trabajado con los grandes de la música latinoamericana y universal como lo son las ya fallecidas Chabuca Granda y Mercedes Sosa, Pedro Aznar, Julia Zenko, Lito Vitale, Lucho González, Spinetta, Juan Carlos Baglietto, David Lebón, solo por citar algunos. En el 2009 gracias al trabajo que realizó en esta producción le fue otorgado el premio Prix France Musique-Sacem en París.

El guión fue tomado inicialmente de la que sería la continuación de su obra prima Picado fino, estrenada diez años antes. Es un guión corto, de apenas 60 páginas, con una redacción muy sencilla y amena para el espectador. Son palabras que ayudan a exaltar y complementar el trabajo fotográfico llevado por Sapir, quien realizó más de 3000 dibujos de lo que serian las fotografías de la película. Trabajo que fue llevado a cabo por el director de fotografía Chistian Cottet, argentino también, egresado del Instituto de arte cinematográfico de Avellaneda (IDAC). Quien ha trabajado en producciones como Rodrigo (2001) del director Juan Pablo Laplace y El camino (2000) del director Javier Olivera. Y como gaffer en El lado oscuro del corazón (1992) del director Eliseo Subiela.

Tanto el director de fotografía, el compositor, el director de arte Daniel Gimbelberg y por supuesto Esteban Sapir, encuentran la armonía entre el argumento, el sonido y la imagen de la película. Construyendo una obra de ritmo rápido, y bajo presupuesto que comparada con los costos de las películas Hollywoodenses. Obtuvo como resultado un trabajo de excelente calidad, mostrando una manera diferente de hacer cine, sacándonos de la condena de la “única visión” que nos muestra el cine industrial.

Para hacer el análisis de la película he de tomar algunas secuencias que me parecieron particularmente especiales, que me remontan la a realidad actual, y que en algunos casos nos toca a todos. Como ya mencioné, Latinoamérica viene de una tradición en donde el poder ha estado en manos de unos pocos; Tanto Argentina como Colombia hemos sido víctimas de dictaduras militares, nuestra historia tiene muchos puntos de contacto. Y el silencio un tanto obligado por el que ha tenido que pasar a la población es más que evidente.

Desde las primeras secuencias puedo notar la presencia de elementos simbólicos que como ya indiqué, son referencias a sucesos históricos que todos “creemos” comprender. Desde el principio notamos que el título del libro: La antena, lleva en sus letras la forma de la espiral, espiral que se repite durante toda la película. Geométricamente, la espiral es comprendida la manera más torpe de llegar de un punto a otro. También está entablada símbolo de la hipnosis, importante para contextualizar al señor TV y sus ambiciones de dominación.

Una de las herramientas que el director utiliza para desarrollar su argumento es la utilización de una familia como personaje principal. Por medio de una fotografía nos representa la institución dañada: En el transcurso, aparecerá un modo muy peculiar de ser REPARADA

En la pasada bienal de fotografía, llevada a cabo en Marzo del presente año, el artista y teórico Joan Fancuberta nos hablaba a cerca del la manipulación de la realidad a través de la imagen, de cómo una fotografía puede ser intervenida de un modo tan real que nos convence de falacias convenientes para algunos, pues la manipulación de la verdad siempre está al servicio de quien tenga los medios. Lo mismo pasa con la literatura y la historia. Y eso se ve claramente evidenciado en el film.

¿Acaso Colombia no vive también en medio de la manipulación de la información? Al parecer la seudoinformación se convirtió en el principal azote del siglo XXI. En este punto necesariamente concordamos la mayoría de democracias modernas, en donde el poder se ve amenazado por el flujo libre de información. En La antena todo goza de una fuerte disfuncionalidad. Desde las primeras secuencias nos queda claro que ningún personaje es perfecto, a la Voz le falta el rostro, al niño le faltan los ojos y a las personas le falta la voz. Hay algo particular en la casa del niño sin ojos, la casa tiene la forma del rostro que le falta a su madre....particularmente, un rostro feliz.

Un poco más adelante, se nos hace más evidente la relación que hay entre la música y la obra. Cuando aparece el hombre rata, o el Sr Tv, la música se vuelve de de suspenso y en algunas ocasiones molesta para el oído humano.

“Mi amor, cuida tu voz como si fuese un tesoro” Vivimos una sociedad sin voz, no hay quien hable por nosotros… frases evidentemente lapidarias, cargadas de un profundo significado.

Tenemos planos generales, senitales, picados, primeros y primerísimos planos, siendo estos últimos los más usados. El enfoque del rostro de las personas con sus labios sin voz pero llenos de palabras. El plano con una cámara fija que organiza la imagen mediante el encuadre nos da una mayor percepción de los personajes y con eso corroboramos la influencia del cine mudo y del cómic.

Vemos algunos referentes de los clásicos del cine, como lo son la secuencia en que la Voz ha sido puesta en la máquina que les robará las palabras a las personas, imagen que evoca a Metrópolis de Friz Lang, en donde se necesita el cuerpo de una mujer para lograr el cometido de los “malos” de la película. Un elemento adicional utilizado por Sapir es el uso de la esvástica Nazi para colocar el cuerpo de La Voz, este elemento será contrarrestado por la estrella de David donde será puesto el niño ciego, la segunda voz. Lo único que le queda a las personas son las palabras, todos somos lenguaje, según el psicoanálisis, el niño solo es cuando aprende a hablar, ante él no tiene conciencia de si mismo. El yo nace con el lenguaje, antes solo somos por la relación que hay con la figura materna.

Otro elemento cinematográfico importante es la sobre posición de imágenes, un ejemplo de ello es la escena del hijo tv en el bar con el padre de Ana, cuyo nombre no es más que un signo de interrogación “?” Estos lugares no siempre son cuna de vicios, también son cuna de pensamiento, son sitios donde las personas se sientan a charlar y a dar sus puntos de vista sobre esto y aquello. Son lugares donde se genera pensamiento y palabra. Me viene a la cabeza una canción interpretada por Jorge Cafrune, (También la canta Mercedes Sosa para la película diarios de motocicleta del director Walter Salles) en donde dice: “Donde iremos a parar si se apaga el Balderrama” Haciendo alusión al lugar donde se reunían a cantar y a charlar hasta el amanecer. También utiliza algunos clichés como lo son la enfermera guapa y sensual que paraliza al hombre rata con su belleza, una notable y fuerte expresividad muy rica en las películas clásicas. Sapir juega magistralmente con todos estos imaginarios del pueblo Argentino y de latinoamérica en general.

Otro referente del cine clásico, es la secuencia de la huida de la familia y el niño ciego hacia la antena. Allí pasan frente a la luna, esto nos remite a la primera película de ciencia ficción de la historia “Le voyage dans la lune” Del director George Meles en el año 1902. Claro que en la de Sapir la luna fuma un cigarro; Esta imagen de la luna ha sido recurrente no solo en el cine, grupos como Smashing pumpkins en video clips como “ tonight tonight” han rendido culto a la primera película de ciencia ficción, en cuya estética podemos encontrar elementos importantes de lo que muy seguramente Sapir se inspiró.

¿Qué tendría que morir para que las utopías se hagan realidad? La niña de caja de cristal, la opresión, el poder, la misma clase dominante que es vieja como el mundo y a cuyo servicio están los medios. Eso es lo que ocurre en las secuencias finales. En donde todos recuperan la voz. Ojalá algún día los miles de secuestrados, presos políticos, familias de desaparecidos, desplazados puedan recuperar también la suya, logren ser escuchados. Particularmente en la escena en la que las personas recuperan la voz la música se hace disonante, ¿Será que al tener voz es más difícil ponernos de acuerdo? Puede ser, pero yo al igual que Sapir le apuesto a la libertad de expresión.

En conclusión, la antena hace parte del cine experimental, con una fuerte influencia del expresionismo Alemán y del surrealismo. Es una película llena de elementos visuales y fuertemente expresivos en donde todos son necesarios para la narrativa de la imagen. En aquella imagen la palabra y la voz, aparentemente aisladas, recrean una fuerza capaz de mover el mundo.














JACQUES TATI REVISITADO : YA NO HAY CABIDA PARA UN VENTRILOCUO Y SU MUÑECA.



