ALBERTINA CARRI: ¿Estos son nuestros héroes caídos



Por

Andrea Vásquez Ocampo

Corresponsal La Moviola

Buenos Aires (Argentina)

Desde las frías y persuasivas calles bonaerenses, Albertina Carri abre las puertas de su departamento para dar paso a curiosos ojos colombianos. Con sus recuerdos infantiles y color de la realidad, nos permite dibujar en nuestra retina figuras que contemplan los deseos cinematográficos del ahora, con los que “Estamos viviendo un momento intermedio donde algo va a suceder, algo tiene que cambiar”

ANDREA VASQUEZ: ¿Hay un acercamiento en tus películas a la opresión de una sociedad, a la libertad e igualdad para las mujeres?

ALBERTINA CARRI : Si, en general diría que en mi cine, en casi todas mis películas, hablo de sociedades opresoras. Recreo de algún modo mini sociedades, representadas en diversas familias o diferentes tipos de familia; pero sin embargo siempre hay un cierto patrón que es la opresión. Muchas veces es opresión de género, muchas veces hay un alto grado de machismo en los personajes. Pero no diría que ese es el foco único de todas mis películas, si creo que más bien es una sociedad opresora en términos un poco más amplios.

A.V. Cómo se construye el acercamiento a una sociedad opresora en tus películas?

A.C : Es muy diferente en cada una de las películas porque realmente son todas muy distintas, hablan de clases sociales muy distintas. Por ejemplo en el caso de la” Rabia”, mi última película, se trata de gente de campo, de campesinos. Es una violencia mucho más explicita que por ejemplo en mi película anterior que es “Géminis” que es una película que trata sobre personajes de clase alta, donde la violencia es muy fuerte y muy profunda sobre los individuos que conforman ésta familia, pero no es tan explicita como la violencia de la “Rabia; que al ser una violencia más primitiva y una violencia más permitida también, más aceptada, está instalada, está naturalizada. En el caso de “Géminis”, hay todo el tiempo como un disimulo sobre esa violencia, están todo el tiempo jugando a “Esto no está sucediendo”; de hecho cuando se enteran que está sucediendo lo que no quieren que suceda, la madre se vuelve loca, prefiere no ponerlo en un nivel de realidad.

Los “Rubios” es un ensayo, y formalmente es muy distinto a todas las demás, trabaja otro tipo de emocionalidad. Así que depende mucho de cada uno de los casos.

A.V. : En “La Rabia”, la mudez de una niña es un eje violento?

A. C. : Si, creo que si, es un mutismo muy raro, es una especie de autismo, se podría llamar, pero a priori por lo que cuenta la película y por lo que se sabe no tiene problemas físicos, o sea no es sorda o no es muda, es más bien una contingencia emocional. Por lo tanto creo que viendo el contexto de alrededor, sin duda tiene un origen emocional y sin duda ese origen emocional está marcado por alguna situación traumatizante, puede ser continua o un shock que haya recibido pero sin dudas es una de las formas de la violencia ese mutismo.

A.V.: Muestra una salida, desde el interior de esa sociedad, a través de sus dibujos?

A.C. : Si, finalmente ella lo logra elaborar de un modo, en un punto muy bueno, porque es el único personaje de la película que realmente es capaz de hablar sobre la violencia, a través de sus dibujos es la única que de algún modo convierte la violencia en algo representable, los demás solamente accionan la violencia, o sea la cometen; ella en realidad la transforma, la representa y puede no cometerla.

A.V.:El juego paralelo de clases sociales en “Géminis” y “La Rabia”, levanta un falso telón de la “moral”?

