Fotografía Simón Romero Peña





NUMERO 72
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Febrero 22- Marzo 7
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2 0 1 2
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EDICIÒN DESCUBRIMIENTOS
2011
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PARTE 1

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Hola mis estimados lectores invisibles, volvemos este semestre a nuestras ediciones quincenales con un sabor a muerte en la boca que nos hace estremecer y que podríamos denominar (así como aquel septiembre de las olimpiadas llevado al cine con el nombre de “Munich”) Febrero Negro, ya que ha dejado funestas huellas en el transcurso del mes con desapariciones muy sensibles en este mundo de las ideas y del pensamiento. Hace mucho en un solo mes no teníamos noticias tan tristes de artistas que se nos esfuman en la irremediable tenaza de la muerte.
El primer golpe fue Wislava Zymborska (aquella dulce mujer poeta oriunda de la Polonia siempre herida), una motocicleta en pleno rodaje arrolló sin piedad a uno de los últimos maestros del “silencio y la oscuridad” cinematográfica: Theo Angelopoulos, una “Almendra” se quedó sin sus ojos cerrados ante la muerte de Luis Alberto Spinetta el mágico rockero argentino, la dramaturgia televisiva con algunos alcances feministas fue cegada en el momento que la libretista colombiana Mónica Agudelo dejó de respirar, las manchas que no eran de la mancha del artista plástico Antoni Tapies se elevaron a la nada, la “salchicha con huevo” creada por el incomparable Jimy Savater quedó cegada y fuera del jardín, la guitarra y el sombrero de Gabriel Rondón músico colombiano quedaron mudos y sin sol, la arquitectura colombiana también perdió a Hernán Vieco y recientemente entre el agua tibia de la tina de un hotel no volverá a abrir los labios la inmensa Whitney Houston… que manera de abrir un año lleno de “cadáveres exquisitos”, pero sus ecos seguirán golpeando entre la niebla de quienes amamos el arte… por ahora les traemos como de costumbre una edición especial denominada DESCUBRIMIENTOS 2011 (PARTE I) donde invitamos a nuestros colaboradores a que compartieran con ustedes un “descubrimiento” que hubieran tenido el año pasado de un artista en cualquier campo… y este es el resultado:

ALTA FIDELIDAD: HIPERVÍNCULOS, ESPEJOS Y TORNAMESAS

Portada de la ediciòn Inglesa de High Fidelity



Por
Jorge Eduardo Martínez
Especial para La Moviola


Finales de Julio. Natalicio (algunos en mi caso lo llamarían ‘natal-oso’). Después de los 17, quizás antes, uno ya se acostumbra a no recibir en grandes cantidades detalles envueltos en papel crepé. El año pasado mi hermana y mi cuñado me sorprendieron con uno de estos detalles (no recuerdo si envuelto en papel crepé u otro). Se trataba de un libro que seguramente ellos debieron pensar que me gustaría, entre otras porque en su portada tiene caricaturas de un tornamesa con su respectivo vinilo, una especie de alienígena bailarín, corazones un tanto abstractos y una botella (no sé de qué, pero voy a asumir que no es de algún vino de manzana) flotando sobre el ‘downtown’ de alguna ciudad.
Debo reconocer que para la lectura tiendo a ser bastante desjuiciado e inconstante, pero también debo reconocer que si un libro no te atrapa desde la primera página, no te interesará saber qué dice la segunda. Con este libro ocurrió lo primero y cuando ocurre lo primero, aprendes. Y este libro me hizo aprender no sólo vocabulario, sino mirar bien el espejo, lecciones de vida, y, en gran parte, nombres propios que no sabía que existían, o sí sabía pero sin indagar al respecto. Por lo tanto, mi descubrimiento 2011 es Alta Fidelidad (1995) del inglés Nick Hornby.





El libro se trata justamente sobre Rob Fleming, un melómano dueño de una tienda de música de segunda, más que todo de vinilos; su novia, Laura, decide dejarlo y hacer su propia vida luego de haber conseguido un trabajo estable, y de darse cuenta que Fleming se mantendría estancado en lo mismo sin pensar en el futuro. Fleming trabaja en su negocio con Dick - un paciente y dócil personaje con una mente muy abierta y tolerante - y Barry - frenético y vehemente, con intereses en ser músico, pero sin saber tocar algún instrumento -, con los cuales constantemente están discutiendo sobre gustos musicales, debatiendo sobre quién tiene la razón a la hora de decir qué es bueno y qué es malo; para esto, se ponen a prueba entre sí creando listados de top 5, es decir, las 5 mejores canciones, los 5 mejores artistas, los 5 mejores covers, etc., y también grabando cintas recopilatorias (mixtapes) con su música favorita bajo estos mismos parámetros. Su ruptura con Laura lo motiva a preguntarse qué es lo que ocurre para que nunca haya tenido una pareja lo suficientemente estable (función que hasta el momento cumplía Laura), y así decide hacer el top 5 de las rupturas que más lo hayan devastado, con el fin de encontrar un patrón de inestabilidad, lo cual lo lleva a muchas precepciones que en su momento nunca hubiera descifrado.
De por sí, en el libro hay ciertos aspectos musicales autobiográficos, ya que Nick Hornby además de ser escritor, también ha funcionado como músico (amateur, sin embargo) y como crítico musical de la revista norteamericana The New Yorker (de hecho dos de los trabajos soñados del protagonista de la novela eran ser columnista de New Musical Express, magazín musical inglés, y ser músico, pero no de rap ni de música clásica). Hornby es entusiasta de la música en su forma más tradicional, aunque posee algo de mente abierta a la hora de hablar (bien) de grupos nuevos; esto se evidencia en la novela, ya que constantemente se mencionan glorias del rock o del soul, pero apenas llega a mencionar novedades del momento como Massive Attack y Belle & Sebastian, y sin embargo ignora propuestas relucientes como Radiohead o Moby.
Este es mi descubrimiento 2011 básicamente porque me sentí identificado en muchos aspectos, laborales, personales e ideológicos. Y para empezar a describir las razones del por qué este es mi descubrimiento 2011, voy a imitar un poco a Rob Fleming haciendo un Top 5 con las razones más relevantes que merece.

