HISTORIAS DE UN CUADRILATERO SECRETO


Por
Andrés Romero Baltodano



Por que los goples de un luchador de lucha libre hacen que otros rompan el silencio y se alegren de la sangre.....




Que tiene en común Edward Hopper, Rene Magritte y Darren Aronofski?
La sal que se cuela por sus obras.
El largo aliento que hay que tomar para ver sus obras.
La sombra de un animal devorador que nos mitiga el silencio.
Los roces de los ojos de Jennifer Connelly.
La adusta manera de masticar el tiempo.

Cuando uno ve el poster de Requiem for a Dream (2000) observa una mujer que está recargada contra una baranda, ella vuela sobre el mar sin proponérselo...(como lo hace Ramón san Pedro en la peli de Amenabar)ella está extraida de un Magritte...
está pegada a un luminoso Hopper.

Aronofski irrumpió en el cine industrial a partir de una peli tan oscura y "perversa" como "Pi, el orden del caos" (1998) donde los ojos se vuelven cuadriculas en blanco y negro y uno todo el tiempo tiene reminiscencias al gigante Lynch de "Eraserhead" ( 1977).

Pi es un laberinto de palabras y de imagenes, una peli para observar antes de hacer el amor o de leer una carta astral, narración sin tregua, ojos lacerados como los de Buñuel y una carrera extrema que hace que el espectador, llegue al final extenuado y dolido pero con una sonrisa tan pura como cuando se da el primer beso y se baja de la fantasía a la realidad (todo adolescente tiene derecho a esto y debería ser un derecho humano).

Aronofski aparece en el panorama cuando estaban muriendo aquellos dinosaurios que fueron brillantes en sus comienzos y palidos en sus finales. Un Scorsese moribundo rindiendole culto a un liviano Leonardo Di caprio, un Milos Forman amarrado con una sabana que dice en su parte exterior: silencio, un Pollack que cambio la Arriflex por el I-Mac y se dedicó a ser productor ejecutivo.

Estabamos temiendo el silencio cinematográfico dentro de los directores americanos de "industria" se nos estaban muriendo los de los cincuenta, los de los cuarenta y se veía el paisaje como un desierto sin camello y sin oasis (el triunfo de la suplantacion en el arte cinematografico de los Spielberg y los Lucas).

Pero Darren Aronofski alzó la mano, la voz, los ojos y nos dejó ver que todavía tenían mucho que decir, que después del "action painting" muchos botes de pintura se podrían estrellar contra el alma de uno.

Aronofski se instaló en las salas de cine con "Pi" y despúes con "Requiem" para seguir con esa fábula que parece sacada de una novela de Marcel Schow "The Fountain"
(2006).

Ahora regresa a nuestros ojos en silencio con "The Wrestler" (2008)
con la tristeza como herramienta. Con los recuerdos metidos entre un ring.
Suavemente nos pisa los ojos y nos los abre con parsimonia para que entremos en los puños rotos de un luchador con fé y sin sosiego, que nos va tomando de la mano como chiquilines y nos va entrando en esa galería de manos entumecidas, vamos descubriendo como en un amanecer de juguete que la vida de los otros ocurre mientras la nuestra tambien termina.

Un luchador. Una mujer con prisa de besar a alguien fuera de su trabajo de "besadora" profesional. Una prostituta y un luchador viejo que acumula moretones como tatuajes mal escritos en un cuerpo infeliz , alguien que camina por un pequeño pueblo de Estados Unidos sin mas huellas que sus heridas...los besos que se dan a la madrugada... dos seres irreversible e invisiblemente juntos...

"The Wrestler" (el Luchador) 2008 esta escrita impecablemente por Robert D. Siegel, las acciones y las palabras se atropellan como colegiales que quieren observar de cerca un seno en una ardiente peli de Fellini.

"El Luchador" es una balada de vida y muerte, una actuación hasta la médula de un aprendíz de fracasado en la vida real como Mickey Rourke, una travesura dulce y erótica de una señorita "de Avignon" que lo mira desde lejos y la verdad no quiere "pelear" con él (asi él se la pase peleando para ganarse el pan).

Los dialogos son profundos y sensibles. Las situaciones familiares se deshacen entre la ficción y la realidad, estamos frente a una película de texto (como si fuera un texto de Anton chejov) estamos frente a un ejercicio de estilo de un director que antes habia transitado por lo onirico, alucinógeno y la ciencia ficción escrita con luz...

"The Wrestler" es la resurreción de un hombre que duró 14 años fuera del ring de la actuación y de una mujer que se agiganta con sus ojos...Aronofski discretamente se hace a un lado con el sigilo de los que sabemos que mirar a alguien que besa a otro es una herejia a la sensibilidad...

Cuando tengan la oportunidad no duden en ver esta película de Darren Aronofski ( no la evadan) porque son cosas que uno como ser humano necesita masticar y ver y volver a ver para comprender que llorar es un dulce paso dentro del abismo de la angustia.


Pinchen en el titulo del articulo y lean una entrevista con el director.

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