A.C.: Si, podría pensarse así. En realidad esto es algo de la literatura, no es algo que invente yo quiero decir, es algo que tiene un recorrido histórico en la Historia del Arte, de las Artes Escénicas más bien. La clase alta y la clase baja en general suelen ser las portadoras de lo amoral o de lo inmoral, y en general la clase media se ve como la clase reguladora; no creo que sea así, ni cerca. Creo que el problema es: cuáles son los cánones morales con que se juzgan a las personas. Me parece que todas mis películas en ese sentido plantean eso, cómo te oprime una moral impuesta. Qué tiene de malo el incesto, por qué es tan malo que se casen entre hermanos. Quizás si fuera clase baja estaría mucho más aceptado.

A.V.:En “Los Rubios”, desde los recuerdos de una niña de 5 años, revelar los secretos ante un público distante pero cercano, al compartir la misma historia, podría construir una reflexión crítica del pasado?

A.C.: Creo que “Los Rubios” es eso, una reflexión crítica sobre el pasado. El cambio que establece “Los Rubios” a nivel documental, tiene que ver con que se involucra la primera persona, pero por otro lado no se involucra desde un lugar de víctima sino más bien desde un lugar reflexivo. Una primera persona que ha pesar de ser victima, ha llegado a madurar, ha llegado a reflexionar sobre el tema y puede exponerlo de manera reflexiva. Es una película que incita a pensar, no habla de certezas, creo que eso es claramente crítico.

A.V.:El recuerdo y la memoria como se vive en “Los Rubios”?

A.C: La película sobre todo es una reflexión sobre la memoria, sobre qué significa esto de recordar, sobre los diferentes niveles y posibilidades que tiene la memoria, y en realidad es bastante crítica más que sobre el pasado, porque la película tampoco es que hace una crítica real sobre el pasado de los 70, más bien la película lo que se pregunta es cuál es la herencia que nos dejó, qué hacemos con eso. Esto sucedió, fue una masacre, nos hizo muchísimo daño, todavía la seguimos padeciendo, fue una crisis a nivel político, económico y social muy profunda, no solamente se salió y se mato gente, se destrozó un país! Entonces la película lo que se pregunta es qué hacemos con esa herencia, hacemos una reverencia y lo convertimos en estatua diciendo: ¿Estos son nuestros héroes caídos? o pensamos en esa potencia arrasadora que fueron los grandes intelectuales de los 70 y cómo quedamos hoy como sociedad, y como individuos también, porque la película en un punto se plantea el punto de vista privado, cómo se vive esa historia que es pública, que sale en los diarios, pero que también es privada.

A.V.:Cómo ves la situación del cine latinoamericano en estos momentos?

A.C.: En realidad yo creo que es un momento muy extraño para el cine en general. Creo que las nuevas tecnologías, así como hicieron una revolución en los últimos años y todos tuvimos acceso al cine; porque el cine antiguamente era una cuestión de clase, un Arte muy caro y solo pocas personas se podían dedicar, con las nuevas tecnologías se democratizo mucho la realización de cine. Pero también las nuevas tecnologías están generando un espacio extraño, la gente ya no va tanto al cine, las salas de cine en general estrenan cada vez más solo cine norteamericano porque son complejos de multisalas donde los dueños son las mismas compañías productoras y distribuidoras, se ha convertido en una gran multinacional. En ese sentido algo va a suceder con éste cine llamado de autor.

Para mi estamos viviendo un momento intermedio donde algo va a suceder, algo tiene que cambiar; porque por ejemplo, en Argentina se hacen muchísimas películas al año pero en toda Latinoamérica no se estrenan, solo se estrenan en Argentina y algunas en Europa y Estados Unidos, pero en todo nuestro continente no se estrenan. Lo mismo pasa con todos los demás países, Chile, Brasil; tienen una cinematografía enorme e importantísima y acá no llega absolutamente nada y estamos exactamente al lado. En ese sentido algo bueno tiene que salir de esta especie de crisis.

A.V.: Algún favorito dentro del cine latinoamericano?