1- La música es lo más importante para un melómano. Pero no lo es todo.
La mayoría de los coleccionistas, de por sí, no solemos ser propiamente ricos, pero como los ricos, mientras más tenemos, más queremos. Por otra parte, uno como artista, se mueve en un círculo social en el cual el 95% de los temas a tratar en una reunión son sobre arte (¡ojo!, no sólo sobre música): reflexiones, disgustos, descubrimientos, intercambios de ideas, discusiones. Cuando uno se sale del círculo, uno se acuerda que no puede beber ni trasnochar porque al día siguiente hay que madrugar al trabajo, uno se acuerda que hay que comprar un saco y unos zapatos para el concierto de pasado mañana, uno se acuerda que la novia está sentida porque no quise ver esa película con ella, uno se acuerda que hay que pedir la cita al médico, uno se acuerda que hay que pagar los servicios y así sucesivamente, nos damos cuenta que como todo ser humano tenemos problemas y necesidades básicas (creo que a la final se vuelven lo mismo).
Rob Fleming acaba de terminar con su novia, pero la vida sigue. No por eso va a dejar de ir a trabajar un día y no por eso va a quedarse lamentándose preguntándose por qué ella le termino (cuando realmente en el fondo sabe muy bien porqué, sólo que no tiene el coraje para reconocerlo). Hornby nos pinta a un personaje aparentemente tosco, pero muy sensible y reflexivo que finalmente se ve envuelto en historias de amor y desamores que lo hacen ponerse a sí mismo en el paredón para descubrir qué es lo que esos desamores hacen que su personalidad tambalee. La música cumple el papel de banda sonora de su vida, de sus vivencias, de su relación con Laura, pero finalmente, la música termina haciendo parte también de su estilo de vida, en este caso, como vendedor de discos. Justamente, a través de los personajes (famosos y no famosos) que Fleming menciona en su monólogo durante las líneas, es que finalmente el lector se puede dar cuenta del tipo de persona con la cual estamos tratando, es decir Hornby pone como co-protagonista a la música y al arte en sí como si fueran éstos los que describen a Fleming.




2- La música es un factor común en todo ser humano (incluyendo a los sordos).
Si hay algún tema en común entre absolutamente todos los seres humanos, es la música: durante cualquier conversación cotidiana, en algún momento se tocará el tema de los gustos musicales, y puedo asegurar que entre dos personas siempre habrá por lo menos un cantante, un grupo, un género, o apenas una canción que a ambos atraiga. Por otro lado, la música juega un papel muy importante a la hora de involucrarse en círculos sociales, y a la hora de entablar una relación de pareja; la música, como insinué anteriormente, contribuye a forjar la personalidad de cada ser humano, y para dos personas es atrayente que entre ambos haya los mismos gustos musicales, y claro, también entran a jugar gustos gastronómicos, gustos en la forma de vestir y factores que van más allá de gustos como son ideologías políticas o religiosas (pero, eso sí, es verídico que si dos personas difieren en alguno de estos dos aspectos, muy seguramente ahí se acaba la conversación, o ni siquiera empezaría del todo).
Rob Fleming constantemente trae a colación la música, no por el hecho de ser melómano, sino porque hay canciones y hay cantantes que están asociados a momentos claves de su vida, (como la conquista de Laura cuando él era DJ), canciones que asocia a sus estados de ánimo (como sentir una enorme depresión y no querer escuchar Walking on Sunshine de Katrina & the Waves), o simplemente canciones que él escuchaba en su niñez, unas aún le gustan y otras ya no. Hornby nos plantea nuevamente la reflexión que la música que uno escucha es finalmente lo que uno es, y que como tal, no hay porqué avergonzarse si hay canciones de música de plancha que uno gusta, y al resto de nuestro círculo social no. Además, Hornby trae a colación una práctica común entre los entusiastas de la música (hoy prácticamente extinta gracias al – o ¿acaso, por culpa del? - advenimiento del CD y el MP3) y es el fabricar ‘mixtapes’ con nuestras canciones favoritas; recordemos cuando andábamos con el walkman por la calle camino a la universidad o al colegio (clandestinamente, porque en este lugar casi siempre era prohibido llevarlo), y así mismo, el ritual que representaba presionar REC/PLAY, luego de 4 o 5 minutos presionar STOP, cambiar de lado el cassette, coger un lápiz e insertarlo en una de sus ruedas sinfín y ponerlo a girar rebobinándolo manualmente. Creo que toda mi generación (y probablemente la anterior) pasó por esa etapa, algunos la recordaremos con nostalgia, otros no.



3- La historia es una biografía de Wikipedia.
Durante el transcurso de la lectura, a medida que Fleming va describiéndose a sí mismo y a los personajes de la historia, va nombrando personalidades, más que todo artistas, que han marcado su vida. Al comienzo dije que con este libro aprendí también nombres propios, los cuales me tomé el atrevimiento de anotarlos y buscar de quiénes se trataba. Me llevé una que otra sorpresa al dar con nombres cuyos logros ya conocía pero no había reparado en saber cómo surgieron. Nuevamente a lo Fleming, haré un par de Top-5 con estos personajes ‘desconocidos’ (es decir, mis mini-descubrimientos 2011):
Los 5 escritores:
A- Raymond Chandler (estadounidense): autor del género llamado ‘novela negra’.

B- Thomas Harris (estadounidense): autor de novelas de suspenso, particularmente El Silencio de los Corderos (o Inocentes como lo conocimos nosotros)

C- Peter Guralnick (estadounidense): crítico e historiador musical.

