Por
DIANA IZQUIERDO JIMÉNEZ
NATHALY GÓMEZ PRADO
Estudiantes de Medios Audiovisuales
Especial para La Moviola
La libertad, la moral, la muerte, el existencialismo y la lucha contra sí mismo, son condiciones humanas que nos impulsan a actuar de determinada forma, en ocasiones, rompiendo las reglas y los comportamientos que ‘’debemos’’ tener para encajar en una sociedad. Pero, ¿qué pasa cuando nuestros deseos e impulsos nos obligan a actuar diferente? Cuando ¿sólo se quiere vivir sin estar atado a las normas?, cuando ¿le hacemos caso a nuestra voz interior que va en contra de todo? Seguramente las respuestas apuntarían a una decadencia humana y al rechazo por parte de la sociedad.
Gaspar Noé, director de cine Argentino y radicado en Francia, materializa esta condición humana en un carnicero, un hombre de 50 años de clase media baja que vive un caos interno en su mente. La vida no se la pone fácil, no tiene amigos y su familia, se limita a su hija, con la que tiene una relación un poco distante, en últimas, su único refugio es su mente.
Noé nos muestra este personaje físicamente muy simple, su vestuario no tiene mayor cosa, usa colores pálidos y monocromáticos. Habla poco, pero su mente es tan activa que es capaz de analizar y retroalimentarse en pocos segundos. Escuchamos siempre la voz en off de sus pensamientos que van del optimismo a la frustración.
El director al comienzo de la película crea una narración simple. El protagonista cuenta su vida y este relato es acompañado por fotos fijas que complementan el diálogo. Todo el relato es recreado en París, tal vez se esperaría ver la torre Eiffel o bellas calles, pero Noé nos muestra calles solitarias y espacios sórdidos, el ambiente perfecto para la evolución de protagonista.
El ritmo de la película es lento, los planos largos y la cámara estática nos permite involucrarnos más con la mente del protagonista. Los primeros planos resultan inesperados, sobresaltan al espectador y crean una atmosfera de tensión, la cámara obligara a centrarse en lo que el director desea destacar, por ejemplo cuando hace primeros planos de la boca del personaje destacando especialmente lo que quiere decir.
El discurso narrativo que propone Noé se guía principalmente con la voz off del protagonista, son diálogos bastante profundos donde el personaje analiza la vida desde muchos ámbitos, sociales, religiosos, culturales etc. Es costumbre de Noé crear films crudos y violentos tales como Carne e Irreversible.
Dominique Colin se encarga de la fotografía, ha trabajado con Gaspar en varias de sus producciones. En Solo contra todos, la fotografía tiene una iluminación amarilla que no da una sensación de calidez familiar sino al contrario da una sensación enfermiza y angustiosa, hay grandes perspectivas y profundidad de campo.
En esta película el sonido no está compuesto de melodías o canciones conocidas, se escuchan fuertes sonidos para alterar al espectador, estos son insertados de manera inesperada y lo que pretende el director es enmarcar o subrayar algo específico. La voz en off del personaje principal acompaña toda la película independientemente de las palabras que esté diciendo, la velocidad y el volumen de la voz hacen que se cree tensión. El sonido ambiente, un disparo o una nota musical algo brusca, sugieren violencia, excitación o peligro, a pesar de ser muy cortos crear nerviosismo.
Los insertos a negro que propone el director interrumpen la narración, pero no hacen olvidar el ambiente que se vive, el de violencia y perturbación gracias a los efectos de sonido, con ellos pretende advertir al espectador.
La relación que tiene la película entre ficción y realidad es muy estrecha, ya que son sucesos que cualquier persona puede vivir, sentimientos como la ira, el miedo, el cansancio y situaciones como la soledad son reales. El lugar donde suceden las cosas podría ser ficticio pero aplicable a la realidad.