Por
Daniel Sarmiento Gómez
Diana Quintero
Estudiantes Medios Audiovisuales
Especial para La Moviola




Los carnavales de circo llegaban a todas partes, emigrantes y portadores de vida para los pueblos explotados, para los mineros y para los niños que no vivían su infancia, solo la adormecían hasta que un mago hacia aparecer de su sombrero un conejo; de un sobre salto el niño preguntara, “la magia existe”, y su madre ¿qué dirá?


la pelìcula El ilusionista es una antología de homenajes, si se puede expresar de esta manera; desde los primeros créditos, con una textura propia del celuloide, en blanco y negro, con una emulsión que vibra cargada de una resonancia histórica, aparece ante todo el nombre de Jacques Tati, su apellido original es Tatischeff, tal cual se llama el ilusionista, esta relación es explicita cuando el personaje comparte una descripción física y psicológica con Jacques Tati, en muchos sentidos de la palabra, el personaje acentúa su proxemia recordándonos al cartero y “al Tío”, el espectador evocara una época cómica, sin chistes contados, con “inside’s”, los gestos poseen una identidad personal, no podemos intuir más este homenaje, el personaje nos recuerda que es un “gag” visual, la representación de un artista anciano lleno de ternura, que lucha admirablemente para que una niña no deje de creer en sus trucos de magia, es una lucha melancólica, hermética y perdida en el silencio de una crisis económica.
En términos metafóricos es una lucha épica, el mundo cambia, la entretención obedece a una estética industrial y mercantil, la generación Beat en Londres y todo lo que ellos representaron atrás del escenario, en la película un grupo de afeminados escandalosos roban la atención de los jóvenes, dejando atrás al mago anciano, hay pocos telones para los artistas, hay más vitrinas que dan la bienvenida a campesinos y niñas ingenuas, la relación de entretención se simplifica al truco barato, los publicistas son ahora los dueños del circo, toda la esperanza queda encapsulada en la ilusión de una niña.
El guion no aborda lugares comunes, ni arquetipos, seguramente films como este obedecen a una línea estilística personalizada, un sello con nombre propio, con una influencia inmensamente icónica y olvidada, una labor como reescribir detalles históricos, llenos de recovecos temáticos, como lo es Escocia, un detalle encantador y digno de contemplar, revela un momento histórico crucial para los artistas y artesanos circenses, quienes encuentran su casa en los vestigios de la civilización, para la vida y obra de Tati, Países Bajos fue siempre su casa, como lo es para el ilusionista, tan escasa, libre e ingenua, por esta misma razón tiene que seguir adelante, donde las personas dejan de sorprenderse por la luz eléctrica, con el conejo debajo del sombrero.
Tatischeff representa una época (finales de la década de los años 50), una forma de expresarse, de adentrarse a la admiración del viejo mundo, y en esa dinámica no es el único que se despide con su “gag” visual, el giro cómico de la evasión, de la huida en un mundo sofisticado donde él sigue sin comprenderlo, cuando Tatischeff es confrontado en una sala de cine con la proyección del “el tio” (Mon Oncle) Tatischeff se ve rápidamente reflejado y en efímeros segundos entendemos que hay una empatía, hay una identidad génesis del mismo micro mundo, un ilusionista que no tiene un lugar en el nuevo mundo, al lado de este personaje un payaso alcohólico y suicida, escucha recurrentemente la música de ferias y circos, con un acetato obsoleto, diminutos acróbatas terminan pintando pendones, el riesgo es tan triste como los colores que rechinan, un ventrílocuo ensimismado, habla con su alter ego, con su lado positivo, con su niño interior, un hombre desesperado que acaba vendiéndolo en una casa de empeño. La historia está llena de fenómenos ignorados, ese mundo circense en el que todos conocen la soledad como un fenómeno colectivo; la labor de Tatischeff no fue en vano, la alegría de una niña con la certeza mágica de ignorar un “mañana”, llena un hotel de cálida esperanza.
La labor de Tatischeff murió cuando no pudo sobrevivir en el mundo que cerraba sus ventanas, para abrir puertas a la economía global, es allí donde vemos grafitis en la película tales como “free scothland”, al lado de ellos aparecen vistosos hombres pelirrojos con gaitas y ebrios de Europa, se está desintegrando una cultura, un folklor, una tradición, y solo Tatischeff emprende una labor que queda ahora impresa en el dibujo que Chomet, ha inmortalizado en su premisa una resistencia, una prueba de fe, y es el espacio a la ilusión lo queda desvanecido por la madures de su bella acompañante, para quienes vean esta película entenderán que no es cosa europea la escases de magos, de ilusiones, Chomet imprime su más profunda admiración a Tati, y su vida se vuelve una agridulce reflexión, una más realista, esta nos acerca a la frialdad del mundo hacia las personas con vulnerabilidad económica, y a la ilusión, Tatischeff en su cabina de tren se encuentra con una niña pequeña, ella pinta con un color que ésta gastado, Tatischeff posee uno más nuevo, después de ver su generoso corazón expuesto al silencio más humano, no hace ningún truco para la pequeña, no regala su color, simplemente se agacha y recoge el viejo color, ya no ha trucos no quiere sostener la idea de ilusión los colores se gastan y es un hecho, es la realidad; Chomet deja un gran interrogante.
Siendo la fotografía y el arte dos alicientes imperdibles y trascendentales en la realización de una película; en este caso específico se convierten en dos factores valiosísimos; ya que la imagen, lo que se muestra, lo que se ve, debe apoyar la puesta en escena y respaldar el contenido. En el ilusionista, el gag además de acompañar el gran Tatischeff en su gran actuación, le da un espaldarazo a la teoría, de que las palabras y los diálogos fueron inventados para decir lo que una imagen o un hecho, no pueden.
La fotografía está supedita entonces a esa situación, contando a través de los escenarios, las mismas sensaciones del mago. Por ejemplo, aquella frustración en el paraje oscuro a las afueras de un pub en Escocia, donde la admiración por su arte de años atrás, se ve engrandecida por una niña que sin necesidad de decirlo, le alienta para mantenerse a flote; esta niña es unan “nueva luz” en su vida; un destello dentro de ese mundo marginal en el que se ve envuelto su arte para subsistir. Y aunque esta luz es una constante en su vida, las penumbras y los espacios taciturnos, casi borrosos, naturales de un espectador en un espectáculo; son recurrentes en su propio diario como ser humano; llevado a tirones y obligado por un modernismo acelerado. Un claro ejemplo es la escena en la que el deja de ser un mago de ilusiones; para convertirse en un vendedor de brasieres y lujos para “la mujer de hoy” en la vitrina de una tienda.
Siempre cálida resaltando en si misma lo humano, lo amigable y hasta lo ingenuo de Tatischeff. Planos largos y generales abundan en la película, que aunque sirven de referencia espacial y temporal; refuerzan rayando un poco la sensación del personajes, de estar en un lugar ajeno a su órbita; recalcan a sobremanera su soledad y se desapego al mundo al que lo están obligando a vivir.
Su vocación vulgarizada por su trabajo, se encuentra ahora detrás de un vidrio, adornada de luces y colores típicos del salón o el camerino de una diva; una vitrina más iluminada que el resto de la calle; cómo si fuera más importante que la realidad; mientras su propio contexto está después de ella, fuera de la vitrina en penumbra observando con ojos tiernos y un abrigo blanco de alta costura; creyendo firmemente en él y su magia. La vitrina es pues un invento más dentro de la melosería y la degradación de lo bello, pasteloso y brillante; como insinuando cierta perfección sublime de lo que se muestra y de lo que se vende.
La vitrina es una brecha entre lo que se es y lo que se quiere (o toca) ser. Un ilusionista dentro la vitrina añorando sus días fuera de ella junto a su arte en furor, diferente de lo que vive ahora. Y un grupo de espectadores deseando ser parte de ella o de por lo menos obtener algo de su luz y de lo que vende. Dentro de estos espectadores está la niña que aunque es amante de las vitrinas y lo que exhiben para ella; está aún arraigada al arte de la ilusión y la magia arraigada a esos tiempo sensibles humanos, que más que engañar al ojo, eran puentes para la imaginación.
Al ser la película casi un retrato del mismo Tati, un retrato de su mundo y hasta sus vivencias, resulta también ser un fiel retrato de los espacios, las gentes, los objetos, los colores y las formas de moda. Si bien Tati es y se siente como un hombre común y corriente, pertenece al espectáculo y es evidente en su actuar, incluso en su vestir; sobrepasando el hecho de ser un personaje animado, Tatischeff es pues una caricatura de sí mismo; sus pantalones cortos, contrastando con su postura elegante y erguida de señor, que a su vez contrasta con lo torpe, crédulo e inocente del personaje. Siempre vestido como todo un caballero de colores púrpuras o rojos, que a lo mejor como cliché, son los colores por excelencia de magos y hechiceros, basta con ver las numerosas representaciones del mago Merlín. Además de esto, el púrpura suscita la sabiduría de un viejo de entrañable tradición. Sus pantalones altos, apuntados casi “hasta el cuello” son una más que aportan a su postura de alta finura; que aparte de su gran altura física, obligan a verlo hacia lo alto, admirarlo.
Esta niña enamorada de sus zapaticos rojos y su abrigo blanco; que en otro contexto podría el rojo producir algo de pasión y lujuria, trascendiendo lo fetichista; en este caso son un aviso de sensibilidad, de simpleza frente a la vida de obligaciones de un adulto; y del evidente paso de convertirse de niña a mujer, que ahora sobre unos tacones, conoce el amor.
El escenario ya no es el mismo, es ahora un podio de ídolos, que más que artistas, son íconos y de alguna forma objetos para mirar, idolatrar y no escuchar y sentir, ya el público no desea eso. Busca nuevas modas, nuevos “artistas”, nuevos tipos de conglomeraciones que se vuelven un culto social, como lo son los grupos de rock n’ roll, rockabilly, y demás, géneros que se convierten en detonantes de euforia juvenil y sobretodo femenina, que más que una forma artística de expresión buscan, la representación física de un hombre ideal, entre los salvaje y encantador, un fenómeno groupies que no alcanzó a traspasar las barreras de la moda y lo “cool”. Por esto es evidente la crítica directa a las bandas de chicos nacientes de los 50’s, que aunque para hoy nosotros son íconos del rock, como Bill Halley en ese momento pudieron ser arquetipos directos de antiartistas.
Tatischeff es pues un personaje silencioso, no precisamente por hacer parte de un gag visual; sino que en sí mismo, refleja un estado permanente de pasividad taciturna, en su andar, en su forma de actuar, incluso de pensar. Es un artista vieja escuela que se ve obligado a vivir en mundo ajeno y adaptarse a la fuerza a él; un mundo donde ya no es aceptado, donde sencillamente su forma de vida y de verla no tiene cabida. En el momento en el que llega esta niña, es un encontrón de emociones, no es solo su única admiradora, es su hija, que aunque no la pidió, la vida la puso allí, ya hace parte de su familia y de su haber. Trabaja en cuanta labor vacía encuentra solo para poder darle gusto y hacerla feliz.
La niña alucinada por el nuevo mundo que está conociendo, los atuendos y costumbres, bella y jovial adopta para sí misma estas nuevas formas culturales; dejando atrás a la niña sencilla e ignorante en un Pub de Escocia; pero siempre fiel a sus raíces, creyendo en lo mágico y la belleza que despierta y las mil ideas que aviva en su cabeza en su cabeza; fiel creyente de un viejo que además de ser su héroe personal, se convierte en su figura paterna.
Con toda una vida y un universo por descubrir, esta niña aunque esun apoyo para la creencia del arte moribundo para Tatischeff; es por ella que se da cuenta que su estilo de vida y de habilidad subvaloradas ya no pertenecen a esa época, que ya no hay espacio para su conejo ni sombrero, así como ya no hay cabida para un ventrílocuo y su muñeco.