D- William Gibson (estadounidense-canadiense): autor del género ‘cyberpunk’, fue el primero en acuñar el término ‘cíber-espacio’ en sus novelas.

E- Kurt Vonnegut Jr. (estadounidense): autor de ciencia-ficción, entre otros géneros.
(Nótese la gran influencia que ha ejercido sobre Hornby la literatura norteamericana)


Los 5 personajes de las pantallas grande y chica:
A- Monty Python (ingleses): conjunto de comediantes.

B- Sylvia Anderson (inglesa): actriz de voz.

C- Susan Dey (estadounidense): actriz de televisión (más que todo). Laurie, en la Familia Partidge.

D- Sarah Greene (inglesa): presentadora de magazines televisivos.

E- Peter Greenaway (inglés): director de cine, cortos, documentales y series de televisión.


4- La versión cinematográfica es fiel a la historia.
Antes de conocer este libro, sabía de la existencia de una película, titulada de la misma forma, y sabía que era protagonizada por John Cusack. Lo sabía sobre todo porque recordaba el afiche promocional que mostraba una carátula de un vinilo (la mitad de éste por fuera de la carátula) con fotos de Cusack parodiando en cierta forma el arte del A Hard Day’s Night de los Beatles. Después de leer el libro me vine a enterar que dicha película era basada en la novela de Hornby. Sentí curiosidad de verla y debo decir que sigue bastante bien la historia planteada en el texto (obviamente como en toda película basada en algún libro, nunca se representará el texto en su totalidad). Sin embargo es una de las pocas veces que hago el ejercicio de leer el libro primero y ver la película después, y honestamente sentí que el libro me quitó el factor sorpresa de lo que representa ver cine, pero por otro lado, pienso que ver la película y leer el libro después elimina el factor sorpresa de imaginarse los escenarios, los personajes y sus características. Particularmente con esta novela, hubo muchas coincidencias entre lo que imaginé al leer y lo que vi en la película, lo cual me da por pensar que Hornby logra describir lo más detallada y completamente aquellos factores, muy al estilo de los realistas del siglo XIX (Dostoievski o Balzac).



5- Similitudes entre Fleming y yo.
No sé si habrá sucedido con los demás lectores (creo que debe haber un porcentaje mayor de ‘no’ que de ‘sí’), pero yo encontré muchas cosas en común entre el protagonista y yo, a medida que las líneas avanzaban. De nuevo me voy a remitir a otro top 5 enumerando algunas características en común entre ambos:
A- Somos melómanos.

B- Somos coleccionistas de música (se puede ser melómano sin ser coleccionista de música, pero nunca ser coleccionista sin ser melómano).

C- Nuestra película favorita es El Padrino de Francis Ford Coppola (1972).

D- Por lo menos, una novia nos ha terminado, e (incoscientemente) le hemos terminado a una de ellas.

E- Ser músico (en el caso mío lo logré, en el de Fleming se quedó en sueño).


Digamos que estas son las más obvias o superficiales, pero de igual forma Hornby logra que el lector haga una buena reflexión sobre el comportamiento personal frente a las situaciones aburridas para cada ser humano, como por ejemplo reconocer (ojalá públicamente) los errores cometidos, pero así mismo no dejarse apabullar por las circunstancias que impidan que uno sea lo que es.
Cordialmente invitados a conocer a Rob Fleming, y por su puesto, a su creador, Nick Hornby. Puede que no haya 5 razones más relevantes, pero habrá por lo menos una que hará que el lector pueda mirarse bien al espejo y como finalmente Fleming lo hizo al final: llegar a acuerdos consigo mismo y con sus circundantes.

FONDOBLANCO: UNA NOVELA DONDE LA HIERBA CRECE Y SE QUEMA AL MISMO TIEMPO.

Portada de la primera ediciòn de la novela.Ilustración de Santiago Cubides.




Por
Andrès Romero Baltodano
Director
Cine Club & Revista Alternativa Multicultural
La Moviola


Hace cuatro años por La Moviola apareció Alejandro Arciniegas Alzate y nos dejo varios textos publicados por nuestra revista. Un buen día nos dio la buena nueva que su “opera prima” o sea la novela Fondoblanco había ganado una beca en la primera convocatoria de Estímulo del Ministerio de Cultura a Editoriales Independientes y que sería editada en convenio con el Cerlalc e Icono editorial. Alejandro nos dejo en la puerta de La Moviola un ejemplar que por miles de razones no había leído hasta que este año entre Perec y La Ferla me quede mirando en la biblioteca este Fondoblanco y me dije: “abramos la puerta de este fondoblanco” y desde la primera frase:
“ Lo supe?
Nada de eso. Unos minutos antes me limite a remover el veneno con mi cuchillo”
quede “abaleado” por la prosa. Siempre he creído que lo primero que leemos o vemos en una obra de arte que tenga una extensión de tiempo continua es fundamental para lo que viene, recuerdo el “opening” de Dancer in The Dark de Lars Von Trier que inicia sobre un cuadro negro y una texto en off, la primera frase de Terraza en Roma de Pascal Quignar
,todo comienzo luminoso prevee un desarrollo o mas luminoso o a veces menos pero la confianza en la “primera erupción” es vital.
Por eso mi descubrimiento del 2011 es esta pequeña novela que les quiero compartir:




Las ciudades pasan por los ojos de los peatones segundo a segundo se ven letreros de peluquerías, gente durmiendo con frio, pedazos de mago adheridos como amantes sin sol a vitrinas de lentes para sol. En la antigüedad los seres humanos que querían salir de las fronteras soporíferas de sus pueblos natales a veces se enrolaban en los ejércitos con la intención secreta de conocer los bordes o las cúpulas de casas que estaban lejos de sus pueblos nativos. Cristóbal Colón fue mucho más extremista cuando se hizo a la mar sin más certezas que los débiles instrumentos de navegación existentes en la época.
El conocer al otro ( así fuera un enemigo) fue probablemente las primeras intuiciones de que el mundo era como escribió en 1941 Ciro Alegría “ancho y ajeno”. El Turismo como concepto no se hizo patente y masificado hasta el siglo XIX cuando una serie de sucesos desde la política, la guerra, los inventos, las nuevas maneras de relacionarse permitieron que los seres humanos pensaran en que viajar podría tener unas connotaciones diferentes a la necesidad o la búsqueda de alimento o mejores condiciones de vida.
Que tendría que ver el Turismo con los viajes que hacen los artistas alrededor de temas, personas o regiones? Es turístico el viaje de Chandler alrededor de lo detectivesco?
es turístico el viaje que hace Kundera a la lentitud?.
Turismo y viaje, asombro por el territorio desconocido, son los hilos que se entremezclan en aquellas novelas donde el narrador se sumerge en un micro mundo que vive en la realidad pero que pervive en la ficción.
Las ciudades no podrían tener una vitrina más absurda e irreal que la que pretenden dar los denominados “sitios turísticos” si las ciudades fueran el espejo de lo turístico tendríamos que reinventarlas a cada una de ellas entre otras por esto es que el imaginario en general se hace una idea altamente errónea de los lugares ( de hecho también ocurre con las personas quienes son juzgadas por algo tan efímero y distractor como el vestuario) quien no está seguro que al llegar al aeropuerto de Brasil hermosas y voluptuosas “garotas” lo recibirán al ritmo de una samba “electrónica”? o quien no cree que si pisa el aeropuerto de Kinchasa al voltear la cabeza vera un suricato con una banderita con su nombre?.
El Turismo industrializado insiste en tomar una directriz “reduccionista” de los territorios e incluso de las emociones ( el turismo emocional se rifa de la manera mas chabacana en los melodramas televisivos haciendo creer que el amor o la soledad solo pueden venir empaquetados de una manera).
El arte cuando esta “timoneado” por verdaderos autores no suele ser turístico – se me viene a la cabeza el título de un volumen del escritor argentino Jorge Carro “utópico volver al pasado-aun como turista- - el arte indaga y explora como una retroexcavadora sobre lo humano con persistencia de pájaro carpintero y llega a meollos insondables y profundos.
Las ciudades de nuevo desde el turismo, presentan imágenes erróneas de su esencia (no es en lo diarios donde dice en los clasificados: “se necesita joven con buena presentación” ?) vitrinas absurdas de falsas idiosincrasias, burdas imitaciones de países desarrollados ( a costa de los llamados subdesarrollados) lo turístico impulsa a los inversores a crear clones de arquitecturas (de última generación) de calles( de moda) de vestuarios( de moda) de costumbres( de moda) destruyendo aquello llamado idiosincrasia y respeto por las sociedades particulares ,diversas y autónomas.
Es el arte el encargado de permitir que las realidades de cada uno se visibilicen y son los artistas los encargados de tocar una gran campana para avisarle al mundo que somos diversos así algunos medios de comunicación masivos insistan en que solo hay una manera de actuar Y que quien no actúe así es un fenómeno.
Las ciudades han sido protagonistas de la literatura , la pintura. el cine, la fotografía ,el teatro etc. Las ciudades son mostradas por cada artista desde la preocupación por repetir los canales de Venecia de Canalletto hasta la preocupación hiperfotografica desde la pintura de Richard Estes o el retrato incesante de la nada de Scorsese en una Nueva York moribunda y lánguida que solo la puede salvar los ojos de Jodie Foster en “Taxi Driver”(1976).