La sociedad y su comportamiento, juegan un papel muy importante en el relato, porque esta determina el modo de vida del protagonista, como en la vida real, de acuerdo a la sociedad en que vivimos, es nuestro modo de ser y de ver las cosas, de odiar o de amar. En la historia al protagonista vive en una sociedad que le da la espalda, después de dejar a su esposa tirada en el piso de la casa con su suegra, llenas de miedo, el se escapa y va en busca de reconstruir su nueva vida, pero no lo logra, todos en la misma sociedad pero cada quien en su mundo con sus propios problemas. En la vida real también se evidencia esta situación, las personas tienen que luchar por su propia vida, buscar la forma de salir adelante, sin esperar que alguien llegue de la nada a querer ayudar. La sociedad que nos muestran en Solo contra todos es que si una persona ha tenido un “mal pasado” como por ejemplo haber estado en la cárcel por querer defender a un ser querido como la hija (aunque todo haya sido un mal entendido), cierra muchas puertas y es difícil retomar una vida normal, porque aunque estamos en el siglo XXI, eso es como una especie de paradigma y deja una marca que las personas no olvidan fácilmente. (En esta parte hacemos un paralelo con la sociedad colombiana, donde ocurren crímenes como violaciones que muchas veces quedan impunes, entonces nos preguntamos ¿Tendremos que tomar justicia por nuestras manos?, si es la vida de un ser querido la que está en peligro, ¿por qué la justicia no actúa? ¿Sin importar cuán miserable pueda ser nuestra vida de ahí en adelante?)
Solo contra todos también nos hace reflexionar acerca del amor filial, de la moral, de la soledad, en general de la sociedad, porque el protagonista siente que su vida está vacía, que aunque esté con mucha gente a su alrededor, en realidad está solo, cree que ‘’las relaciones humanas son simplemente un negocio donde cada uno cumple con su parte y el trabajo está hecho, una llamada mensual, una visita al funeral y listo, los hijos solo quieren a su madre cuando ella les puede dar comida y al padre cuando este puede dar dinero, pero cuando todo esto acaba, para ellos es fácil dejarlos en un geriátrico y deshacerse del problema’’, y concluye que ‘’la realidad es banal, que solo vivimos bien cuando hay placer y cuando esto se acaba nada tiene sentido, porque la vida es vacía’’. Cuando pasamos esto a la vida real, nos damos cuenta que es así, depende también en que cultura se crece, en América latina la familia es una parte muy importante, sin embargo esta problemática se nota, los hijos están bien con los padres si hay dinero hasta cierta edad en donde pueden ocurrir dos cosas, una, llegan a reconocer el valor y el esfuerzo de los padres o simplemente los ven como unas personas de las cuales no se pueden encargar , en cuanto a los placeres y a la banalidad, el hombre diariamente vive buscando placer y no solo la sexualidad ni vicios aunque están dentro de esto, el placer de leer, el placer de ver una buena película, el placer de estar acompañado, pero si no hay placer, si no hay algo que lo haga sentir bien, entonces ¿qué sentido tiene levantarse y cumplir con una rutina diaria, trabajar y seguir en lo mismo?, una recompensa es esa, el placer de comer, de descansar, de meditar.
En esta película, el director no pretende dar un juicio exacto sobre que es o no la moral. Con la evolución del personaje y el ambiente francés, la moral parece escapar a cualquier consideración que se tenga sobre esta. Este relato no hace juicios ni sentencias, pretende desnudar el pensamiento y la forma de ver la vida de una persona común y corriente.
El espectador tal vez se cuestionara la veracidad de la justicia. En esta película quizá se muestra un gran rechazo a esta por parte de los personajes. El carnicero no hace suposiciones sobre lo bueno y lo malo, simplemente remueve todo aquello que él considera apariencia y suciedad.
Cada diálogo de los personajes especialmente del carnicero, es un autoanálisis y un análisis global de la sociedad.