Obra de Juan Càrdenas.


NUMERO 67
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Agosto 10 - Agosto 24
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LOS CUENTA CUENTOS: Primer Encuentro Iberoamericano de Escritores Cinematográficos.




Por
Marìa Melisa Vargas
Corresponsal La Moviola
Ciudad de Mèxico




Escribir guiones cinematográficos va de la mano con los sueños
Pablo Remón




En el año de 1968, el día 2 de Octubre; en la plaza de las tres culturas de la ciudad de México, ocurre uno de los hechos mas espantosos que se registran en la historia del país. Mas de 10.000 personas, entre estudiantes, trabajadores, vendedores ambulantes, amas de casa, mujeres, niños, ancianos y mirones se reunieron allí este día, para mostrar el desacuerdo con el gobierno interno y con los hechos que en ese momento ocurrían en el mundo. Fueron asesinados por las fuerzas del ejercito mexicano, quienes rodearon la plaza y después de que una bengala brilló en el cielo, las ametralladoras se activaron para acallar los gritos de un pueblo y una juventud indignada. Así narra los primero momentos de angustia la periodista Elena Poniatowska en su libro “La noche de Tlatelolco” “Cuando un estudiante apellidado Vega anunciaba que la marcha programada al Casco de Santo Tomás del Instituto Politécnico Nacional no se iba a llevar a cabo, en vista del despliegue de fuerzas públicas y de la posible represión, surgieron en el cielo las luces de bengala que hicieron que los concurrentes dirigieran automáticamente su mirada hacia arriba. Se oyeron los primeros disparos. La gente se alarmó. A pesar de que los líderes del CNH desde el tercer piso del edificio Chihuahua, gritaban por el magnavoz: “¡No corran compañeros, no corran, son salvas!… ¡No se vayan, no se vayan, calma!”, la desbandada fue general. Todos huían despavoridos y muchos caían en la plaza, en las ruinas prehispánicas frente a la iglesia de Santiago Tlatelolco. Se oía el fuego cerrado y el tableteo de ametralladoras. A partir de ese momento, la Plaza de las Tres Culturas se convertió en un infierno”.

Justo detrás de esta plaza, llena de almas impunes, se encuentra hoy en día el Centro Cultural Universitario Tlatelolco; donde se da inicio a un proyecto maravilloso, comandado por seis personas cineastas y guionistas que así, como ellos mismos lo declaran se deben al cine. Ellos son la asociación civil de Escritores Cinematográficos El Garfio que con el apoyo del programa IBERMEDIA, se dieron a la tarea de organizar, pensar y crear el Primer Encuentro Iberoamericano de Escritores Cinematográficos.

Durante 4 días, cinéfilos, directores, guionistas y estudiantes se reunieron para reflexionar acerca de la tarea del escritor cinematográfico. Ya que en el mundo del cine es un oficio con pocos reconocimientos y casi invisible para muchos. Así como lo comentaba en una de las conferencias que se realizaron durante el tercer día del Encuentro, Armando Casas el director del CUEC (Centro Universitario de Estudios Cinematográficos) “La escuela del cine es un camino para cualquier realizador pero no es el único camino. El guionista tiene un universo y otros mundos detrás de este para contar ya que reflejan quiénes somos" . Interesantes y diferentes puntos de vista llegaron a nuestros oídos durante esos cuatro días de trabajo reflexivo alrededor del cine y su escritura. Por ejemplo pudimos contar con la presencia del escritor argentino Eduardo Sacheri, quien dío vida a la novela “ La pregunta de sus ojos” y luego junto a el director también argentino Juan José Campanella adaptaron está novela para llevarla a la pantalla grande en el año de 2009, convirtiéndose así en “El secreto de sus ojos” una de las producciones latinoamericanas mas exitosas del mismo año y que además en el año de 2010 sería premiada por la academia con el Oscar a mejor película extranjera. Eduardo Sacheri durantes la charla de Adaptación de obras literarias al guión cinematográfico, resaltó la importancia que tiene para èl los personajes en este proceso creativo y añadió que la adaptación de cualquier texto literario proviene del deseo que despierta en el lector y el impulso que este toma para verlo en pantalla. Él se enfrentaba a las ganas de ver la película pero deseaba ver en ella plasmada su historia y reconocer sus personajes.
No debemos olvidar que el guión es como una célula que explota liberando lugares, sueños, personajes que susurran realidades, fuertes estallidos de verdad y fantasía que iluminan las películas y a la vez nuestras vidas. Así como la piel se estremeció y los ojos se llenaron de lágrimas amor y rabia con “Los lunes al sol” (2002) de Fernando Leon de Aranoa , así como la creatividad se juntó con la recursividad para contarnos la historia de “La Antena”(2007) de Esteban Sapir o como nos descubrimos mojándonos los labios y deseando la persona de al lado mientras veíamos “En la cama”(2003) de Matias Bize. Todos mundos maravillosos que empezaron a forjarse en el papel y brillaron luego en la pantalla.

Todos pudimos reconocer que el cine de Iberoamérica, se encuentra en una posición comercial de desventaja frente a otras industrias cinematográficas del mundo; pero es importante reforzar el inicio de toda obra cinematográfica, la primera locación de cada película (el guión), para poder entrar en competencia. No es cuestión de copiar las formulas del cine estadounidense o europeo, es cuestión de escribir con verdad y sencillez, así como lo dijo el escritor y director de la película “El violín”(2006) Francisco Vargas, “estamos ante una batalla casi pedida; debemos competir de otra manera, con historias honestas y universales”.

En Iberoamérica cada día son mas populares las escuelas de cine, donde por lo general los estudiantes se niegan a escribir y se concentran en filmar y grabar, restando importancia al trabajo de contar historias, de crear cuentos que enseñen y lleven un mensaje a cada rincón donde pueden volar. El estudiante está cada día mas alejado de la literatura, no hace el ejercicio de leer guiones, así que no tiene muchas herramientas para explorar la escritura concentrándose en los aspectos netamente visuales. Se forman cada vez mejor los técnicos cinematográficos, solo siendo cuidadosos con la estética de la imagen, que por supuesto es necesaria también, pero el cine es un arte colectivo, donde se juntan mentes y almas con le propósito de crear todos juntos una sola cosa. Siguiendo esté mismo principio una película no puede estar solo construida de buenos sonidos o bellas fotografías, debe ser un trabajo arduo e integral desde la primera palabra puesta en el papel donde será escrito el guión.