Las ciudades pintadas, fotografiadas, filmadas o grabadas toman otro rumbo en la medida de quien mira pero se convierten en el caso de la imagen estática en una sola visión. En el cine, la tele o el video, las calles respiran ,supuran, se iluminan, se apagan si no es menester asomarse a la maravillosa Bogotá en blanco y negro de Ciro Guerra o a la exuberante y sicótica Bogotá de Rubén Mendoza o la tensa y profunda Buenos Aires de Won Kar Wai.
Las ciudades trasladadas al cine no pasan de ser un “puñado” de calles o de almacenes o incluso de habitaciones o cocinas, que la misma limitación de tiempo y de espacio a veces reduce infinitamente. Pero, cuando la fuerza de la palabra es tan avasalladora como las olas de Katsushika Hokusai y esta se instala en una novela o un poema las ciudades comienzan a tener otro olor ,parajes que son vividos por los personajes que nunca aparecerán en una guía turística de aquella ciudad, ampliando no solo de manera nominal el conocimiento formal como la presencia de la imaginación.
En Fondoblanco (2008) la novela de Alejandro Arciniegas Alzate, Bogotá se muestra de la mejor manera posible sobre todo cuando la unión argumental fusiona dos temas fundamentales: la ciudad y la droga.
Arciniegas plantea un texto multicoral en la medida que los narradores a veces son en primera persona, a veces en tercera , sus acotaciones son pequeños pensamientos que se mascullan, lo lugares donde sucede son múltiples y se transforman de manera instantánea cambiando tiempo lugar y sensación.
Esta novela viene a ser parte de aquellas clasificadas como novelas urbanas donde los personajes aunque son “outsiders” ( según la sociedad trabajadora de 9 a 5) son los tejedores de una serie de visiones culturales y de opiniones individuales que se transforman en una muestra casi etnográfica secreta que nos diagnostica que no todos los ciudadanos se comportan como en los leves comerciales de desodorantes sino que tienen vida propia y elijen vidas que se orientan por miles de caminos.
En los setentas aparece Qué viva la Música (1977) de Andrés Caicedo y esta novela aborda la calle, los personajes, la ciudad dividida por odios que solo se huelen y no se ven ( las ciudades aparentemente son pacificas y con sol, de los excesos o sucesos de baranda de policía solo nos enteramos por la prensa amarillista).En los noventa Opio en las Nubes (1992) de Rafael Chaparro Madiedo vuelve a las calles de la mano de Pink Tomate “I Want a trip trip trip como para poder resistir la mañana…” donde una ciudad metrópoli es testigo de los amores ,desamores y desgarros de unos seres atrapados por la ciudad y un gris invasivo e infeliz. En los ochenta la ciudad de Bogotà se torna oscura y retorcida pero eróticamente feliz en el texto del poeta samario Josè Luis Diaz.-Granados quien en Las Puertas del Infierno (1999) devela a partir del sexo una ciudad amurallada de deseos y de tristezas infinitas envueltas en la ternura del amor efímero.
Gonzalo Mallarino también entraría a “pasear” la ciudad en sus novelas de la llamada Trilogía Bogotà donde la ciudad ya no es el centro vital sino un pretexto espacial y con personajes de una literatura mas emparentada con la del desarrollo de personajes corales.
En Fondoblanco , Arciniegas entra como una ametralladora de palabras y pensamientos que “arrinconan” al lector contra unas cuerdas llenas de puñales en un ring de dos por dos, con las pesadillas volando sobre el cielo.
La droga pasa a ser el leitmotiv de la historia y lo mas interesante es que es una droga sin pedigrí que se yergue como una culebra aterradora sobre las sombras de la ciudad y entra en los personajes como un tanque de guerra letal y monstruoso.
Las drogas y la literatura han tenido relaciones formales, informales, incestuosas, parricidas ,heroicas o lamentables en el siglo XIX se dice que algunas de ellas fueron escritas bajo sus efectos como Aurora Leigh de Elizabeth Barret Browning , The strange case of Dr. Jekyll and Mr. Hyde de Robert Louis Stevenson, Fear and Loathing in las Vegas de Hunter S. Thompson, One Flew over the cuckoos nest de Ken Kesey ,The Heart is a Lonely Hunter de Carson MCcullers .
Otras, toman el tema como eje narrativo de las mismas y entre estas Fondoblanco de Arciniegas toma el camino de una ruta de delirio y tránsitos terrestres donde la droga, es un hilo conductor que aparece y desaparece en un escenario donde el género humano vive a su “servicio” y a sus “ordenes” de manera similar a El Corazòn del Tártaro de Rosa Montero que también aborda el tema como un recuerdo punzante y que logra la disección de la relación caótica y por momentos poética entre la droga y sus “sacerdotes” desde los ojos de Zarza.
En Fondoblanco, esta acompañado de una serie de reflexiones que a veces se dan simplemente en una frase en un giro idiomático en una trasverberación de los dedos de Chaz.
Heridas , hospitales del alma, ojos cerrados y quemados sin que los angeles se den cuenta, narración vertiginosa y llena de reflexiones a veces en forma de guion cinematográfico a veces en soliloquios o narradores espontáneos, personajes que parecen como luces de un montaje de Bob Wilson (intermitentes e incadescentes) .
Esta novela de Alejandro Arciniegas por derecho propio debe escalar a ser la novela urbana de los “clochards” diurnos y los strip teases de las bocas muertas, su ruta acaba de comenzar en busca de lectores que quieran leer literatura al ritmo de Talvin Sighn o de Arquitecture of Helsinki con la voz rota de Cesaria Evoria atrás pidiendo dos triciclos con ojos azules..
Leer esta novela es entrar en un crucero accidentado entre la hierba , donde la voz del narrador todo el tiempo taladra y te deja fijo en una silla de peluquería donde pasaran cien años antes que un peluquero compasivo pase por allí. La espera. La ansiedad. La sed. Tres características esenciales para abrir la puerta de este maravilloso Fondoblanco.

The borderlands/La Frontera

Portada del libro Borderlands





Por
Marìa Josè Casasbuenas
Docente

Medios Audiovisuales



¿Por qué me siento tan obligada a escribir? Porque la escritura me salva de esta complacencia que temo. Porque no tengo otra alternativa. Porque tengo que mantener vivo el espíritu de mi rebeldía y de mí misma […] Finalmente, escribo porque temo escribir, pero tengo más miedo de no escribir.
Gloria Anzaldúa.




En agosto del 2011, me inscribí en un curso denominado “Diálogos entre la mestiza y la cyborg” como parte de mis estudios de posgrado. Más que conocer la trayectoria de las autoras que se trabajarían en el seminario, el nombre de la propuesta me pareció atractivo. Luego, al comenzar a indagar sobre las autoras que trabajaríamos en el seminario, Gloria Anzaldúa y Donna Haraway y acercarme a sus textos, descubrí otras narrativas que desde los feminismos y los estudios culturales de la ciencia han ofrecido alternativas potentes y transformadoras para las mujeres que, no solo me seducen profundamente sino que han generado una serie de confrontaciones con mi ser mujer en estas latitudes del sur, reflexiones que me han llevado a preguntarme por los poderes invisibles que han colonizado mi cuerpo y mi espíritu, en particular la lectura The bordelands/la frontera. The New mestiza, texto de la chicana, poeta comprometida y rebelde, figura central para el pensamiento de frontera contemporáneo.