El existencialismo, es otro tema evidenciado en esta película, según los filósofos es: “El hombre existe en la medida en que es origen de sí mismo y se hace a sí mismo por medio de sus elecciones libres”, podemos concluir entonces que si existimos tenemos libertad de ser y de hacer lo que queramos, pero si vivimos en una sociedad tenemos que seguir unas reglas y el hecho de seguirlas implica que no podemos hacer lo que queramos, entonces ¿cómo resulta nuestra existencia?, los existencialistas afirman que el hombre es un ser "arrojado al mundo” y en esta película podemos evidenciar claramente eso, porque la vida del protagonista es un tanto miserable, vive con una mujer que lo amarga día a día, perdió su carnicería cuando fue a la cárcel, su hija está en un internado y cuando decide dejar a su mujer lo hace de la peor forma, mata al bebe que lleva en su vientre, la abandona, regresa al pueblo donde antes tenía una vida digna a buscar ayuda y todos le dan la espalda, es ahí donde afirmamos que el ser humano si fue arrojado al mundo para que se las arregle como pueda, unos tienen suerte y otros fracasan.
A nuestro modo de ver Gaspar Noé cuenta una historia complicada, no por el argumento, sino porque es la vida difícil de un hombre que nos hace cuestionar sobre el papel que desempeñamos en nuestra vida, nos propone reafirmar nuestras creencias y convicciones en una sociedad donde reina lo superficial y donde es mejor aquel que todo lo hace perfecto o eso aparenta ser.
Esta película es una crítica a la sociedad, a la política, a la sexualidad, a la filosofía y a las relaciones humanas desde el punto de vista de un personaje donde su vida frustrada es regida por una sociedad que le impide vivir sin reglas ni leyes, pero que él desde su posición un tanto anárquica hace lo que le place.
Terminamos siendo nosotros los protagonistas de la historia y tenemos un revolver con tres balas, es nuestra decisión si la cargamos y tiramos del gatillo, si nos vamos solos en eso o nos llevamos a alguien más, o si decidimos enfrentar la vida como se nos dio y tenemos la posibilidad de cambiarla con nuestros actos y decisiones diarias.
DIANA IZQUIERDO JIMÉNEZ
NATHALY GÓMEZ PRADO
Estudiantes de Medios Audiovisuales
Especial para La Moviola
La libertad, la moral, la muerte, el existencialismo y la lucha contra sí mismo, son condiciones humanas que nos impulsan a actuar de determinada forma, en ocasiones, rompiendo las reglas y los comportamientos que ‘’debemos’’ tener para encajar en una sociedad. Pero, ¿qué pasa cuando nuestros deseos e impulsos nos obligan a actuar diferente? Cuando ¿sólo se quiere vivir sin estar atado a las normas?, cuando ¿le hacemos caso a nuestra voz interior que va en contra de todo? Seguramente las respuestas apuntarían a una decadencia humana y al rechazo por parte de la sociedad.
Gaspar Noé, director de cine Argentino y radicado en Francia, materializa esta condición humana en un carnicero, un hombre de 50 años de clase media baja que vive un caos interno en su mente. La vida no se la pone fácil, no tiene amigos y su familia, se limita a su hija, con la que tiene una relación un poco distante, en últimas, su único refugio es su mente.
Noé nos muestra este personaje físicamente muy simple, su vestuario no tiene mayor cosa, usa colores pálidos y monocromáticos. Habla poco, pero su mente es tan activa que es capaz de analizar y retroalimentarse en pocos segundos. Escuchamos siempre la voz en off de sus pensamientos que van del optimismo a la frustración.
El director al comienzo de la película crea una narración simple. El protagonista cuenta su vida y este relato es acompañado por fotos fijas que complementan el diálogo. Todo el relato es recreado en París, tal vez se esperaría ver la torre Eiffel o bellas calles, pero Noé nos muestra calles solitarias y espacios sórdidos, el ambiente perfecto para la evolución de protagonista.
