DE LOS ROAD MOVIE A LOS NUEVOS CAMINOS DE UN CINE EMERGENTE




Por
Oscar Romero
Especial para La Moviola


I. PREFACIO A UN CINE DE CARRETERA


Tal vez fue la muerte de James Dean galopando su Porche plateado unos meses antes del estreno de Rebel without cause (Rebelde sin Causa, 1955) de Nicholas Ray, película que lo convirtió en icono de la rebeldía y que intuía un género que sería muy apreciado por la cultura norteamericana, o quizás fue el filme The Wild One (El Salvaje, 1954), de Laszlo Bebedek, que un año antes protagonizaría el renombrado Marlon Brando a bordo de su propia motocicleta triumph la que consolido por medio de estos grandes actores la empatía del publico por la huída, el desplazamiento, el desafío, la búsqueda entre motores y carreteras que dejaría plasmada los legendarios road movies en la cinematografía estadounidense.
Los años sesenta ven nacer un género que les permitiría a muchos directores alejarse de las engorrosas filmaciones en estudio propias de las grandes productoras hollywoodenses y al mismo tiempo continuar con el paradigma de la ruta del héroe que desde Odiseo impregno las páginas de las historias y aventuras que más adelante el cine inmortalizó, ahora el entorno transformador vitaliza a los personajes en la resolución de conflictos progresivos y encontrados en la carretera, la movilidad individual de los Estados Unidos y el Occidente después de la gran guerra donde poseer un automóvil se vuelve uno de los signos de la identidad adulta.
El estallido de los sesenta y su opulencia social convierten obras cinematográficas en clásicos de esta corriente que siguieron directores como Roger Corman con Wild Angels ( Angeles del Infierno, 1966) y the Trip ( 1967), ambas sobre bandas de motoristas, modelo que se explota con brillantes absoluta en el clásico Easy Rider ( Buscando mi destino, 1969) dirigida por Dennis Hooper película emblemática y que marco tendencias encarnadas en actores como Jack Nicholson y Peter Fonda, además de ser la primera Road Movie independiente hecha con bajo presupuesto, consiguió un éxito comercial considerable; por otra lado la vida de la particular pareja de atracadores de bancos Bonnie Parker y Clyde Barrow llevada al cine en 1967 por Arthur Penn muestran en pantalla gigante este emocionante recorrido por el este, oeste y sur de los Estados Unidos dejando por carretera un rastro de muertes y delitos que ponen en jaque la policía, a pesar de ser un cine de Gangsters el protagonismo del automóvil como medio de escape de un lugar a otro crea un avance de las futuras “road movies, sellada con colosal final sangriento que inmortalizo el filme convirtiéndose en un modelo que se imitó especialmente en filmes de serie B y que continua hasta nuestros días.
Tan atractivo y arriesgado era el género que directores como Steven Spilberg debutaron con su opera prima en 1971 : El Diablo sobre Ruedas en donde un automovilista se ve implicado en una arriesgada aventura porque un camionero psicópata lo persigue, sin seguir un riguroso hilo cronológico nombrare algunas películas que llegaron por medio de varios cine-cubes de Bogotá como el Muro o el de la Universidad Central y por supuesto los de la Universidad Nacional donde apreciábamos con gran respeto obras como Paris-Texas de Win Wenders cuya productora llevaba el nombre de Road Movie Produktion, por la misma época a finales de los noventa tuvimos la oportunidad de ver dos joyas de David Lynch: Corazón Salvaje ( 1990) y Una historia Sencilla (1996), la primera una delirante, violenta, lirica y surrealista road-movie basada en la novela homónima de Barry Gifford y la segunda una raresa ( si todavía cabe la raresa) de Lynch bastante sobria y en la cual un anciano de 73 años recorre cientos de kilómetros a bordo de un tractor para visitar a su hermano, estos dos filmes prepararon un público bogotano que seguimos e idolatramos ( con cierto esnobismo) a David Lynch mucho antes de su aparición definitiva y arrasadora con Lost Highway (1997) que prefiero vean con sus propios ojos.
Como terminar este extendido prefacio sin nombrar los Bonnie and Clyde de mi época: Asesinos por Natutraleza, dirigida por Oliver Stone con guión de Tarantino, que convirtieron a la pareja protagonizada por Woody Harrelson y Juliette Lewis en culto para mi generación, sé que he escrito hasta el momento únicamente sobre el panorama norteamericano pero los Road Movie debido a su complejidad y carácter hibrido requiere un acercamiento al concepto de género cinematográfico que nace en Hollywood y del cual permite un análisis textual con los estudios culturales, no solo se convierten en una manera particular de hacer cine sino también una de las formas provechosas para pensar la sociedad a través de él.


-Intermedio-


FILMANDO POR LAS CARRETERAS DEL SUR
Latinoamérica creció con el cine de Hollywood, trasladó este género a sus propias carreteras para crear una nueva narrativa que al mismo tiempo rinde homenaje y se revelaba contra el modelo norteamericano.
Las carreteras no son precisamente las grandes Highways, aquí hay más pendientes, paisajes exóticos, el trópico y el relieve propio de los Andes permite pasar de una población, clima y cambio radical de horizontes en pocos minutos, en ocasiones tampoco hay coches o automóviles dotados de grandes motores que guían a nuestros protagonistas por las tierras del sur del continente, se adapta entonces a las nuevas realidades de los viajeros quienes a bordo de autobuses de línea como en el caso de la película brasilera Central Do Brasil de 1998 dirigida por Walter Salles (premio a mejor película en el festival de cine de Berlin, premio del público en San Sebastian y mejor guión en Sundance) plasmando historias de viaje que no se dan por la fricción de grandes neumáticos con el asfalto sino como el paisaje y la realidad cambiante que afectan al viajero bien sea sobre una motocicleta vieja destinada a atravesar el sur del continente, llevando personajes como Ernesto el Che Guevara o en Camión como la película boliviana Mi Socio (1986) de Paolo Agazzi desnudando la cordillera y enfrentándonos a la realidad de las provincias, de la misma manera los Argentinos enamorados de su pampa y la Patagonia ruedan varios filmes principalmente en la década de los 90 y 2000, directores como Carlos Sorin con películas como Historias Mínimas (2002) y el Perro ( 2004) marcan una manera propia de adaptar esos filmes de carretera, siendo películas de notable éxitos como Caballos Salvajes (1995) de Marcelo Piñeyro (con música de Andrés Calamaro) y Familia Rodante (2004) de Pablo Trapero.


UN PAR DE FILMES DE CARRETERA EN MACONDO….
(Continúara)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Quedo a la expectativa de los filmes de carretera en MAC ondo. Un gran relato y motiva al lector a seguir de cerca este género.

Anónimo dijo...

VENDRAN EN ESTE 2012 MUCHOS MAS.ESPERELOS
CCLM