Aproximarse a la obra de Gloria Anzaldúa nos introduce en un espacio de límites heteróclitos en el cual emerge The Borderlands. Esta frontera, que opera en diferentes dimensiones —sociales, económicas, culturales, lingüísticas, naturales y simbólicas—, configura las condiciones particulares de existencia para algunas personas, condiciones marcadas por la opresión, la exclusión y la violencia. Es en este contexto en el que crece Gloria Anzaldúa, hija de mexicanos/chicanos de origen campesino, habitantes de lo que en la actualidad conforma el estado de Texas. Es allí que esta mujer formada en inglés y educación, quien desde temprana edad tuvo un fuerte sentido de quien era, de sus capacidades, de la justicia (1999:38), se vincularía a los movimientos campesinos en el sur de Texas y participaría en las protestas y la lucha por los derechos civiles en los años 60. En este espacio comenzaría el despertar de su conciencia como mujer trabajadora y su militancia. En la siguiente década y luego de terminar sus estudios abrazaría al feminismo, empero, cierto malestar, cierta sospecha que una parte de la lucha era omitida, la llevaría a acercarse al movimiento de migrantes chicano y a las feministas de color.
Aunque la frontera a la que esta autora se refiere, y de la cual, reconstruye y propone una nueva historia está geopolíticamente localizada a lo largo del Rio Bravo, sus reflexiones sobre la frontera se extienden a aquellos límites impuestos por las diferencias de género, de raza, de identidad, de clase; limites que conforman los marcos de pensamiento androcéntrico, blanco, sexista y heterosexual y que operan dentro de un esquema binario propio del pensamiento moderno occidental. Limites que definen lo normal y lo anormal, lo legítimo e ilegítimo, lo peligroso y lo seguro, que establecen la diferencia. Sin embargo, para Anzaldúa, The borderlands es el escenario en el cual puede surgir un nuevo sujeto social marcado por una conciencia Mestiza.
Este lugar fronterizo y esta conciencia mestiza que la conforma, atraviesa todos los aspectos de su existencia, particularmente su escritura. Escritura que constituye un espacio vital que refleja la inestabilidad de los límites, los cuales ella cruza constantemente, que es un acto de supervivencia y de transmutación. Transitando entre la literatura y la producción teórica, entre la poesía y la prosa, entre el inglés, el spanglish, el español, el náhuatl, tex mex -lengua bastarda-, construye una narrativa en la cual retoma figuras ancestrales de la cultura mexicana como Coatlicue, la virgen de Guadalupe, la Llorona para resignificarlas desde una perspectiva feminista. En sus líneas convergen sus experiencias personales, el testimonio de sus mayores, estribillos de corridos norteños, anécdotas con sus estudiantes, múltiples voces que se articulan en un relato que nos muestran la espesa red de significaciones que configuran este espacio fronterizo.
Para Anzaldúa, “hablar en lenguas”, su opción por una escritura multilingüe y por la reescritura de la historia de la constitución de la frontera México-estadunidense, hace parte de su estrategia política al visibilizar epistemologías “otras” y proponer alternativas de pensamiento en y desde los intersticios para cuestionar e intervenir el discurso hegemónico euro/logo/centrado.
“…I am participing in the creation of yet another culture, a new story to explain the world and our participation in it, a new value system with images and symbols that connect us each other and to the planet. Soy un amasamiento. I am an act of kneading, of uniting and joining that not only has produced both a creature of darkness and a creature of light, but also a creature that questions the definitions of light and dark and gives them the new meaning” (p.103)
Es por ello que la propuesta de Anzaldúa constituye un aporte enriquecedor para las epistemologías feministas (y) “otras” (de color, chicana, lésbicas) y queer, al conjugar en su relato su posición como mujer, lesbiana y chicana, ofreciendo alternativas al pensamiento binario con la figura y la emergencia de una nueva identidad mestiza y su pensamiento de frontera. La Frontera, más allá de ser una línea que divide y separa como tradicionalmente se había definido, para Anzaldúa crea nuevos espacios intersticiales que posibilitan otro tipo de relaciones, de articulaciones, de conocimientos, de identidades y que puede constituirse como un espacio para la resistencia.
A lo largo de su relato, la bestia de la sombra, la voz rebelde de Anzaldúa se manifiesta para proponer su crítica cultural. Una crítica al genocidio que representó la invasión española liderada por Cortés en territorios americanos, a la expansión colonialista de los Estados Unidos y la imposición hegemónica blanca sobre este territorio usurpado, pero también una crítica a los aspectos de la cultura androcéntrica y heteronormativa mexicana, que a lo largo de los últimos cuatro siglos ha promovido la opresión de las mujeres y por extensión de “los otros”.
Es por ello, Anzaldúa afirma “Ya no sólo paso toda mi vida botando las costumbres y los valores de mi cultura que me traicionan. También recojo las costumbres que por tiempo se han probado y las costumbres de respeto a las mujeres”(p.37), y nos invita a entrar en el estado Coahtlicue, a despertar la Sombra de la Bestia que habita en cada una de nosotras en vez de silenciarla, alertándonos sobre los miedos, las angustias, los temores a ser rechazadas por la cultura/la madre/la raza, pero mostrándonos como a partir de este ejercicio de resistencia se puede constituir un espacio fronterizo que emerge de una conciencia mestiza para la libertad y la emancipación.
En los análisis desarrollados por Anzaldúa – como por Haraway- ponen en evidencia cómo las relaciones de género son construidas histórica y culturalmente desmarcándose de interpretaciones y posturas de carácter esencialista. En los análisis desarrollados por Haraway sobre la emergencia de la “vida experimental” observa cómo la ciencia ha sido una de las tecnologías centrales en la producción de género en occidente (2004). En el caso de Anzaldúa, se resalta como con los procesos de conquista y colonización de los territorios indígenas por los españoles fueron modificadas las relaciones entre hombres y mujeres en la cultura azteca: “The aztec female rites of mourning were rites of defiance protesting the cultural changes wich disrupted the equality and balence between female and male, and protesting their demotion to a lesser status, their denigration”.Y aunque los lugares de enunciación de estas dos autoras son diferentes —y podría pensarse que casi opuestos— una haciendo parte de la elite académica estadounidense, blanca y de clase media, la “otra” escribiendo desde los márgenes, mestiza y de origen campesino, ambas mujeres proponen críticas que ponen en cuestión y entran en tensión con las propuestas del feminismo blanco, al tener en cuenta en sus análisis culturales una perspectiva interseccional donde se articulan las relaciones de género con otras variantes como la raza, la clase, la sexualidad, el parentesco, etc
La reelaboración de la categoría de la frontera desde diferentes posturas críticas ha posibilitado también la revisión de otras categorías como las de identidad y espacio, reconfigurando las nociones hegemónicas de estos términos. Estas operaciones han conducido al cuestionamiento de las formas como se produce y se gestiona el conocimiento así como los mecanismos de legitimación del mismo. Son muchos los puentes y las articulaciones que ha propiciado la obra de Gloria Anzaldúa con y entre diferentes diversas perspectivas teóricas que reflexionan críticamente sobre la cultura y la realidad contemporánea, se denominen estas teoría de frontera, teoría feminista, teoría queer, teoría decolonial o estudios culturales. Su reflexión y reconceptualización de la frontera, no como una línea divisoria sino como un lugar posible para la producción teórica y la enunciación política, un espacio de y para la experiencia y un territorio de resistencia a los poderes hegemónicos, ha sido un aporte significativo y dinamizador a la reflexión social contemporánea.
Finalmente, quisiera decir que en estos momentos, en que las prácticas de censura y de control están en el orden del día, prácticas que están más cercanas al ostracismo de la inquisición, donde las brujas y los libros eran quemados, más que a los principios promovidos por la idea de democracia libertaria (no liberal!), como bien lo ejemplifica el proyecto de ley que hace algunas semanas fue aprobado en Estados Unidos donde se prohíbe la utilización de los textos enmarcados en los “estudios étnicos” en Arizona por considerarlos no objetivos y antiestunidenses, considero más que nunca necesarias la voz de Anzaldúa y de otras mujeres que como ella, que nos invitan a reflexionar y a reaccionar sobre la realidad y sus violencias. Y al igual que para Gloria, estas líneas surgen de mi temor por escribir, pero sobre todo por mi temor de no hacerlo.