El ritmo de la película es lento, los planos largos y la cámara estática nos permite involucrarnos más con la mente del protagonista. Los primeros planos resultan inesperados, sobresaltan al espectador y crean una atmosfera de tensión, la cámara obligara a centrarse en lo que el director desea destacar, por ejemplo cuando hace primeros planos de la boca del personaje destacando especialmente lo que quiere decir.
El discurso narrativo que propone Noé se guía principalmente con la voz off del protagonista, son diálogos bastante profundos donde el personaje analiza la vida desde muchos ámbitos, sociales, religiosos, culturales etc. Es costumbre de Noé crear films crudos y violentos tales como Carne e Irreversible.
Dominique Colin se encarga de la fotografía, ha trabajado con Gaspar en varias de sus producciones. En Solo contra todos, la fotografía tiene una iluminación amarilla que no da una sensación de calidez familiar sino al contrario da una sensación enfermiza y angustiosa, hay grandes perspectivas y profundidad de campo.
En esta película el sonido no está compuesto de melodías o canciones conocidas, se escuchan fuertes sonidos para alterar al espectador, estos son insertados de manera inesperada y lo que pretende el director es enmarcar o subrayar algo específico. La voz en off del personaje principal acompaña toda la película independientemente de las palabras que esté diciendo, la velocidad y el volumen de la voz hacen que se cree tensión. El sonido ambiente, un disparo o una nota musical algo brusca, sugieren violencia, excitación o peligro, a pesar de ser muy cortos crear nerviosismo.
Los insertos a negro que propone el director interrumpen la narración, pero no hacen olvidar el ambiente que se vive, el de violencia y perturbación gracias a los efectos de sonido, con ellos pretende advertir al espectador.
La relación que tiene la película entre ficción y realidad es muy estrecha, ya que son sucesos que cualquier persona puede vivir, sentimientos como la ira, el miedo, el cansancio y situaciones como la soledad son reales. El lugar donde suceden las cosas podría ser ficticio pero aplicable a la realidad.
La sociedad y su comportamiento, juegan un papel muy importante en el relato, porque esta determina el modo de vida del protagonista, como en la vida real, de acuerdo a la sociedad en que vivimos, es nuestro modo de ser y de ver las cosas, de odiar o de amar. En la historia al protagonista vive en una sociedad que le da la espalda, después de dejar a su esposa tirada en el piso de la casa con su suegra, llenas de miedo, el se escapa y va en busca de reconstruir su nueva vida, pero no lo logra, todos en la misma sociedad pero cada quien en su mundo con sus propios problemas. En la vida real también se evidencia esta situación, las personas tienen que luchar por su propia vida, buscar la forma de salir adelante, sin esperar que alguien llegue de la nada a querer ayudar. La sociedad que nos muestran en Solo contra todos es que si una persona ha tenido un “mal pasado” como por ejemplo haber estado en la cárcel por querer defender a un ser querido como la hija (aunque todo haya sido un mal entendido), cierra muchas puertas y es difícil retomar una vida normal, porque aunque estamos en el siglo XXI, eso es como una especie de paradigma y deja una marca que las personas no olvidan fácilmente. (En esta parte hacemos un paralelo con la sociedad colombiana, donde ocurren crímenes como violaciones que muchas veces quedan impunes, entonces nos preguntamos ¿Tendremos que tomar justicia por nuestras manos?, si es la vida de un ser querido la que está en peligro, ¿por qué la justicia no actúa? ¿Sin importar cuán miserable pueda ser nuestra vida de ahí en adelante?)