“Uno se hace escritor por el contagio de contar historias, Quizá porque nuestra historia o la realidad no nos gusta tanto” compartía el maestro Vicente Leñero mientras tenía una charla con el escritor Guillermo Arriaga, quien afirma que “las palabras se oxidan en la garganta cuando no puedes contar una historia”; todo esto fue dicho con tanto ánimo y pasión que dan ganas de ser contagiado por el cuenta cuentos interno, de viajar al interior del ser para encontrar esas historias sensatas, verdaderas y con la identidad de nuestras gentes.

Alimentemos a nuestro cuenta cuentos viviendo, subiendo una montaña, haciendo parte de una banda de músicos callejeros, teniendo un amante que nos haga reír, escarbando las ciudades, amando a un amigo, comiendo con los ojos cerrados, leyendo un libro, visitando moteles, dejando a la novia, abrazando a mamá.
















El arte de las parejas o doblando neuronas también se dibuja el Mediterráneo en un bolsillo.



Por
Andrés Romero Baltodano






En la otra cara de la luna
Duermen los números del mapa;
Juego a encontrarme en esas cartas
Que ciegamente son mi suma
Julio Cortázar
Último Round





Al mundo los hombres y mujeres llegan solos. Son concebidos en pareja, pero llegan solos al mundo y de acuerdo a sus avatares y corrientes alternas, van “dibujando” su vida en un papel donde otro se asoma, de hecho uno de los poetas que más se ocupa de la otredad es Jorge Luis Borges y nuestro ponderado y tan desconocido filósofo Fernando González (denominado el filósofo de otraparte).


La soledad es atacada con misiles desde la industria (dos gastan más que uno) ya que una de las razones de “promover” la asociación y la formación de familias (como acto obligatorio en la vida) beneficia mucho a la industria y al círculo de gasto que se genera de manera permanente.
A propósito de una exposición que está colgada en este momento en la galería Mundo de Bogotá intitulada “Encuentros y Desencuentros” Parejas de artistas en el arte colombiano http://www.galeria-mundo.com/index.html, que probablemente se basó en otra expo de iguales características realizada en el Museo Wallraf-Richartz de Colonia (Alemania) en el 2008 y titulada Parejas de artistas -Amor Arte y Pasión- http://www.wallraf.museum/index.php?id=28, donde el enfoque era un poco más profundo, ya que abordaban relaciones como la de Frida Kahlo con Diego Rivera o la relación entre Natalia Goncharova y Michail Larionov o la de Paula Modersohn Becker y Otto Modersohn y se preguntan sobre las dificultades del género femenino para poder sobrevivir artísticamente junto a una pareja masculina. A partir de estas propuestas nos hemos preguntado precisamente por el arte realizado entre dos o las parejas que hacen arte los dos (a veces cada uno desde fronteras y acantilados diferentes). La exposición aborda en general el asunto de la relación de pareja y cómo cada uno se lanza sobre el mar del arte con flotadores diferentes.


La idea como punto de partida es intrigante en la medida que sobre estos temas han corrido ríos caudalosos de tinta y de bits en las pantallas del mundo. Tendrá que ver la pareja en la obra?, tendrá que ver el secreto de la intimidad en series que tal vez nacen en el taller y nunca ven la luz publica por sugerencia del otro o la otra?, se puede apreciar la obra de cada uno como un “grito de libertad” de el otro artísticamente hablando?.


En general más allá de la “curiosidad” del tema planteado y teniendo en cuenta la trayectoria de muchos de ellos y ellas, en general las obras presentadas no muestran el potencial de la obra ni demuestran la trayectoria desde la obra, sino que por momentos pareciera ser como un acto de cumplimiento ante el requerimiento de la expo (pareciera valer mas el mostrar que son pareja) que la valía artística de cada uno, incluso se queda la propuesta curatorial en demostrar que detrás de cada pareja solo hay amor infinito y armonía eterna, si nos atenemos a las descripciones adjuntas a las obras y a una repisita que está al comienzo de la expo, donde se les pidió a los artistas que (tal vez para resaltar lo romántico y perdurable de la relación) intervinieran una parejita de almohadas que se acomodaron “junticas” y supongo también se “venden” junticas.
Aunque hay excepciones individuales como la obra de Angélica Zorrilla y la fuera de serie de un Juan Cárdenas desbordado en su propia obra y aunque la irregularidad curatorial es evidente, el tema de la expo nos empuja a hacer un recorrido por parejas que actúan en dúo o parejas que lo son en la intimidad, pero incluso pueden llegar a tener obras totalmente diferentes y el hecho de su “unión” es más un accidente de vida y no una sociedad de la imaginación.


Podemos pensar en parejas que son Tándem para un trabajo tan utópico y farsesco como el de “salvar al mundo” de unos “villanos” y aquí es donde podemos hablar de un equipo como Kaliman y Solin (creados por Rafael Navarro y Modesto Vásquez para la radio mexicana en 1963) pareja inverosímil y “surrealista”, en la medida que el héroe grande es un “mix” de -místico galán de telenovela, peleador innato-, que se enfrenta al “mal” con un niño que al parecer no podría colaborar mucho contra una banda de atracadores bien entrenados en una calle de cualquier país latinoamericano. Kaliman y Solin vienen de la radio y se estacionan mas adelante en un comic y en el cine, otra pareja muy particular creada para el comic por Herge es Dupont y Dupond (conocidos en las versiones al castellano como Hernández y Fernández) dos policías gemelos, que actúan siempre juntos y aunque los argumentos de Tin Tin no sean un canto a libertad (muchos hablan del joven periodista con el mote de racista, sexista y demás) pareciera verse cierta tendencia a criticar este tipo de personaje mitad burócrata, mitad imbécil en estos dos investigadores que aparecen por primera vez en la aventura Los Cigarros del Faraón (1932).


Otras parejas que se nos ocurren dentro del arte las podríamos dividir entre aquellas que hacen la obra juntos y firman como una sola “marca” y aquellos que siendo artistas, los dos trabajan independientemente o en roles diferentes para una sola obra de arte, como es el caso del cine, donde son muy comunes los equipos de parejas profesionales entre el director y su director de fotografía como en el caso de Woody Allen-Gordon Willis, Win Wenders-Robby Muller, Rainer W. Fassbinder-Michael Balhaus, Alejandro Gonzalez-Rodrigo Prieto o el caso de hermanos como los Quay, los Wachosky, los Coen, los Dardenne o parejas creativas como los cineastas: Jean Luc Godard y Anne Marie Mieville o Mariano Cohn y Andres Duprat o Paula de Luque y Sabrina Farji, incluso en el cine colombiano de la época silente Pedro Moreno Garzón hacia dupla con Vicenzo Di Domenico en una interesante película como la adaptación de la novela de José María Vargas Vila: Aura o Las Violetas (1924) o en el caso del documental Erik Gandini y Tarik Saleh con “Sacrificio quien traiciono al Che Guevara” (2001).

Dentro de los artistas que hacen la obra juntos podemos hablar de Pierre et Gilles, quienes se encuentran y deciden continuar los caminos artísticos que llevaban a una “sociedad” que firma de la misma manera, también encontramos a Nam June Paik, quien junto a la violonchelista Charlotte Moorman, construyeron muchas obras juntos, podríamos hablar también de aquellas dupletas de trabajo que a veces se dan en la historia como Anton Chejov y Olga Knipper (dramaturgo y actriz), Kurt Weill y Lotte Lenya (Compositor y cantante), Gertrude Stein y Alice Toklas (escritora y gestora de su obra) Katherine Mansfield y John Middleton (escritora y crítico literario), Fritz Lang y Thea Von Harbou (cineasta y novelista y guionista), Benjamin Britten y Peters Pears (compositor y cantante). Entre otras recordamos ahora también parejas creativas del arte colombiano como Olga y Jim Amaral (tapicera y escultor y dibujante), Martha Rodríguez y Jorge Silva (Cineastas).


Otra forma de asociación artística en las artes plásticas es cuando varios artistas deciden nombrarse como un “colectivo”, que dentro de nuestra historia en este momento recuerdo la obra Alacena con Zapatos (1978) presentada por un colectivo y en términos contemporáneos y venidos desde el arte callejero como es el colectivo “Excusado”, quienes comenzaron como anónimos graffiteros “asociados” y pronto corrieron hacia la legalidad convirtiéndose en un grupo que hasta ha sido recopilado en un libro de la Editorial la Silueta.


Los colectivos también son muy populares dentro de los artistas digitales y el net art contemporáneo como el estudio de Tale of Tales BVBA fundado en el 2002, The Yes Men colectivo de acciones políticas de Net Art o Etoy quien hace proyectos alrededor de las marcas industriales.
De hecho las parejas en el arte, a veces cuando son mostrados por los medios masivos, se confunden más con la historia de amor vivida o sufrida (habrá algo mas “mercadeado” que la “traumática” y “tormentosa” relación entre “su” Frida y Rivera?) o incluso sirve para alimentar mitos de sementales pictóricos como Picasso o mitos de amores “surrealistas” como la supuesta pareja Dali- Amanda Lear.