A.C.: Un poco de todo. En el último tiempo me gusta mucho el cine mexicano, pero es lo que puedo ver en festivales porque desconozco el resto. Por ejemplo una película colombiana no veo hace diez años. He visto las películas más comerciales que se dan en otros circuitos.

Pero hay algo de nuevo cine mexicano en el que me parece que está pasando algo interesante. El documental “Shakespeare y Víctor Hugo” esta muy bien. Reygadas es un director bastante interesante, su película “Japón” a mi me gusto mucho. Anteriores, hay un poco de todo, muy salpicado porque también es muy mala la educación que tenemos en ese sentido, si tengo que hacer un recorrido por la historia del cine americano o europeo, me guste más o menos, conozco a lo autores. En Latinoamérica tengo como un pantallazo de películas, pero no puedo seguir una linealidad histórica. El cine latinoamericano ha sido un cine históricamente muy fuerte y lo sigue siendo a pesar de lo bombardeadas que han sido nuestras sociedades.

A.V.: Consideras que al ser bombardeadas nuestras sociedades, se crea un eje temático común y solo son reconocidas las películas de este tipo?

A.C: No del todo, eso también tiene un cierto peligro que es que parece que el cine latinoamericano solo se puede ocupar de los conflictos sociales de su propio territorio. Es lago que estuvo pasando en el mundo, donde las películas que se festejan son aquellas que solo habla de la violencia de cada país, de la corrupción y de la situación política desastrosa; como sino tuviéramos derecho a hacer ficción. Yo no estoy muy de acuerdo con esa postura, creo que tenemos una cinematografía y una historia cinematográfica muy importante y no necesariamente es así, no es el único cine que deberíamos poder hacer. De hecho se están haciendo documentales muy interesantes sobre otros temas y ficciones muy interesantes, que no necesariamente tocan el tema social o político tan directamente, pues siempre todas las películas están invadidas e intoxicadas por el lugar en el que habitas y por la vida del rededor, es inevitable eso.

A.V:Película favorita?

A.C: No se si tengo una película favorita, van cambiando según la época. Hay películas a las que vuelvo, por ejemplo Muerte en Venecia ( 1971) es una película a la que siempre vuelvo. Me gusta mucho la filmografía de David Cronenberg y depende del momento a cuál de todas sus películas vuelvo. No tengo una película favorita para nada, tengo muchas, de hecho me gusta Muerte en Venecia pero me gusta todo Visconti.

A.V.:Libro?

A.C: Leo literatura especialmente, es lo que más me gusta, lo que más me divierte. Ahora justo estoy leyendo a Ian McEwan, es un autor que me gusto mucho y suelo leer bastante, trato de leer casi todo lo que escribe. De los clásicos estaría Marcel Proust. En literatura argentina hay un libro que me gusta mucho que se llama “Las Ratas” de José Bianco. Otro libro que es uno de mis grandes amores es “Adiós al Otoño” de Stalislaw Witkiewicz; sobre el final de “Los Rubios” la última frase que aparece es de se autor.

A.V:Pintor-pintura?

A.C: Si, me gustan muchos. Argentinos y nuevos, me gusta mucho lo que está haciendo el grupo Mondongo, son un grupo de tres personas y están haciendo unos trabajos increíbles. Trabajan con una especie de plastilina y espejos; tiene unas obras hechas con carne también muy buenas. De aquí y de ahora me gusta mucho un artista que se llama Ernesto Ballesteros. Y del mundo no se, hay de todo, es tan grande.

Al bajar las escaleras zumban sobre mis recuerdos aquellas imágenes que me llevaron a la puerta por donde ahora estoy saliendo… adentro queda Albertina Carri aqui afuera comienzo a caminar observando el gris de la acera de manera perpetua…profundamente perpetua…..


2 comentarios:

§ dijo...

Que bonito poder conocer estos autores!!! este medio es una maravilla y la moviola un espacio bien especial. gracias!!!

Anónimo dijo...

se buscan para ustedes con mucho cariño!!!!!

CCLM