Galería
CASA CUADRADA
COMUNICACIÓN Y PRENSA
La GALERÍA CASA CUADRADA,
tiene el gusto de invitarlo al coctel de
inauguración de la Exposición:
“VENTANA MÍTICA”
Fernando Maldonado
Las ventanas de Maldonado dan al interior de sí mismo
Por: Jotamario Arbeláez
Ahora que está de moda denunciar las actividades misteriosas de los vecinos, me voy a permitir expresar mi conjetura de que Maldonado no es ningún pintor al uso, así maneje como un ángel caído los trebejos del arte y durante tantos años se haya propuesto con toda el alma embadurnar lienzos, papeles y tablas, en una entrega sospechosa para un ser de apariencia humana, elaborando una propuesta plástica que es de más allá de cualquier tendencia terrícola. Continúo retirando las sucesivas máscaras de su rostro. De ciudadano, profesor, amante, autodidacta, artista, ocultista. Para mí que en el fondo es todo un enviado, así él ni siquiera lo sepa conscientemente; alguien a quien se le ha conferido la tarea de transmitir a los seres de su dimensión y su época -a través de una expresión lindante con la poética del ensueño y la realidad entrecruzada en el tiempo y en el espacio-, unos parámetros de belleza hierática proclives a la iniciación, que requieren para su captación plena haber por lo menos franqueado el desdoblamiento.
No quiero decir que sea un delirante, un poseso ni un hermeneuta, ni que haya que meter hongos o yagé para comprenderlo. No puede ser más lúcido ni sencillo en la serenidad de su estudio, en el trato con los amigos o en su enseñanza universitaria. Pero él se trae un misterio desde sus inquietantes inicios -donde imbricaba en doble vía el remoto pasado y el antepasado futuro-, que implica que no deba analizársele tanto por el color contraído o la forma hereje, ni por la luz atenuada y las sombras lucientes, ni por la pintura pura sobre superficies abiertas de pared o de pavimento, incluso ni siquiera por su informática mística, sino ante todo por su atmósfera, donde lo absurdo se hace factible, donde nos respira en la nuca la metafísica.
Atmósferas donde los seres humanos y los inanimados se informan en un aire fantasma que no sería su elemento, como sus recurrentes padre y hermanito menor rescatados en levite del océano contrapuesto, como esos peces airosos en la jaula de juncos, esos vehículos en chatarra sobre sembrados o eriales o sobre un oleaje picado, esos sombreros revoloteando cabezas, los conejos saltones y los juguetes en la azotea. Implican un aire enrarecido importado de otro lugar, de un viaje de años luz de la mente a la mano de la paleta y de la superficie torturada con el pigmento al contemplador silencioso y estupefacto, que no es más que otro extraterrestre. Porque llegó la hora de aceptar que somos la progenie arraigada de extraterrestres de paso. Una atmósfera que, además de la densidad objetal y de las penumbras y los hondos espejos y el carácter ritual de los gestos y trastos de una cotidianidad enchufada a la magia, tiene sonido propio, un rumor, una música y unos efectos especiales. Son esos sonidos, más las pencas de sábila, lo que permite levitar los cuerpos y objetos. Cuando se golpea a una puerta con el bronce de un aldabón, lo que suena es el aire, no es la puerta. En las pinturas de Maldonado suena el aire. Se oye el frufrú de las piernas y sus medias de seda, el girar de las aspas del molino, el lumínico televisor de los cuartos, el parpadear de sus retratados, el ronroneo del motor imposible de los vehículos. Se siente que habría que llevarse las manos a los oídos para recobrar el sosiego.
Cuando Maldonado pinta un paisaje celeste reteñido de estrellas, está retransmitiendo el mapa del cielo y no al azar un firmamento pecoso. Es la precisión del sonámbulo que no cesa de soñar caminando. Al aplicarse a la serie de sus pintores amados vistos por la ventana, la mayoría de ellos ya despojados de lo corpóreo, los reviste tanto de la emanación espiritual del aura lograda como de su físico afín. Y los refuerza con un guiño de claves.
Para hacerse entender en esta sociedad donde la razón a cada paso cobra peaje, él especula con que un onirismo le asalta para llevarle la mano por parajes sin par. Pamplinas. El sueño es un pretexto para que no se dude de la razón del vidente. La pantalla del soñador es la que despierta al dormido. Con visiones que ya no dejan cerrar los ojos. Maldonado es visitante asiduo del terror cósmico, que por lo general entra sin tocar, pero es a la vez un romántico que no tiembla, un cerrajero de las puertas de la percepción, un asteroide rutilando en un aeródromo, un ‘tocado’ por los chamanes que se han incrustado desde siempre en todas las artes. He seguido a Fernando Maldonado por largos años como a un maestro fascinante cuya obra, que empezó en el futuro, cada vez más me estremece. Como terminará por estremecernos a todos. Debí haberme referido a su virtuosismo sobre las telas, prevalido en sus antecesores en el arte sin artificios, más que a esta hipótesis peregrina de soplón del secreto, que incluso frente al restallante erotismo de sus féminas enigmáticas nos sitúa al borde del vértigo. Para los adquiridores de técnicas con patente, no debe ser muy vendedor este cuento. Pero como no me impusieron pauta, considero apropiado emitir un testimonio feérico acerca de alguien que bordea los abismos del embrujo -lo que otorga mayor sentido a su plasma de artista-, que fungir como crítico ensayando un texto analítico de su plástico trasegar. En su serie de las ventanas, se presumiría que es un observador desde ellas a las afueras. O desde las afueras adentro. Yo percibo más bien que, desde la óptica de sus ventanas, Maldonado se zambulle en los dos sentidos en parajes del inconsciente. De allí sus antiguas escafandras.
LA EXPOSICIÓN
“La Ventana Mítica” ESTARÁ ABIERTA AL PÚBLICO DESDE EL JUEVES 15 DE MAYO DE 2008, HASTA EL 8 DE JUNIO DE 2008. ENTRADA LIBRE - COCTEL DE INAUGURACIÓN JUEVES 15 DE MAYO DE 2008- 7:30 P.M.
AGRADECEMOS LA DIVULGACIÓN DE ESTE COMUNICADO A LA PRENSA ESCRITA, RADIO Y TELEVISIÓN.
Cordialmente,
OCTAVIO ALMANSA Q FELIPE GARAVITO M
Director Coord. Equipo de Curaduría
PARQUEADEROS PROPIOS: Sótano del Edificio Saturno, rampa costado derecho contiguo a la Galería Casa Cuadrada.
PARQUEADEROS PÚBLICOS: Bahía supermercado Olímpica.
Carrera 7 # 83 – 20, Edificio Saturno - Teléfonos: 2576541 - 2186987 Teléfax: 2576541
www.casacuadrada.com
1 comentario:
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el sueño es pretexto para que no se dude de la razon del vidente''
y etc.
bello
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