Las parejas han sido vistas en los comic como ayudantes que “despiertan” sospechas como el mito urbano de la pareja Bruno Díaz-Ricardo Tapia, de hecho los “ayudantes” de los superhéroes funcionan como equipos de ataque y defensa y en el arte funcionan mas bien como seres humanos unidos por una misma intención, a veces unidos o a veces distanciados o peor aún, parejas que el uno borra a la otra, casos dramáticos como el de Alma Mahler, quien abandona la música y es destrozada por Gustav o Lucia Moholy, quien es “raponeada” fotográficamente por su famosa pareja Lazlo Moholy Nagy o uniones creativas desde diferentes riveras como el caso de la maravillosa fotógrafa Claude Cahun y Suzanne Malherbe o Jean Tanguely y Nikki Saint Phalle.


Parejas-parejas o parejas-disparejas nos internan en relaciones siamesas o gemelas, que permiten ver obras donde todo no está en manos de un solo talento, sino de dos personas que se funden (o a veces se confunden) para llevar a puerto “seguro” una canción (los dúos darían para otro artículo, pero por ahora podemos hablar de Los Carpenter, Barbara & Dick, las recordadas en nuestro medio Hermanitas Singer, Ana y Jaime, Ivan & Lucia) una obra de teatro, una coreografía, una película o una obra plástica.


Dos cabezas piensan más que una dice el adagio popular, pero no estaríamos seguros que para el arte funcione como una sumatoria, porque el arte se nutre del desvelo, la confrontación, los choques y a veces los besos y la presencia de dos no es sinónimo de más, sino de tal vez la teoría que dos cabezas, desde la diferencia, pueden alarmar las almas y dejar en la oscuridad o al borde de un volcán a un hombre o a una mujer, que sólo querían sentarse a leer sobre el pasado, mirando fijamente la famosa “columna de Trajano”.

AMY, AMY, AMY: LIFE IS A WINNING GAME




Por
Jorge Eduardo Martinez
Especial para La Moviola




La primera vez que escuché a Amy Winehouse, fue al mismo tiempo la primera vez que la vi. Una mañana de finales de 2007, pasaba canales en la televisión, y me detuve un momento en VH1, mientras mostraban videos de música nueva. Cuando se acabó el video que transmitían en ese momento, aparece una mujer recostada en una cama, la muestran en primer plano, con un aspecto físico que lo primero que hizo fue recordarme a Fran Fine (el personaje que la actriz americana Fran Drescher encarnara en la serie de comedia ‘The Nanny’ en la década de los 90’s, notoria por su estrafalaria vestimenta, su labial profundamente rojo y su abundante cabellera a veces adornada con un capul o un copete), y mirando a la cámara comienza a cantar: “They tried to make me go to rehab and I said No, No, No”. Apenas pronunció esa frase me vi obligado a seguir viendo el resto de la trama. Quedé atrapado. Al final del video memoricé bien su nombre para investigar sobre ella. Me llevé una –grata- sorpresa al enterarme que no era norteamericana sino inglesa, ya que su sonido (el de su voz y el de la banda que la acompañaba) me transportó automáticamente a los artistas de soul de los años 60 en Estados Unidos; si bien Inglaterra ha mostrado artistas de soul y rhythm and blues como Dusty Springfield en los años 60 y 70, y Joss Stone desde la década pasada, en ese país ha prevalecido a través de los años el rock en todas su vertientes (progresivo, indie, alternativo), la música electrónica, el synthpop y el trip-hop.


Cuando la conocimos, muchos pensábamos que era en efecto una nueva artista, como lo sugirió VH1 en esa franja (y como lo ‘demostraría’ después la Academia de Artes y Ciencias de la Grabación al otorgarle el premio Grammy a la Mejor Nueva Artista en 2008), pero gracias a una querida colega y amiga (fanática de Winehouse también) me enteré acerca de una primera grabación de la artista, lanzada en 2003 en Inglaterra, y al mismo tiempo me enteré de la enorme influencia del jazz que prevaleció en esa grabación, por encima del soul.


En efecto la carrera artística de Winehouse comenzaría en 2002 a sus 19 años, cuando directivas de la compañía 19 Entertainment (los mismos encargados de manejar los talentos de American Idol) empezaron a desarrollar su estilo, pero Darcus Beese, escuchó un demo que ella grabó, e hizo hasta lo imposible para que ese gran talento perteneciera al sello disquero del cual era representante: Island Records – sello inglés fundado en Jamaica (siendo ésta una colonia británica) en 1959, originalmente difusor del ska (Don Drummond, Desmond Dekkar, The Maytals), para luego adentrarse en otros géneros como el rock progresivo (Traffic, King Crimson, Emerson, Lake & Palmer), el reggae (Bob Marley, Jimmy Cliff, Third World), el folk rock (Cat Stevens) y el rock alternativo (U2, The Cranberries) –. Habiéndolo logrado, comenzaron a trabajar con diversos productores, entre ellos el teclista (multi-instrumentista) norteamericano Salaam Remi, quien sería uno de los pilares en la búsqueda del sonido característico de la música de Winehouse durante sus casi 10 años de carrera. Prácticamente bajo su guía, sale al mercado en 2003 ese primer álbum, ‘Frank’, titulado en honor a su perro mascota. Continuó su carrera con el mismo sello, con Remi, y con la guía de otro productor, Mark Ronson. Bajo la batuta de ellos dos (separadamente) sale al mercado en 2006 su segundo disco, ‘Back to Black’. Si bien ‘Frank’ logró causar un gran impacto en su país por la sonoridad tan ‘negra’ y tan ‘americana’ que brindó con una voz y con composiciones muy de ella (salvo dos temas), ‘Back to Black’ le daría el reconocimiento internacional, porque en esta grabación se le oye más apropiada del género, del sentimiento y de la esencia de la música negra americana, desde las letras y desde la música misma, pero pensaría yo que todo esto se dio principalmente por ser una artista tan joven, tan auténtica y tan consciente de su talento.

Pero, ¿cómo una joven blanca e inglesa supo apropiarse tan bien de dos de los géneros musicales de origen negro más importantes de Estados Unidos, que, por lo menos territorialmente, no le pertenecen? Continuaré centrándome en la artista que cautivó al mundo entero con su ser, con su voz y sus canciones, más que en la problemática persona que los medios de comunicación (muchas veces malintencionados) se encargaban de enseñarnos en sus primicias y sus fotografías.
Todo comienza desde su niñez, en una época en la cual en Inglaterra el synthpop acaparaba las emisoras y los canales musicales a través de Depeche Mode o Duran Duran, el rock alternativo de U2 criaba a un gigantesco monstruo con el que aún causa estragos mundialmente, y en cuartos cerrados, grupos como Massive Attack y Radiohead empezaban a gestar lo que daría un vuelco a los estándares musicales en los 90’ a través del trip–hop y el indie rock, respectivamente. Su madre, Janis, le inculcaba el gusto por el jazz, y su padre, Mitchell, le introducía a Frank Sinatra (a su vez intérprete de reconocidos estándares de jazz). Se aprendía las canciones de tanto cantarlas con su padre y, según cuenta Janis, en el colegio le llamaban la atención por cantarlas en plena clase. Sus padres se separaron cuando Winehouse tenía 9 años. Janis la describía como una niña muy alegre, pero tímida al mismo tiempo. A los 10 años, con su amiga Juliette Ashby, formó un grupo de rap. Al respecto Winehouse explicaba al sitio web AskMen.com: “mi amiga y yo adorábamos a Salt ‘N’ Pepa, entonces formamos una banda llamada Sweet ‘N’ Sour, teníamos un tema llamado ‘Spinderella’, que era grandioso… pero eso fue hace mucho tiempo”. Si bien esta banda no duró más de un año, las ganas de estar en los escenarios no se detuvieron con ese intento. Por sugerencia de su abuela, Winehouse recibió clases en la Escuela de Teatro Susi Earnshaw durante cuatro años, antes de entrar a la Escuela de Teatro Sylvia Young, de la cual se dice que fue expulsada por ponerse un piercing en la nariz. A los trece años le regalaron una guitarra, con la cual empezaría a escribir canciones y a desarrollar su inicial talento como cantante. Si bien su talento como guitarrista se percibe en sus grabaciones en estudio, no es propiamente una habilidad que se haya resaltado en su carrera; justamente, en muchos videos (la mayoría aficionados) de presentaciones de bajo perfil, se puede ver cómo ella con la guitarra, es su misma banda acompañante. “Creo que empecé a componer canciones a los 15 años (…), no empecé realmente a golpear las puertas de compañías disqueras o algo así. Escribí algunas canciones y empecé hacer algunas presentaciones”, comentaba Winehouse a Access All Areas en 2006.


