Por
Natalia Rodríguez Valderrama
Laura María Rojas
Estudiantes de Medios Audiovisuales
Especial para La Moviola Tristeza, locura, decepción, miedo, alegría y egocentrismo, son las cualidades que forman Tarnation, un documental de Jonathan Couguette, hecho para personas que les gusta ver la vida, con carne propia, sin prejuicios, sentenciados a saber que vivir no es color de rosa, que saben que el circulo de la sociedad está hecho a partir de la formación familiar y que esta, estará siempre compuesta de prejuicios y decepciones, que, el álbum familiar, solo es una vitrina de ventas ante la sociedad y lo que se encuentra detrás, es la realidad y lo que conforman esas fotos son pura ficción fija. Tarnation está asociado a la emergencia de minorías que cuestionan la objetividad y los valores universales de cada persona, el valor ético de un ser homosexual, una esquizofrénica y un ego centrista, teniendo un alto valor imaginario, testimonial y autobiográfico, filtrando así hechos reales, en este orden de ideas, conceptos como realidad, no ficción, propician el retorno de lo reprimido, permitiendo la aparición de una serie de textos fílmicos nuevos, sobre los cuales se monta el modelo teórico del documental performativo, logrando tener la capacidad de plantearnos una realidad creada a partir de la acción de la imagen o la palabra.
Ante una película como Tarnation, el espectador logra ingresar en las percepciones y emociones del director y protagonista, jonathan caouette, debido que tiene la posibilidad de recrear potentes evocaciones musicales y sensoriales, proponiendo su propio drama, la vida de él mismo, imponiendo sus traumas a través del montaje de las imágenes, con colores psicodélicos, momentos de dinamismo y de mucho silencio en situaciones demasiado deplorables, hacen del ritmo una composición musical, sensorial y visualmente selectiva, donde los episodios más densos de la biografía son contados desde una sobreimpresión de títulos que cuentan los sucesos, desintegrando la imagen como una demostración de angustia o maniobra simbólica de las nubes para tránsitos espaciales, el material registrado avanza a partir de entrevistas hechas por el mismo director desde su infancia, en las que muchas veces sale él, como el entrevistado.
Tarnation parte de ser una película documental debido al registro real que contiene de mecanismos biográficos, sometiendo al espectador a traumas ajenos desde el primer registro fotográfico y de auto- grabaciones a partir de los ocho años, incentiva a cada persona a introducirse más en la historia, en la vida de Jonathan, llegando al punto de involucrarse con la vida propia, plantea situaciones agobiantes que se vuelven claustrofóbicas montadas repetitivamente en los momentos más íntimos.
Por otro lado se podría nombrar al documental como una obra más del género cinematográfico, lo que diferencia, es la composición narrativa, el centro de atracción de sus espectadores, el voyerismo social conlleva una afinidad hacia la parte real, sin límite, sin privacidad, sin objeción, entre mas prohibido sea, mas es el centro de persuasión, la ficción entretiene, la realidad es cruel, es tactil, “Aquellos documentales que nos atrapan, son los que cumplen con las mismas reglas que una buena película de ficción: Una gran historia, utilizando personajes interesantes” , lo interesante de crear personajes es la credibilidad que deben cautivar ante los demás, con los documentales el personaje existe, nada es ficcional, volviéndose más tangible, cercano, lógico y racional, generando una significación que funciona como un punto de vista recurrente inyectándole vitalidad, reivindicando lo subjetivo, permitiendo asociar al documental como una noción que se deriva del psicoanálisis.
El documental es una instante decisivo entre la realidad y la manipulación tecnológica de una cámara que puede llegar a alterar la imagen, logrando materiales aun mas “creíbles”, el documental nos plantea verdad, imágenes no ficcionales, táctiles, frágiles, débiles, violentas, casi sin censura, lo que muchas veces se limita en la ficción, debido a la población, a la educación y la cultura que nos inculcan, pero aun así, la sociedad está ligada a la observación de hechos reales, sin reprobación, con dolor, es una sociedad morbosa, donde el dolor ajeno satisface, llena y hace pensar, planteando nuevos usos a partir de la representación del cuestionamiento imaginario y de estereotipos construidos.
Los parámetros establecidos mediante la sociedad y el individualismo, han construido durante décadas estereotipos expuestos en todos los medios de comunicación. El documental a diferencia de otros géneros es la expresión de la realidad que evita ocultar el entorno; por lo contrario asume la responsabilidad de mostrar las vivencias adaptándose por la observación y en el principio de no intervención ni control, es la posibilidad de tener la cámara libre donde el director y los actores tiene un contacto superior al texto fílmico.
Durante el documental auto bibliográfico de Jonathan Caouette, el contacto con la vida se convierte en un amor fácil de percibir como la expresión del gran temor desarrollado durante años. No solo la vive el mismo protagonista sino que involucra a todos los personajes más cercanos que se encuentran alrededor. La relación mutua fácilmente se puede comparar como una obra literaria, por el alto valor imaginario y táctil. Personalmente las palabras del escritor colombiano Efraim Medina en “Érase un amor pero tuve que matarlo”, repercuten la forma de amor más sutil jamás existente dentro de los personajes que viven sin tener la oportunidad del gozo que da cada segundo de vida.
El cariño percibido no solo por la saturación de imágenes sino por la expresión mas profunda de los sentidos hacia Jonathan para su madre, retumban en frases literarias tan sencillas de sentido que nombrarlas generan la metamorfosis expresada por Kafka. Son sentimientos que Efraim Medina compararía con el gran amor que no tiene control. “En vez de darle lo que sentía, de llenarla con el áspero amor, me lo tragaba…, su amor me llegaba fácil, en cambio el mío no fluía hacia ella, creo que su amor reprimía el mío” “La trate mal muchas veces porque estaba desesperado pero la quería mas que a mi vida y cuando ella se fue mi vida se apagó” . Paralelamente la frases de Medina tienen una relación con la vida de Jonathan, son amores que superficialmente son diferentes, pero tiene el mismo ligamento que se pueden percibir solo con el contacto propio de la vida.
Jonathan Caouette inicio su realización cinematográfica desde los ocho años de edad, mencionando cortometrajes como, The Ankle Slasher 1987, The Techniques and science of eva 1988, Pig Nymph 1990, parala realización de tarnation utilizo todo tipo de formatos diferentes, super 8, betamax, vhs, hi-8 y mini dv, recopilo fotografías, mensajes telefónicos, grabaciones de audio, logrando documentar su biografía, detallando los momentos más íntimos de su vida.