Bibliografía.
Anzaldúa, G. (1999) The Borderlands. La Frontera. The New Mestiza. Aunt Lute Books. Segunda Edición.
__________(1988) Hablar en Lenguas. Carta a las escritoras tercermundistas. Recuperado el 1 de octubre de 2011 de http://www.mulheresrebeldes.org/Lesbianidades/Gloria%20Anzaldua/Una%20carta%20a%20escritoras%20tercermundistas.pdf
HARAWAY, D. (1995). Conocimientos situados. En Ciencia, cyborgs y mujeres. La Reinvención de la naturaleza. Madrid. Ed. Cátedra.
______________(2004). Testigo_Modesto@ Segundo_milenio. HombreHembra©_conoce_oncoraton®. Barcelona. Editoria UOC.
JOYSMITH, C (1993). Ya se me quito la vergüenza y la cobardía. Una plática con Gloria Anzaldúa. En Debate feminista. Recuperado el 1 de octubre de 2011 de http://www.debatefeminista.com/PDF/Articulos/yaseme1117.pdf

OCTAVIO OCAMPO, EL PERSONAJE QUE DESCUBRÍ

Oleo de Octavio Ocampò





Por
Amalìn Yiseth Martinez Torres
Estudiante de Comunicación Social
Colaboradora habitual La Moviola


Un artista latinoamericano que fue descubierto sorpresivamente y, cuyas obras expuestas en unas cuantas diapositivas, cautivaron a la autora de este texto, tanto asì, que decidió compartir la historia de su encuentro con el artista mexicano a través de sus pinturas, que la conllevo compartir la historia y concepto del inesperado pero sustancioso hallazgo y, a su vez exponer mediante un video-muestra el arte de Octavio Ocampo





Rememorando y desempolvando la caja de los recuerdos y quizás de los conocimientos que han marcado mi existencia, se viene a mi cabeza la noche del 12 de abril del año 2011, fecha como cualquiera en la que decidí abrir el correo para mirar y observar los mensajes enviados por amigos, familiares y conocidos como es acostumbrado. Sin embargo, esa noche a diferencia de las otras pude vislumbrar unas magnificas pinturas de un artista que algunos conocen y, que a partir de ese momento iba a admirar y a recordar no solo por su técnica a la hora de pintar, sino además de ello, por posibilitar la doble o tal vez múltiple interpretación de los espectadores de sus obras de arte y, de esta manera reflejar al pueblo y cultura mexicana e incentivar el gusto de la sociedad común por la pintura. Personalmente y profesionalmente (periodísticamente) el encuentro con esas imágenes proyectadas a través de diapositivas, fue un momento cautivador, en el que el tiempo se detuvo para permitirme un momento de regocijo y admiración, tanto así, que posterior a la re observación hecha a las pinturas de Ocampo presentes en mi computador, decidí compartirlas con mis amigos y allegados para brindarles otra perspectiva diferente a la habitual en sus vidas y proporcionarles esos instantes de placer que tuve yo al ser espectadora de los trazos de este pintor latinoamericano. Quizás (y no es extraño), ese fue el motivo que me condujo a apropiarme y utilizar uno de sus lienzos como foto de perfil en el Facebook, investigar brevemente y superficialmente (y lo admito) acerca de Ocampo y, por supuesto plasmarles esta bella historia en este extenso texto.

Octavio Ocampo es un pintor y artista mexicano, nacido en 1943 en Celaya, Guanajuato. Sus estudios artísticos comenzaron en dos importantes academias: la escuela de pintura y escultura (La Esmeralda) Bellas Artes ( 1961 – 1965 ) y en el San Francisco Art Institute, de San Francisco, California (1972–1974). Su talento empezó a evidenciarse en campos del cine, ya que realizó las escenografías de más de 120 películas mexicanas y estadounidenses, así como diseños de obras de teatro y, exposiciones en naciones y regiones como México, Estados Unidos, Canadá, Latinoamérica, Europa y Medio Oriente. Adicional a las manifestaciones artísticas ya mencionadas, Octavio es también muralista y ha realizado retratos de Jimmy Carter, Miguel Alemán Valdés, José López Portillo, Jane Fonda, César Chávez, Cher entre otros.