Para el momento en que sale al mercado el primer álbum de Winehouse, Darcus Besee declaraba a la prensa en 2004 acerca del descubrimiento de Winehouse que “ha habido en los últimos 2 o 3 años una reacción hacia los realities musicales (…) que han vuelto a la gente hambrienta de jóvenes talentos; en el transcurso de esas reacciones estamos viendo artistas genuinos empezando a relucir ahora mismo. Estos artistas no son el modelo pop, que intentan penetrar el Top 5 cuantas veces sea necesario y vender álbumes basándose en eso.”


Amy Winehouse fue una artista que desde el comienzo sabía cómo conquistar su público, sabía qué podía ofrecer y cómo hacerlo. Pienso que su arma más poderosa fue su voz. Una voz con un registro amplio, en el que prevalecían sus potentes notas graves, pero que sin ningún reparo o esfuerzo alcanzaba (también potentes) notas agudas, un timbre muy particular específicamente hecho para cantar con el alma, alegremente o tristemente, pero con el alma al fin y al cabo. Al escuchar sus canciones no me queda duda que ella sabía qué hacer con su voz, pues ninguna canción le sonaba igual, sabía cómo utilizar su timbre, su registro y sus matices de acuerdo a sus letras, con el fin de darles el significado y sentimiento requerido.


Por otro lado, en público se mostraba como una persona común y corriente: en sus conciertos tosía, estornudaba o aclaraba su garganta como cualquier persona en su vida cotidiana; en sus entrevistas se mostraba como una persona alegre, sencilla, humilde, pero al mismo tiempo muy segura de lo que podía hacer y crear; en sus videos nunca utilizó el sexo como recurso para llamar la atención, por el contrario, simplemente miraba fijamente a la cámara, algunas veces esbozaba sonrisas, caminaba por la calle, no precisamente como una modelo de pasarela, o simplemente la veíamos sentada sobre las escaleras de la entrada de alguna casa. Al comienzo de su carrera, para las épocas de ‘Frank’, se mostraba como una mujer bien vestida, prolija, algunas veces muy bien peinada, otras no tanto, su maquillaje no muy recargado; posteriormente, para ‘Back to Black’, se había vuelto más rebelde, más agresiva, vimos unos tatuajes en sus brazos que antes no existían, su vestimenta en general era más ‘descuidada’, lucía su ya famoso ‘panal de abejas’ sobre su cabello y su maquillaje al estilo de Cleopatra, ambos herencia de los grupos de sólo mujeres de los 60 que tanto amaba ella (particularmente las Ronettes, el trío vocal femenino que estuviera comandado por Phil Spector a comienzos de los 60, años antes de meterse con The Beatles).


Su debut discográfico ‘Frank’ de 2003, contenía 13 canciones (15, si se tiene en cuenta que la que cierra el álbum, son tres en una) de las cuales sólo 2 son covers. Es un disco fuertemente cargado de jazz, en el cual confluyen también el soul, el pop y el trip-hop. Por su canción ‘Stronger than Me’, recibió el premio Ivor Novello a la Mejor Canción Contemporánea Lírica y Musicalmente en el año 2004. Al respecto, Winehouse comentaba, “Los Ivor Novello son para escritores de canciones, y eso es lo que soy yo. No estoy tratando de ser la mejor dama, sólo trato de escribir canciones”. Para su segundo trabajo ‘Back to Black’ da un giro a su identidad sonora y decide hacer una semblanza de los grupos femeninos de soul de la década del 60, adoptando la esencia y la sonoridad particular de esa época, incluso a tal punto de utilizar interpolaciones de canciones como ‘Ain’t No Mountain High Enough’ de Marvin Gaye y Tammi Terrell grabada en 1967, cuya parte instrumental fue utilizada casi en su integridad para uno de los mayores éxitos de Winehouse, ‘Tears Dry on Their Own’.



Algo que me llamó la atención de Amy Winehouse cuando VH1 me la presentó en aquel 2007, era esa particular sonoridad tan reminiscente al soul de la década de 1960: canciones muy rítmicas, énfasis en los instrumentos de viento, fills de batería bien definidos y consistentes, líneas de bajo constantes, básicas, pero bien puestas, uno que otro arreglo de cuerda sobrio y discreto y coros de fondo al mejor estilo de los grupos de Motown, junto a las virtuosas voces de los cantantes (Aretha Franklin, Otis Redding, Diana Ross, Stevie Wonder, Sam & Dave) provenientes de una escuela góspel, en la cual entregaban el alma para cantar alabanzas a Dios, pero al volverse profanos, le entregaban el alma a sus penas y sus alegrías. Durante los 60, muy pocos cantantes de soul eran los mismos compositores, mas se apropiaban de las letras para hacerlas suyas. El caso de Amy Winehouse era distinto, porque eran sus letras, sus vivencias, era su propio sentimiento, ella canta desde su perspectiva propia, lo cual la hace más sincera (por decirlo así) al contar – o cantar – una historia.


Justamente Winehouse escribía todas sus letras, la mayoría autobiográficas. Para ello hacía gala de un muy buen uso de las rimas consonantes en sus versos. En ellos encontramos palabras que no son del uso común en el lenguaje, como en la canción ‘You Sent Me Flying’, en la cual utiliza la palabra ‘kerb’ en vez de ‘curb’ (refiriéndose al andén de una calle) o la palabra ‘tee’, abreviando la palabra ‘t-shirt’ (camiseta), para justificar precisamente esas rimas:
“And although my pride is not easily disturbed,
You sent me flying when you kicked me to the kerb.
With you battered jeans and your beastie tee,
Now I can’t work like this with you next to me.”

En casi todas sus canciones Winehouse cantaba en primera persona, lo cual enfatiza más el hecho que sus canciones sean autobiográficas, y que a mi concepto hace más fuerte al alma cantar sobre sí mismo cuando se tienen penas de amor, tema recurrente en sus letras. En ellas hablaba de la infidelidad (‘Just Friends’, ‘I Heard Love Is Blind’), de la rabia (‘Take the Box’, ‘Stronger than Me’), de la resignación (‘Tears Dry on Their Own’, ‘Back to Black’), de la gente (‘Fuck Me Pumps’), incluso dedicó líneas a su lado libidinoso (‘Amy, Amy, Amy’) y también hablaba sin tapujos de su adicción a las drogas y al alcohol (‘Addicted’ y ‘Rehab’, respectivamente).

Desde 2010 se rumoraba la llegada de un tercer álbum de la cantante, el cual sus fanáticos esperábamos con ansia, sobre todo después del lanzamiento de dos álbumes totalmente distintos, ambos de una calidad lírica y musical grandiosa. Álbumes distintos incluso en su duración, ya que ‘Frank’, si hubiera tenido un minuto y medio más de música hubiera durado la hora entera, mientras que ‘Back to Black’, que tenía dos canciones menos que su antecesor, ni siquiera llegó a los 40 minutos. De ambos álbumes han salido ediciones de lujo, ambas contienen dos CD’s con remixes y lados B de sus sencillos. También nos dejó una presentación en vivo en un DVD como registro oficial de algún concierto de ella. Se habla de una enorme cantidad de material que Winehouse inició, en el cual Salaam Remi también iba a estar involucrado. Desgraciadamente, Winehouse no lo logró concretar a tiempo.

Amy Jade Winehouse, nació el 14 de septiembre de 1983 y fue encontrada muerta en su casa en Camden, en su natal Londres el 23 de julio, meses antes de cumplir sus 28 años. Sí, desgraciadamente falleció a los 27 años, edad que los medios se encargan de unir a otras muertes relacionadas con abuso de drogas primordialmente cuando se habla de ‘los muertos a los 27’ (Janis Joplin, Jimi Hendrix, Jim Morrison, Kurt Cobain), centrándose más en sus desgracias más que en su legado. Cuando mi hermana me contó esa fatal noticia yo no lo podía creer. Fue una triste noticia que sacudió a la música. Triste, porque sus fans queríamos más de ella, más música, más canciones, esperábamos ver una vasta producción discográfica (sobre todo quienes somos coleccionistas), porque éramos conscientes, como Darcus Beese en un principio, del gran potencial de esa joven artista. ‘Talento’, ‘Puro Sentimiento’, ‘Diva’ son algunos de los calificativos que dieron conocidos míos a esta gran cantante. Amy Winehouse logró millones de adeptos internacionalmente, y sí, tuvo numerosas depresiones durante su vida, desde la separación de sus padres hasta la ruptura de la relación con su esposo Blake Fielder-Civil; muchos nos hemos sentido identificados por lo menos con una de sus canciones. Ella decía en una de ellas que “el amor es un juego en el que se pierde”, pero sé que para ella, al final, la vida es un juego en el que se gana.