Solo contra todos también nos hace reflexionar acerca del amor filial, de la moral, de la soledad, en general de la sociedad, porque el protagonista siente que su vida está vacía, que aunque esté con mucha gente a su alrededor, en realidad está solo, cree que ‘’las relaciones humanas son simplemente un negocio donde cada uno cumple con su parte y el trabajo está hecho, una llamada mensual, una visita al funeral y listo, los hijos solo quieren a su madre cuando ella les puede dar comida y al padre cuando este puede dar dinero, pero cuando todo esto acaba, para ellos es fácil dejarlos en un geriátrico y deshacerse del problema’’, y concluye que ‘’la realidad es banal, que solo vivimos bien cuando hay placer y cuando esto se acaba nada tiene sentido, porque la vida es vacía’’. Cuando pasamos esto a la vida real, nos damos cuenta que es así, depende también en que cultura se crece, en América latina la familia es una parte muy importante, sin embargo esta problemática se nota, los hijos están bien con los padres si hay dinero hasta cierta edad en donde pueden ocurrir dos cosas, una, llegan a reconocer el valor y el esfuerzo de los padres o simplemente los ven como unas personas de las cuales no se pueden encargar , en cuanto a los placeres y a la banalidad, el hombre diariamente vive buscando placer y no solo la sexualidad ni vicios aunque están dentro de esto, el placer de leer, el placer de ver una buena película, el placer de estar acompañado, pero si no hay placer, si no hay algo que lo haga sentir bien, entonces ¿qué sentido tiene levantarse y cumplir con una rutina diaria, trabajar y seguir en lo mismo?, una recompensa es esa, el placer de comer, de descansar, de meditar.
En esta película, el director no pretende dar un juicio exacto sobre que es o no la moral. Con la evolución del personaje y el ambiente francés, la moral parece escapar a cualquier consideración que se tenga sobre esta. Este relato no hace juicios ni sentencias, pretende desnudar el pensamiento y la forma de ver la vida de una persona común y corriente.
El espectador tal vez se cuestionara la veracidad de la justicia. En esta película quizá se muestra un gran rechazo a esta por parte de los personajes. El carnicero no hace suposiciones sobre lo bueno y lo malo, simplemente remueve todo aquello que él considera apariencia y suciedad.
Cada diálogo de los personajes especialmente del carnicero, es un autoanálisis y un análisis global de la sociedad.
El existencialismo, es otro tema evidenciado en esta película, según los filósofos es: “El hombre existe en la medida en que es origen de sí mismo y se hace a sí mismo por medio de sus elecciones libres”, podemos concluir entonces que si existimos tenemos libertad de ser y de hacer lo que queramos, pero si vivimos en una sociedad tenemos que seguir unas reglas y el hecho de seguirlas implica que no podemos hacer lo que queramos, entonces ¿cómo resulta nuestra existencia?, los existencialistas afirman que el hombre es un ser "arrojado al mundo” y en esta película podemos evidenciar claramente eso, porque la vida del protagonista es un tanto miserable, vive con una mujer que lo amarga día a día, perdió su carnicería cuando fue a la cárcel, su hija está en un internado y cuando decide dejar a su mujer lo hace de la peor forma, mata al bebe que lleva en su vientre, la abandona, regresa al pueblo donde antes tenía una vida digna a buscar ayuda y todos le dan la espalda, es ahí donde afirmamos que el ser humano si fue arrojado al mundo para que se las arregle como pueda, unos tienen suerte y otros fracasan.
A nuestro modo de ver Gaspar Noé cuenta una historia complicada, no por el argumento, sino porque es la vida difícil de un hombre que nos hace cuestionar sobre el papel que desempeñamos en nuestra vida, nos propone reafirmar nuestras creencias y convicciones en una sociedad donde reina lo superficial y donde es mejor aquel que todo lo hace perfecto o eso aparenta ser.
Esta película es una crítica a la sociedad, a la política, a la sexualidad, a la filosofía y a las relaciones humanas desde el punto de vista de un personaje donde su vida frustrada es regida por una sociedad que le impide vivir sin reglas ni leyes, pero que él desde su posición un tanto anárquica hace lo que le place.
Terminamos siendo nosotros los protagonistas de la historia y tenemos un revolver con tres balas, es nuestra decisión si la cargamos y tiramos del gatillo, si nos vamos solos en eso o nos llevamos a alguien más, o si decidimos enfrentar la vida como se nos dio y tenemos la posibilidad de cambiarla con nuestros actos y decisiones diarias.
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