No obstante, lo que vale resaltar por encima de la misma presencia del artista, es el legado de su obra, el significado enriquecedor de la misma y la técnica a la que recurre el pintor para poder dar a conocer su percepción del mundo que le rodea. Es así pues, como el estilo de Octavio Ocampo, se define como el arte metamórfico o de ilusión óptica, que constituyen dos obras en una, ya que si se vislumbra una pintura de Ocampo desde lejos puede encontrarse una figura o figuras que representan una sola escena totalmente distinta a la que se observa de cerca, es decir, es otra pintura a la que se puede ver en un plano más amplio, más general. Ahora, citando el texto-entrevista “El pincel metamórfico del arte” escrito por Luz Garcìa Martìnez y enfocándonos específicamente en la pregunta que se hace a Octavio Ocampo acerca del objetivo que él espera como pintor por parte del espectador donde el mexicano declara: “(...) trato de dar lo más posible al espectador: un momento de alegría o de esperanza, un momento de aliento o en el último de los casos, pasar un buen momento viendo mi obra y provocar sentimientos positivos lo más posible.”, frase que resume el propósito del artista sobre el receptor

Sin embargo, los retratos y escenografías de películas no son las únicas obras de arte de Octavio Ocampo, puesto que sus pinturas poseen un carácter histórico, tradicional o cultural y, religioso, en el que se pueden apreciar iconos o símbolos de la sociedad mexicana, latinoamericana y, en algunas casos hacen referencia a otras civilizaciones o tradiciones. El siguiente vídeo resume lo que se halla expuesto en este texto.

http://www.youtube.com/watch?v=4s3FcypdiqQ

En resumen, el arte metamórfico (del griego meta: cambio morfo: forma) del que Ocampo es protagonista, se define como la pintura o lienzo que posee diferentes formas, percepciones y campos de manifestaciones artísticas que se captan de acuerdo a la posición o ubicación del espectador y, que por ende influencian su pensamiento de distintas maneras, permitiendo la multiconcepciòn del receptor y su relación con los diversos iconos y símbolos de la cultura propia o ajena. Por esa habilidad tan increíble para acercar al público a sus pinturas y como tal al mundo del arte, es que admiro a Octavio Ocampo, un artista y un digno emisor y representante de aquello que denominamos cultura.

El arte en la tragedia-






Por
Lic. Guillermo Zaballo
Licenciado en Cine & Tv
Corresponsal La Moviola
Córdoba (Argentina)



Un grupo de feligreses cantan en creole frente a una de pared de chapa que los separa de lo que fue una iglesia. Los cantos suenan a plegarias, las plegarias suenan a música. Así comienza Haití 2010, el documental de Martin González, filmado durante todo ese año, luego del terremoto que sacudió a ese país el 12 de enero (el documental puede verse en los link marcados abajo). El hecho es que Martín cuenta en su obra como, de alguna manera u otra, más allá de la ayuda internacional, la tragedia ocurrida continúa. Pero no es en este caso el tema que vamos a tratar, sino el hecho de cómo un documental cuyo principal objetivo es la información, denota también que detrás de la tragedia, el ser humano sigue generando arte, el arte esta innato en muchos seres humanos, y esto es reflejado en el documental. Dentro de toda la desgracia, podemos oír que el canto es habitual, como decía antes, en forma de plegaria, pero también en forma de agradecimiento, las notas musicales, dan un marco a la infortunada situación, pero, insisto, este no es el fin que persigue el documental, el arte se ve supeditado a la información, pero no por eso es menos importante.
Más allá del documental, también el terremoto se refleja en las pinturas. En Pétionville, un suburbio cercano a Puerto Príncipe, hay una feria en la que se venden pinturas (ver las anexadas) y alguna artesanía. Si bien muchos artistas siguen la huella del naif haitiano, otros retratan el horror del terremoto, instante en el que la tierra se sacudió, la realidad dada vuelta y la reconstrucción tan lejana.
Para Martin González, “la diferencia es que quienes realizaron las pinturas, fueron partícipes directos de la tragedia”, y que su documental en este caso, por más que refleje los acontecimientos, son narrados indirectamente.
En la historia del arte, la tragedia es un común reflejo, como para dar un par de ejemplos, en este caso viene a mi memoria el cuadro “El fusilamiento del 3 de mayo” de Goya. En el que muestra la barbarie de la guerra, sin ser un participe directo de ese acontecimiento. Lo mismo se puede decir de “La Balsa de la Medusa”, de Théodore Géricault. Reflejando el naufragio de la fragata La Meduse, en el que por lo menos 147 personas quedaron a la deriva en una balsa construida apresuradamente, y todas ellas excepto 15 murieron durante los 13 días que tardaron en ser rescatadas, y las que sobrevivieron soportaron hambre y el canibalismo. En este caso, el autor directamente no está en la escena de los hechos, pero si refleja el acontecimiento.




Mas allá de estos ejemplos y volviendo a el documental Haití 2010, muchas veces los documentalistas tratamos de contar las historias, pero también tenemos que tener en cuenta que desde la elección de la toma, el ángulo de la misma, el sonido que elegimos y como lo compaginamos , generan documentales que se terminan transformando en obras de artes.



Haiti 2010 parte 1 http://www.youtube.com/watch?v=tJbShSyNSNE
Haiti 2010 parte 2 http://www.youtube.com/watch?v=eQQUHLlOxBk&feature=related
Haiti 2010 parte 3 http://www.youtube.com/watch?v=tzXWbidiKSE&feature=related