ASOMANDOME A WERNER HERZOG




Portada de Yo necesito Amor de Klaus Kinski






Por
Nicolás Sandino Moreno
Estudiante
Medios Audiovisuales
Énfasis de Cine


Querido Diario:

El sudor hace que no me divierta, ni “con encanto” ni “con primor”, como dice la canción del Gran Combo de Puerto Rico.
Intentando lucir fresco, veo en el espejo de una taquilla de una sala de cine “indie”, un sudaca que observa su reflejo, intentando lucir fresco, pagando por una película en 3D.
En los 70’s y 80’s inicialmente, Japón y América del Norte, tomaban la experiencia fílmica, esa misma que tanto nos gusta de interpretación subjetiva sentimental e intelectual, y atacaban directa y físicamente los sentidos del espectador: en una película, por ejemplo, un catálogo de colores y olores era entregado en la taquilla, y cuando en la pantalla salía el color, la gente olía el equivalente en su catálogo y podían oler a la chica o el café que prepara otro personaje. En otra película, donde un terremoto acecha una gran ciudad de América del Norte, al público se le retorcían las tripas por las graves vibraciones que emitía un novedoso y gran parlante, en las escenas de destrucción. Favorablemente para ambos, Querido Diario: si tienes los poderes mágicos que he imaginado que tienes al escribir esto, sé que si te interesa conocer más para no dejarte asombrar con “novedosos” y “experimentales” cineastas contemporáneos, y también se con certeza que tu método de búsqueda en la internet, es más eficiente que una aspirina.


2-D, 3-D, 4-D, y asombrosamente, Queridísimo Diario, he encontrado lugares en donde un ejercicio de ingeniería en una maqueta a grandísima escala, con una esfera metálica (ahora un carrito ), y la gravedad impulsándola, venden a precio de gallina, salas de cine donde “experiencias únicas” se viven cuando el personaje (según la temporada) en la pantalla estornuda, un spray de agua me “escupe” en la cara sin siquiera disculparse, y esto es llamado por algún desarrolladísimo teatro, en algún desarrolladísimo país “hermano”, en medio de una desarrolladísima técnica sensitiva: 5-D.


Ay Querido Diario, en vez de esta gallina que me vendió Rick, o Tom, o John, o Larry, o Clark, me hubiese podido comprar varias docenas de huevos para preparar ambiciosas tostadas francesas…
(Volviendo al sudaca.)
Charles le entrega unas gafas al apestoso turista que le agradece con su tosco intento de aparentar ser inglés.


- “Eres de la India?” Le pregunta Charles o Erik.
El otro no recuerda frases para responder, así que se apresura a la sala donde una película de Werner Herzog en 3-D está a punto de empezar.
Todos están listos para deleitarse con las explosiones, los cuchillos voladores y “una fauna exótica” que se acerca hasta la nariz y me puede llegar a causar alergia. Yo no. Yo soy alérgico a los perros y si me acuesto en el pasto me salen ronchas rojas en la cara. A demás, los relatos ficticios y un par de documentales del autor, me han cautivado por su utópica, Fritzcarraldamente contradictorias, búsqueda de la conquista de tierras tanto com foráneas, (Cobra Verde, 1987; Aguirre, la cólera de Dios, 1972, etc.) y locales como en su natal Bavaria (Herz aus Glas, 1976). Tanto gusto le tengo a su filmografía que el escepticismo que le tengo al 3-D, se ve parcialmente vencido por mi ansiedad. Tierras inexploradas por la cámara, pre modernas para su mundo. Una crítica apocalíptica del mundo occidental y su raciocinio instrumental; un cuestionamiento del progreso, una mirada directa entre los ojos del mito y la modernidad bajo los parámetros y los gustosos ojos de las tradiciones primitivistas y exóticas para el forastero.
Querido Diario, más allá de esta parte del discurso del autor, la fe que tengo sentado allí con esas incómodas, pero atractivas gafas, nace a partir del deseo de conquista personal, semi Dios como lo ha planteado Herzog en muchísimas de sus películas, pero a gusto personal, Querido Diario, me intriga y me apasiona, Signos de Vida (1967). Narrado a través de una subjetiva documentación, intimista, vemos como la crisis de su misma existencia se apodera de un ser humano. Donde la alienación académica de una guerra, la locura, el misticismo, la agresión del mismo escenario, y su implacable sol, hacen que un soldado herido se rebele ante sus superiores militares, ante el sol y ante el universo.

El teatro se empieza a llenar de crispetas. El aire acondicionado está a reventar. El joven sudaca ahora sí que luce fresco, yo lo sigo viendo sudar a chorros.
Esas mismas gafas que le hicieron exclamar al espectador: “Uuuuuuhh!” Aaaaaahhh!” Ahora me van a acompañar en las milenarias cavernas de Chauvet en Francia, bajo la mirada de uno de mis autores favoritos; “Uuuuuhh! Aaaaaahh!”quiero exclamar también!


Inmerso en la mayoría de planos de la primera media hora, agradecí a Herzog (como en esas plegarías personales) por permitirme ver una parte fundamental del ser humano, en su primitiva esencia; en las manifestaciones instintivas representadas por pinturas de hace más de 30.000 años atrás del aún no, ser humano, y del mundo que lo rodeaba.
Gracias Werner por hacerme ver lo que estabas viendo, con relieve y sombreado en tres dimensiones. Gracias por dejarme admirar los milenarios trazos de formas animales talladas en las piedras, que un ser inició miles de años atrás y dejó (solo en mi imaginación sabré por qué) incompleta la pintura; y otros miles años después, otro ser humano (primitivo?) pintó encima complementando la representación anterior con la suya, y otro ser humano, tiempo después con la suya, intercalándose con las garras de los osos y de más animales allí representados que llegaban a inmigrar como lo hacían los “pre humanos”. Este es el momento a cargo de Herzog, para que el ser humano moderno, plasme su impresión sobre las demás impresiones milenarias. Lo que no se olvida. Un lugar mágico, un reflejo de lo que podría llegar a ser humano; un lugar sagrado, la memoria viva y fresca, el génesis de lo que estamos empezando a conocer. Seres Humanos.


Un modernísimo (sin sarcasmo supongo) equipo técnico con el que los científicos, hasta el momento han dictaminado el volumen “total” de la zona, la edad de las pinturas en las paredes, la procedencia de las huellas en la arena junto a los cráneos animales que se conservan intactos, tal cual como murieron y descompusieron sobre esa misma arena. Carajo, parece mentira.
Varios seres, con carbones de diferentes épocas, trazaron un sombreado con volumen sobre un lienzo virgen, majestuoso y sagrado. Estalactitas y estalagmitas que por cientos de miles de años, una gota en su constante cadencia, construiría lo que para nuestros ojos modernos y occidentales veremos como una pieza similar al mármol, y llamaríamos “arte”.
Un lugar sagrado para los habitantes de aquella tierra hostil e imaginada. Ahora por el ser humano contemporáneo, respetada, parcialmente, su integridad.


Los científicos conservan la caverna tal cual como la encontraron; han construido una delgada plataforma metálica por donde recorren y analizan la caverna. El acceso a este lugar es ultra exclusivo para preservar la fragilidad de la historia. Es un lugar donde solo los científicos más capacitados de Europa han entrado. Nadie puede tocar nada, mucho menos bajarse de la plataforma. “Conserve sus manos y piernas dentro del vehículo” como le dicen en un parque de diversiones. Esa advertencia me llegó pasajeramente a la cabeza como un zapping al ver el recorrido que hace Herzog y su limitado (en número) equipo al hacer “el tour”.
Piensan hacer una réplica exacta de la caverna para que los turistas se fotografíen junto a las estalactitas y junto a las pinturas, asombrosamente modernas que hicieron los antepasados, ya que el turista promedio está acostumbrado a ver los “mamarrachos de los indios” en algún museo “famoso”.
Parece una broma; que un museo tenga “fama” como una “celebridad”, y que intenten recrear un lugar tan único, místico y sagrado para el placer del colono.
Al verme extasiado por este paseo de primera mano, antes de que construyan la réplica para turistas, muchísimo más entretenido que cualquier atracción de cualquier parque de diversiones, me viene a la cabeza un sentimiento de contrariedad al ver como la cámara en 3D le permite a la monita colorada que está a dos puestos de mí, al charlatán que TIENE que expresar todo lo que sienta y piensa durante la película, a la pareja que en EL silencio, se murmura el uno al otro “Que aburrido…”, al que en el patetismo de la belleza musical de la película está intentando lucir fresco, intercalando esporádicas miradas con la coloradita, ver en toda su tridimensionalidad, las curvaturas de la cueva, las diferencias en el relieve de su textura milenaria, los trazos de lo que somos experimentando por poco la corriente de aire inexistente del lugar. El silencio. Diástole. Sístole.


Cómo carajos llegué acá?
Por qué yo, un tipo promedio que nunca se ha ganado si quiera una medalla, puede inmiscuirse en esta caverna y lo que representa para las personas que viven y sueñan con la misma, luchando contra su ambición innata (humana?) por preservar este lugar y a su vez estudiar el origen de lo que son los seres humano? Por qué puedo apreciar en toda su textura y fuerza mística de sus trazos a temporales, los primeros visos de HUMANIDAD, los cuales antes de que esta cámara entrara, era un misterio para los que sueñan con ella y con lo que representa?
Por qué el charlatán, al ver la pinturas en las paredes de la caverna, puede exclamar: “Picasso!”? Por qué esa pareja, esos mismos que creen que se equivocaron al dejarse llevar por el aviso en 3D, está presenciando los huesos de un oso ya extinto, colocado por un ser con conciencia, agradecido u ofendido con su existencia sobre una roca en forma de altar? Por qué estará tan colorada? Por qué si quiera me importa todo esto?
Yo no soy Aguirre, ni Manoel da Silva, ni Carlos Fitzcarrald; mucho menos el actor que los interpretó; odio a Napoleón y a la iglesia cristiana, odio la conquista, la sangre me da asco, las armas alergia; “otio” a los economistas, a los jueces y detesto la idea del dinero; escupo sobre los que me intentan clasificar bajo su prejuicioso estatus social/económico/político y ni que me hagan hablar de los que mandan a comer mierda, al que ni siquiera tiene comida para fabricar la misma. Aborrezco ser “meritorio”. Aborrezco ser “no meritorio”.
Otra plegaria: quien es Herzog para atar una pequeña cámara a un palo para poder ver lo que hay detrás de una roca?
Malinterpréteme si quiere, pero recuerde invasor que este es mi Querido Diario.
Malinterpréteme si quiere usted también Querido Diario, no me asombraría, más de uno lo ha hecho. Será prejuicio, pero no envidia.
Pensándolo bien, ya esta dejando de ser usted mi Querido Diario.

La intrigantemente bella pregunta que me ronda en la cabeza, aún no le encuentro respuesta. Tendría que estudiar una de las historias creadas por los seres humanos modernos, sobre el ser humano.
Huevo/gallina? o gallina/huevo?
Qué es “ser humano”?
Cuando se puede hablar del “ser humano”?
Si sabe, por favor cuénteme, es que en verdad no sé.
Cómo es posible que Picasso pinte como un cromañón?

Herzog llama PostScript al final de la película.
“Será que nosotros somos estos caimanes albinos, mirando las pinturas de las cavernas?”. No es necesario que mi abuela tenga seis brazos para que mire con asombro y probable desagrado las pinturas de mi mundo. Se generó una mutación, saliéndonos del contexto social, político y económico que acarrea la necesaria denuncia ante las radioactividad. Es un cambio generado por el hombre y la mujer (el Ser Humano.)

Cual es la necesidad de analizar las pinturas y encontrarles la similitud con lo que conocemos como arte? Cual es la necesidad de llamarlo arte? Cual es la necesidad de irrespetar los ritos de las culturas milenarias? Cual es la necesidad de respetar? Por qué hay valores, fanatismo, modales y pudor? Cual es la necesidad de preguntarme esto? Cual es la necesidad?

Ante esta pregunta de Herzog, yo me declaro Querido Diario, un caimán blanco que mira con inquietud ese mundo en el que le tocó vivir; ese mismo mundo donde el “ser humano” me moldeó así: albino y fenómeno; culpable, exiliado y exhibido; lisiado. Un caimán albino frente al reflejo de mí imagen, pretendiendo lucir fresco. Todo un ejemplo a seguir.


ESPERA (Cuento)

Fotografìa de Helena Almeida



Por
David Garcìa




Desperté con el leve brillo que se colaba entre la separación de las cortinas, podía ver el polvo y la piel muerta flotar e ir sin rumbo por la habitación y sentir el ambiente cálido de una mañana soleada mientras mi cuerpo reposaba sobre la suave colcha de su cama.

Mis ojos iban de un lugar a otro buscando con la mirada algún sonido que me indicase dónde estaba ella, pero no la escuchaba y en ese instante sentí que la tranquilidad que poseía al haber dormido cerca, prácticamente a su lado, se iba. Aparte mi cabeza de la colcha, miré con detenimiento cada una de mis extremidades, las estiré buscando repeler el agotamiento que aún sentía y con suaves y leves movimientos me incorporé, sentado en la cama trataba de evocar qué había sucedido la noche anterior.

En un breve instante recordé ver la puerta de su habitación abierta mientras yacía recostada entre las sábanas azules olor jazmín, esas mismas que tanto me gustan. Entré cautelosamente evitando romper el silencio para seguir viendo cómo dormía, en ese momento me acomodé pausadamente sobre el borde de su lecho y me dediqué a contemplarla, queriendo entrar en las sábanas y sentir el calor que siempre emana, finalmente quedé dormido ahí, en el borde, en ese mismo donde la observé en la noche.

No entendía cómo no la había sentido en la mañana, quería pensar que procuraba no despertarme para que siguiese descansando, pero antes de irse siempre se despide con un beso entre mis ojos mientras posa su mano derecha sobre mi abdomen y me acaricia un instante, ese sublime instante de las mañanas, el instante que hoy, no había tenido lugar.

Decidido a buscar rastro en casa sobre ella, bajé de la cama e inmediatamente el frío del piso de madera subió por mi cuerpo como un molesto escalofrío, ese mismo que siento con su ausencia. Al salir de la habitación, me dirigí al baño, era claro que había estado allí hace pocos instantes, que su cabello había lavado y se había perfumado. No recordaba que me hubiese dicho la noche anterior que pretendía salir temprano, aún menos cuando era sábado, día que por lo general dedica enteramente a mí, sólo a mí.

Resignado con el vacío al no tenerla cerca, en pasos lentos fui hasta la cocina, había desayunado y dejado servido el mío pero no me dieron ganas de probar bocado, no es lo mismo hacerlo sin ella, incluso, me entristecía que no hubiésemos desayunado juntos, como siempre lo solemos hacer. Fue así como en medio de lamentos, fui a parar en el sofá de la sala, ese donde pasamos tardes enteras mientras ella se sienta a leer y yo me poso en su regazo mientras me consiente y la observo con ojos esperanzados, esperando sus besos.

Me dediqué a ver por la ventana buscando su silueta entre el bullicio que comenzaba a pronunciarse, el brillo del sol me daba directo en el rostro, veía gente ir y venir, pero no había señal de ella y me preguntaba, ¿no sabrá cuánto necesito de su presencia? ¿me extrañará? ¿le haré falta? ¿habrá pensando en mí aunque sea un breve instante de lo que llevaba el día? Cuestionamientos que dejan de tener importancia cuando estoy a su lado, cuando sólo me importan sus caricias y sus besos, su eterna ternura en cada una de las palabras que me dedica, el problema está en lo mal que me tiene acostumbrado, y que tan solo unos cuántos minutos sin ella, me desesperan, me vuelven loco.

Vencido por el tiempo y la espera, decidí comer algo, debía hacerlo aunque ella no me hubiese esperado y fue mientras lo hacía que sentí repentinamente su presencia, corrí hacía la ventana y la veía venir con grandes bolsas entre sus manos, sobresalían varios lienzos en blanco y unos cuantos pinceles, en bolsas más pequeñas supuse que llevaba oleos nuevos para pintar, recordé en ese momento que días atrás me comentaba que le faltaban algunos materiales para que pintáramos de nuevo, la alegría que me invadió en ese instante es indescriptible, me encantaba verla pintar y su ausencia se convirtió en motivo para un momento memorable que tendría al lado suyo, ahora todo tenía sentido.

Escuché sus pasos en las escaleras y cómo se acercaba cada vez más a la puerta del apartamento, mi alegría era incontenible y sin poder evitarlo comencé a maullar lo más duro que pude, sentir como las llaves encajaban rápidamente en la cerradura me exaltaban y en el momento en que la puerta se abrió sentí magia, es increíble ver como me dedica su sonrisa. Con avidez cerró la puerta y sentí como buscaba deshacerse pronto de las bolsas en sus manos para levantarme, supe que me extrañaba, que me pensaba, todas mis preguntas tenían respuesta con ese simple acto. Mientras dejaba las bolsas en la sala, me paseaba entre sus pies sin dejar de maullar, cuando terminó, vi que sus ojos se posaban en mí, no podía ser más feliz al verla así, se inclinó y me tomo entre sus manos, me alzo y con un suave susurro me saludó –Hola Dallas, la saludé con besos en su nariz y comencé a ronronear; es increíble estar a salvo y protegido en su pecho, entre sus brazos.



RESEÑA DEL AUTOR

Soy David García, estudiante de último semestre de Publicidad en el Politécnico Grancolombiano y próximo a tener un diplomado en escritura de guión. Nací el 23 de enero de 1990 en Bogotá y desde temprana edad me interesaron las artes, hice parte del grupo teatral del colegio durante ocho años y del grupo de poesía durante tres años. Gracias a la trayectoria que he tenido en la universidad descubrí mi vocación por el diseño, las letras y aptitudes para la realización audiovisual. Como metas tengo realizar estudios en literatura y escribir una novela.